Boris Castillo jugaba en la selección nacional de béisbol de Panamá, era comentarista de deportes, pero Cristo lo llamó y es diácono permanente y capellán de reformatorio

* «En 2012, una señora me dice: ‘Dios me ha puesto en mi corazón que vas a hacer diácono’. Yo solo me reía y me decía: ¿Yo diácono? Ni pensarlo»

Camino Católico.-  Boris Castillo, que fue un popular periodista deportivo televisivo en Panamá, ha cumplido un año como diácono permanente, con un cargo de responsable de comunicación y marketing en la arquidiócesis de Panamá y una capellanía atendiendo a jóvenes conflictivos en un Centro de Cumplimiento para Jóvenes y Menores Infractores. «La Iglesia ofrece un producto inigualable, que es la salvación, la vida eterna», explica alegre, convencido de que es la mejor oferta de marketing posible, y la mejor noticia concebible.

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