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sábado, 22 de febrero de 2025

El profesor Giulio Fanti explica en revistas científicas la hipótesis de la transparencia de la materia del Cuerpo de Cristo que relaciona la Sábana Santa con la virginidad de María


Giulio Fanti, profesor de Mediciones Mecánicas y Térmicas en el Departamento de Ingeniería Industrial de la Universidad de Padua (Italia)

Camino Católico.-  La Madre de Dios fue perpetuamente virgen: es decir, antes, durante y después del parto. Este dogma de fe, uno de los cuatro que conciernen a Nuestra Señora (junto a la Inmaculada Concepción, la maternidad divina y la Asunción), no explica -por su carácter milagroso- cómo se verificó la virginidad física "durante" el parto. 

Giulio Fanti, profesor de Mediciones Mecánicas y Térmicas en el Departamento de Ingeniería Industrial de la Universidad de Padua (Italia), aventura una hipótesis que vincula ese hecho con la Sábana Santa de Turín. Lo significativo es que lo hace en revistas científicas. 


Él mismo explica su hipótesis en el número de febrero del mensual católico italiano de apologética Il Timone:


En el segundo de los artículos referidos, teniendo en cuenta los nuevos análisis de sangre realizados en muestras sindónicas, se confirmaban los inmensos sufrimientos padecidos voluntariamente por el Redentor para la salvación de los hombres. Se han puesto de relieve las diversas patologías concomitantes sufridas por Jesús, como el colapso ortostático, la asfixia, la uremia y el hemotórax, acentuadas por la lesión que provocó la muerte por infarto y el taponamiento hemopericárdico.


A continuación, el artículo destaca un hecho sorprendente: la Sábana Santa es selectivamente radioactiva, especialmente en los restos de sangre, por lo que el resultado del radiocarbono de 1988 no parece fiable, incluso podría ser la primera prueba científica de la resurrección de Cristo. El artículo además examina las condiciones concretas en las que se envolvió el cuerpo de Jesús, llegando a conclusiones científicamente inexplicables.



El profesor Giulio Fanti ha estudiado científicamente la Sábana Santa


Una imagen misteriosa


Se sabe que la doble imagen corporal de la reliquia sigue siendo hoy un misterio y que la hipótesis más fiable se basa en una intensa radiación emitida por el cadáver, pero hay más: el cadáver estaba en rigor mortis en el momento de la formación de la imagen corporal (menos de 38-48 horas después de la muerte) y estuvo envuelto en la Sindone durante no más de cuarenta horas, porque no hay signos de putrefacción. La ausencia de rebabas en las manchas de sangre aún líquida demuestra que el cadáver permaneció inmóvil envuelto en lino y que, por tanto, el cuerpo no fue manipulado ni movido. Esto lleva a una deducción científicamente absurda: Jesús pasó a través de la Sábana Santa sin comprometerla materialmente y, por ende, su cuerpo físico se hizo transparente en relación con ella.


 

La escena de la Resurrección en 'La Pasión de Cristo' de Mel Gibson


Sin recurrir a hipótesis de ciencia-ficción como la desmaterialización o el uso de antimateria, se puede pensar más sencillamente en una hipótesis, aunque todavía no científicamente probada, relativa a la transparencia de la materia del Cuerpo de Cristo que atravesó la Sindone al igual que varias veces, según la Biblia, Jesús atravesó las paredes del Cenáculo. 

Para explicar este fenómeno, debemos considerar que el diámetro de los átomos es unas 10.000 veces mayor que su núcleo, por lo que está prácticamente compuesto de espacio vacío, como el espacio ocupado por nuestro sistema solar formado por el sol y los planetas, de volumen insignificante comparado con éste.


Energía-luz intensa


Pensemos ahora en un dedo apoyado sobre una mesa: ambos están formados por átomos, pero el dedo no puede penetrar en la mesa porque las fuerzas que unen los núcleos a los electrones en el dedo y en la mesa son mucho mayores que la presión ejercida por el dedo sobre la mesa. 


