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miércoles, 13 de agosto de 2025

Yesica González: «Aborté, me confesé, Jesús me perdonó, pero yo no me perdoné a mí misma; yo necesitaba a Dios; volví a confesar mi pecado del aborto, y algo en mí comenzó a sanar»

A Yesica González Cristo la ha sanado de sus heridas de haber abortado

* «En el retiro del Viñedo de Raquel, viví una experiencia mística profunda: Jesús me mostró a mis hijos en el Cielo. Los vi correr hacia mi, los abracé. Mi hijo Gabriel me dijo: 'Mamá, no estés triste. Mi hermanita y yo te amamos y te vamos a esperar'. Y yo les pregunté: 'Pero si este es el cielo, ¿dónde está ella, dónde está la Virgen María?'. La vi, a los lejos, en la cima de la colina, vestida toda de blanco, con un bebé entre sus brazos, con niños a su alrededor, y ahí, en ese instante, me di cuenta y me dije: '¡Claro! Mis hijos tienen a la mejor y más bella mamá, ellos tienen a la Virgen María, ella cuida a mis hijos en el cielo'» 

Camino Católico.- “Yo también he estado ahí”. Con estas palabras, Yesica González comienza su testimonio. Un testimonio que nace del dolor más profundo: el del aborto, pero que florece en la esperanza, la misericordia y la misión. Desde Nicaragua hasta Medjugorje, Yesica ha recorrido un camino de transformación radical, que hoy la convierte en instrumento de sanación para muchas otras mujeres heridas por el aborto. Su historia no solo conmueve, sino que confirma una verdad eterna: en Dios, el dolor más escondido puede convertirse en semilla de vida nueva. 

Dios me está cobrando el negarle la vida a mi primer bebé

Yesica tenía apenas 16 años cuando se enfrentó a una prueba de embarazo positiva. Su novio reaccionó con temor: “Te amo, pero no podemos ser padres”. En menos de una semana, se encontraba sedada en una clínica en Nicaragua, un país donde el aborto es ilegal en todas sus formas. Nunca vio nada. No sintió dolor. Solo despertó con un vacío imposible de nombrar.

"Busqué pruebas físicas de que algo había pasado. Pero todo estaba limpio, como si nada hubiese ocurrido. Y, sin embargo, mi alma gritaba lo contrario", comparte a Ingrid Basaldúa Guzmán en Aleteia.

Tras confesar el aborto, recibió la absolución de un sacerdote franciscano gracias a una dispensa especial de san Juan Pablo II. Pero la paz no llegó. “Jesús me perdonó, pero yo no me perdoné a mí misma”, explica la joven nicaragüense. 

Cuatro años más tarde, estando en otra relación con propuesta de matrimonio, volvió a quedar embarazada. Esta vez escuchó las siguientes palabras: "Sé que no hicimos las cosas correctamente, pero a pesar de ello yo, estoy Feliz 'Voy a ser papá'".

Estas palabras resonaron en el corazón de Yesica y le dieron la seguridad de que podía enfrentar este momento; sin embargo, el dolor volvió pronto. A los siete meses de gestación, su bebé, Alicia Marcela, murió en el vientre. El impacto fue devastador. “Yo pensé: esto es un castigo. No merezco ser madre. Dios me está cobrando el negarle la vida a mi primer bebé, yo me merezco sufrir”. Aquella noche, en el hospital, rodeada de madres que sí pudieron tener a sus hijos vivos, Yesica vivió “el viernes más doloroso” de su vida.

Después de vivir sumida en la tristeza y el silencio y de no contarle a nadie sobre su aborto, la vida de Yesica comenzó a cambiar en 2012, gracias a un retiro de castidad organizado por la misión Corazón Puro. Por primera vez escuchó hablar del verdadero sentido del amor, de la virtud de la castidad, del significado de la feminidad y masculinidad, del Sacramento del Matrimonio, y del perdón real.