Supongamos, sin embargo, que suministramos al dedo una energía extremadamente intensa en forma de fotones, es decir, de luz que puede aumentar la energía cinética de las partículas individuales hasta tal punto que sus fuerzas cinéticas superen a las fuerzas interatómicas. Entonces sí es posible pensar en una compenetración del dedo en la mesa. La probabilidad de impacto entre protones, neutrones y electrones, y su probable destrucción durante el atravesamiento, sería extremadamente pequeña, dados sus pequeños volúmenes comparados con los de los átomos en cuestión. Así que, si se proporcionara una energía-luz intensa, el atravesamiento de la materia no sería imposible, incluso si el cuerpo físico no estuviera privado de su realidad material. Éste podría entonces penetrarla mientras fuera rico en energía, pero podría volver a su estado inicial cuando esta luz-energía desapareciera. 


De hecho, la Biblia afirma que Jesús entró repetidamente en el Cenáculo a puerta cerrada, pero luego su cuerpo volvió a la normalidad y comió normalmente con los Apóstoles. En apoyo parcial de esta hipótesis podemos considerar los metales: un clavo de hierro a temperatura ambiente es opaco a la luz y los fotones no lo atraviesan.



El profesor Giulio Fanti, en una conferencia del 4 de noviembre de 2023 en la abadía de Santo Domingo Abad, en Sora (Florencia)


La "transparencia de la materia"

Sin embargo, si lo calentamos a una temperatura de unos 1000° C, proporcionándole energía térmica, el clavo se vuelve rojo y vemos los fotones emitidos por sus partes más internas. De hecho, al calentar el hierro, esta energía térmica permite que los fotones internos del clavo atraviesen el material, produciendo así la "transparencia de la materia" que no percibimos a temperatura ambiente. Extendiendo a otros hechos esta hipótesis de la transparencia de la materia relativa a la salida de Jesús de la Sábana Santa sin desvirtuarla, es posible encontrar una explicación al hecho de que Él saliera del vientre de la Madre, confirmando así el dogma mariano de la "Virginidad antes, durante y después del parto". 


Como si fuera para respaldar esto, después de la Santa Misa dedicada a los fetos abortados el 17 de junio de 2007, en la Basílica de Guadalupe, la imagen de Nuestra Señora representada en la Tilma mostró una intensa luz que emanaba de su vientre, y de manera similar, la estatua de la Madre de Dios en la Cruz Azul de Medjugorje mostró una luminiscencia difusa, pero con una intensidad notable, en el vientre. 


Monseñor Fabrizio Porcella, de la diócesis de Cagliari, interesado por estas novedades, comentó que los Padres de la Iglesia utilizaron varias imágenes para ilustrar el misterio de la transparencia de la materia: el paso de Cristo a través de la tumba sellada y a través de puertas cerradas, y el paso de un rayo de sol a través del cristal.


San Bernardo

San Bernardo escribe: "Como el esplendor del sol llena y penetra una vidriera, sin romperla, [...] así el Verbo de Dios, el Esplendor del Padre, entró en la cámara virginal y salió del seno cerrado". Así que los fotones considerados aquí para la "transparencia de la materia" fueron tenidos en cuenta hace muchos siglos. Por último, es curioso constatar que María Valtorta, en 1949, cuando la ciencia sobre la Sábana Santa estaba en los comienzos, escribió, atribuyendo esto a un mensaje de Jesús: "Mi Sábana Santa, oh María, para quien sabe ver, no es sólo un testimonio de que estoy verdaderamente muerto y resucitado, sino también un testimonio de cómo no fui concebido ni nací según las leyes de la humanidad. Es, por tanto, una confirmación de las verdades que enseña mi religión, mi concepción por el Espíritu Santo, la maternidad divina de María, su virginidad perpetua, mi pasión y muerte, y mi gloriosa resurrección. Pero esta es una confirmación para aquellos a quienes, en la luz de Dios, les es dado ver". 


El estudio de la Sábana Santa muestra, pues, que ciencia y fe deben fundirse para llegar a la Verdad: "La religión sin la ciencia es ciega. La ciencia sin religión está coja" (Einstein).