"Allí supe que quería cambiar porque erróneamente yo buscaba algo pero era alguien a quien yo necesitaba, Dios. Volví a confesar mi historia, mi pecado del aborto, y algo en mí comenzó a sanar", cuenta Yesica

Yesica González del Viñedo de Raquel hoy ayuda a personas a sanar de los traumes del aborto

La verdadera sanación

Pero la verdadera sanación llegó cuatro años después, en 2016, cuando finalmente aceptó la invitación del Padre Agustín María Conner a asistir al Viñedo de Raquel, el retiro de sanación post-aborto más grande del mundo.

“Fui con miedo, con vergüenza, con dudas… pero decidí dar el salto de fe. En ese retiro, viví una experiencia mística profunda: Jesús me mostró a mis hijos en el Cielo. Los vi correr hacia mi, los abracé. Mi hijo Gabriel me dijo: 'Mamá, no estés triste. Mi hermanita y yo te amamos y te vamos a esperar''"

Yésica cuenta que, en ese momento, les hizo una pregunta: 'Pero si este es el cielo, ¿dónde está ella, dónde está la Virgen María?' . Y continúa: "La vi, a los lejos, en la cima de la colina, vestida toda de blanco ,con un bebé entre sus brazos, con niños a su alrededor, y ahí, en ese instante, me di cuenta y me dije: '¡Claro! Mis hijos tienen a la mejor y más bella mamá, ellos tienen a la Virgen María, ella cuida a mis hijos en el cielo'”.

Desde entonces, Yesica se entregó a la misión provida, compartiendo su testimonio en colegios, retiros y comunidades, y colaborando con el Viñedo de Raquel en Nicaragua. Con la ayuda del Padre Agustín, la comunidad Oasis de la Paz y la organización de Peregrinando con María, uno de sus sueños se concretó.

En 2023 se celebró el primer retiro del Viñedo de Raquel en Medjugorje, Allí, en la tierra de María, Yesica acompaña hoy a hombres y mujeres a reconciliarse con sus hijos en el Cielo, a experimentar la misericordia de Jesús, y a abrirse a la ternura infinita de la Reina de la Paz. 

Cada retiro es un milagro; una experiencia que une retiro y peregrinación, sanación y contemplación, en el corazón del santuario donde María, la Reina de la Paz, sigue tocando almas cada día. 

Hoy, desde esa tierra bendita, su voz se levanta para todos aquellos que han vivido el drama del aborto en silencio: "Sí, hay sanación. Sí, hay perdón. Sí, hay un cielo esperándonos. Y mi Madre te espera en Medjugorje", invita Yesi a todos aquellos que hayan pasado por el dolor del aborto.

María Valentina Leal comparte el estudio de la Palabra de Dios: «Mis papás me concibieron en oración, pero fue ante un problema de salud, a los 15 años, que el Señor se valió de mi dolor para tomar mi sí personal»


María Valentina Leal compartiendo la Palabra de Dios en su canal de YouTube

* «Fue como si Dios necesitara mi quietud física para provocar una quietud interior en la cual pudiera hablarme: ‘Tú has vivido una fe en familia hermosa, pero necesito tu sí personal. Has recibido un montón y necesito que empieces a entregar… Siempre digo: los protestantes dicen ‘sola Scriptura’, pero nosotros a veces parecemos cero Scriptura. Y no puede ser. La Palabra de Dios tiene que ser pan diario para nosotros… Lo importante es que sea la Palabra de Dios la que toque los corazones, no mis palabras» 

Camino Católico.-  María Valentina Leal, una joven católica colombiana, politóloga de formación y biblista por vocación, se ha convertido en una de las voces más inspiradoras de la evangelización digital en América Latina. A través de su perfil en Instagram La puerta de al lado, lleva años ayudando a miles de personas a redescubrir la belleza de la fe católica, en especial mediante el estudio cotidiano de la Palabra de Dios.

Pero su historia de fe comienza mucho antes de abrir un canal de YouTube o dirigir estudios bíblicos en vivo. Arranca, como ella misma dice, “desde el vientre de mi mamá”.

“Desde que mis papás me concibieron, me concibieron en oración. Y mientras yo estaba en el vientre, me hablaban diciéndome lo que dice el catecismo: ‘Hemos venido a conocer a Dios’. Eso me lo repetían constantemente. Me pusieron Valentina porque querían que fuera una niña valiente, que nunca tuviera miedo de hablar del Señor”.

Un momento de fractura y una nueva entrega a Dios

La vida de María Valentina se transformó cuando, a los 15 años, sufrió un problema de salud que frenó en seco el ritmo frenético con el que conducía su vida. “Fue como si Dios necesitara mi quietud física para provocar una quietud interior en la cual pudiera hablarme: ‘Tú has vivido una fe en familia hermosa, pero necesito tu sí personal. Has recibido un montón y necesito que empieces a entregar’”.

Aquel momento de fractura se convirtió en un punto de inflexión espiritual. “Tuvimos crisis existenciales muy fuertes. Yo decía: ‘Si hoy me muero, no hice nada’. Entonces el Señor se valió de mi dolor para tomar mi sí personal”.

A los 17 años ingresó a la comunidad Familia Espiritual de Fray Nelson Medina, y, junto a unos amigos también católicos, pusieron en marcha una iniciativa evangelizadora: “Siempre nos quejábamos de lo que veíamos en redes sociales, pero solo eran quejas. Y dijimos: las quejas no solucionan nada. El mundo no cambia con mi queja, cambia haciendo algo”.

Así nació el canal de YouTube La puerta de al lado. Pero la verdadera inspiración llegó cuando el Papa Francisco publicó Gaudete et Exsultate en 2018. En los capítulos del 6-9, el Pontífice argentino habló de los santos de la puerta de al lado. “Ese nombre me parecía muy llamativo, lo retomamos, y así renació el proyecto”, asegura en conversación con ACI Prensa.

Hoy "La puerta de al lado", fundado por María Valentina Leal es un proyecto de apostolado familiar digital / Foto: Cortesía de María Valentina Leal

Evangelizar desde lo cotidiano

Estudiante de Ciencias Políticas en una universidad laica, María Valentina explica que se acercó al estudio de la Biblia de la mano de la predicación del P. Fidel Oñoro, sacerdote eudista colombiano, especializado en teología bíblica y muy activo en la formación pastoral:”Llevaba toda mi vida escuchando la Palabra de Dios, pero este sacerdote logró tocar mi corazón y enamorarme realmente de la Biblia”.

Hoy, La puerta de al lado se ha convertido en un apostolado familiar. “Mis papás hacen el Rosario a las 5 de la mañana, mis hermanos rezan Laudes, y yo cada mañana a las 8 hago estudios bíblicos en vivo por Instagram y YouTube, depurando la lectura del día, explicando su contexto y sentido”.

Su objetivo es claro: que los católicos se enamoren de la Palabra. “Siempre digo: los protestantes dicen ‘sola Scriptura’, pero nosotros a veces parecemos cero Scriptura. Y no puede ser. La Palabra de Dios tiene que ser pan diario para nosotros”.

Impacto real para todos los que quieran acercarse

María Valentina relata con emoción que los estudios bíblicos que dirige en Internet no solo convocan a fieles católicos. “Una chica musulmana se conectaba diariamente y me decía: ‘No es lo que tú haces, es que la Palabra de Dios me toca’. Y se convirtió al catolicismo”.

También se conectan protestantes, que valoran su fidelidad a la doctrina católica: “Siempre me presento como una cooperadora de la verdad, como dice el lema de san Juan Pablo II. Lo importante es que sea la Palabra de Dios la que toque los corazones, no mis palabras”.

Hoy tiene ciento de seguidores que no se pierden sus citas en directo para hablar de la Biblia. “Me conmueve ver que hay católicos convencidos que ahora le han puesto horario a la Palabra de Dios. Eso transforma vidas”, detalla.

María Valentina Leal participó en el Jubileo de los misioneros digitales | Foto: Victoria Cardiel-EWTN News

Presencia y misión en el Jubileo de los Jóvenes

María Valentina fue una de las jóvenes que participó en el Jubileo de los misioneros digitales. Una cita fue especial que confirmó el terreno fértil que ofrecen las plataformas digitales en la evangelización. Por las calles de Roma, se encontró con otros que “también le dicen sí al Señor cada día. Tengo mucho deseo de verlos, de ponerles rostro, de ver el rostro por el que Dios da la vida”.

Han pasado siete años desde el lanzamiento de La puerta de al lado y el proyecto se ha convertido en mucho más que una cuenta de redes sociales. Este año, María Valentina organiza el Congreso Presencial de Biblia, el sábado 6 de septiembre en Bogotá, junto a Fray Nelson Medina. “Queremos dar herramientas para leer, orar y estudiar la Palabra de Dios. Que no se quede en redes, que llegue al corazón, a la vida”.

Su testimonio es prueba de que el Evangelio puede transformar incluso los espacios más inesperados, y que las redes, bien usadas, pueden ser una verdadera “puerta de al lado” hacia la santidad.

Juliano Cazarré, actor brasileño: «Toqué fondo y acepté a Cristo, interpreté a Jesús en La Pasión de Cristo y me dio fe, fuí a misa y me confesé y un día vino mi esposa y mis hijos y somos católicos»


Juliano Cazarré durante el encuentro nacional de Brasil de la organización Familia Católica, dando testimonio de su conversión, en el mes de marzo de 2025

* «Durante años recé pidiendo: ‘Señor, muéstrame el camino. Si decido por mí mismo, me equivocaré. Pero ya no quiero equivocarme, Padre. Así que, por favor, Dios mío, muéstrame el camino’... Al día siguiente de ir a misa, me fui a confesar. Y desde entonces todo ha sido bello, tanto estudio, tanta fe, tanto amor, tanta gracia. Y un día, mi esposa me dijo: ‘quiero ir a misa contigo’. Y fuimos todos, toda la familia. Y así, el Padre nos trajo a su casa, donde somos amados por Él y por el Hijo, con el fuego de amor del Espíritu Santo. Y cuando llegamos allí, todavía recibimos de él una Madre que nos protege y que toma nuestras oraciones imperfectas con sus santas manos y se las da a su amado hijo, Jesús» 

Camino Católico.- En los últimos años, el actor brasileñol Juliano Cazarré ha estado llamando la atención por hablar públicamente sobre su religión y prácticas devocionales.

En su perfil de Instagram, por ejemplo, Cazarré  hace transmisiones en vivo rezando el rosario mariano con sus seguidores y siempre está invitando a la gente a rezar, ir a la iglesia y estudiar más sobre religión.

Nacido el 24 de septiembre de 1980 en Pelotas, Rio Grande do Sul, Juliano Cazarré es hijo del escritor Lourenço Cazarré. No creció en una familia católica pues su madre era espírita y su padre agnóstico, pero por "providencia divina" hizo sus primeros estudios en un colegio católico, recuerda en una entrevista para el Podcast SantoFlow

Se mudó a Brasilia cuando aún era niño, donde se graduó en Artes Escénicas por la Universidad de Brasilia (UnB). Comenzó su carrera en el teatro y, posteriormente, destacó en el cine y la televisión. Entre sus trabajos más notables se encuentran las películas «Tropa de Elite» (2007) y «Boi Neon» (2015), además de las telenovelas «Avenida Brasil» (2012) y «Amor de Mãe» (2019).

Después de casi 30 años alejado de Dios, la vida del destacado actor brasileño Juliano Cazarré tomó un nuevo rumbo el año 2019, en Pernambuco (Brasil), tras interpretar a Jesucristo en la obra Paixão de Cristo em Nova Jerusalém (La Pasión de Cristo en Nueva Jerusalén). 

Esta experiencia fue un hito en su conversión que ya había iniciado en los días previos como narró el año 2021 en el evento artístico Lumine de Brasil...

"Cuando tomé el papel, ya había aceptado a Cristo como mi Señor, como mi Salvador. Por razones personales, creo que toqué fondo. Y para salir de ese pozo, solo pude empezar a salir cuando acepté a Cristo. Quien me ayudó fue un amigo, que es surfista en Río de Janeiro y vivía cerca de mi casa. Él se quedó conmigo por una noche que fue la más oscura de mi vida. Y me llevó a Cristo vivo esa noche. Fue un momento en el que estuve seguro de que el Señor Jesús estaba conmigo. Fue mi momento de conversión. Y a partir de entonces volví a mis oraciones de infancia, de adolescencia. Recé a Jesús y a Nuestra Señora. Pero todavía no estaba en la Iglesia, no estaba en la Iglesia Católica, así que no tenía el conocimiento de la fe".

Tras su conversión, Cazarré comprendió la necesidad de profundizar en las verdades de la fe, la teología y la doctrina de la Iglesia católica. Además de prepararse para el papel de Cristo, tras la actuación, el actor comenzó a estudiar los Evangelios y otros temas relacionados con la religión católica. Comenta:

“No tenía un conocimiento profundo de los Evangelios. Así que, para prepararme para el papel de Jesús, leí los Evangelios Sinópticos. Luego revisé los pasajes de la vida de Cristo, entendí de qué trataban y pensé en cómo lo haría. Aunque tenía muy pocos conocimientos de teología en ese momento, creo que si lo estuviera haciendo hoy, haría algunas cosas de manera diferente. Porque ni siquiera sé hasta qué punto sabía que Jesucristo era Dios. No sé si tenía esa noción cuando fui a hacerlo. Y no sabía nada sobre el dogma de la Inmaculada Concepción. No entendía el misterio de la Trinidad. Pero fui de todos modos. Con el corazón abierto, feliz de ir. Porque era algo que pedí que sucediera en mi vida”, asegura.

Reflexiona en voz alta sobre su proceso de conversión así: “Entonces, me preguntaste si interpretar a Jesús aumentaba mi fe. No. No aumentó mi fe. Me dio fe. No tenía fe. Fue el hecho de haber ido a interpretar a Jesús en La Pasión de Cristo, en Nueva Jerusalén, en Pernambuco, lo que me dio fe. Eso me llevó a la fe y lo que me llevó a la iglesia, ¿sabes? Investigar la tradición, la doctrina, la teología y todo lo demás…

Y explica cómo llegó a la Iglesia Católica: “Y allí, funciona así: vas en octubre, más o menos, grabas un material promocional, que sirve para vender la obra al año siguiente, y luego regresas, en Pascua, para representarla. Durante ese descanso, me convertí, volví a la Iglesia. Después de grabar allí, pensé: ‘¡Guau! ¡Tengo muchísimas ganas de ir a misa!’. Y luego fui a misa un domingo. El lunes, estaba en la iglesia y pedí confesarme. Entonces me di cuenta de que no estaba casado, que necesitaba casarme en la iglesia. Así que empecé a ir a todas las misas. No falté ningún domingo. Al poco tiempo, vino mi esposa, nos casamos y todo sucedió”.

Casado por lo civil con Letícia Cazarré desde 2011, la pareja tiene seis hijos: Vicente, Inácio, Gaspar, María Magdalena, María Guilhermina y Estêvão. Todos ellos fueron tocados por la conversión de Juliano. "Un día, mi esposa me dijo: 'quiero ir a misa contigo'. Y fuimos todos, toda la familia".

Juliano Cazarré y su esposa Leticia con sus seis hijos

Así, en 2020, tras su conversión, Juliano y Letícia recibieron el sacramento del matrimonio en la Iglesia Católica, reafirmando su compromiso con la fe y la familia. Su testimonio sirvió de inspiración para muchos fieles presentes, poniendo de manifiesto que la búsqueda de Dios puede transformar vidas personales y familias.

Al entrar en contacto con la tradición, la doctrina, la teología y las prácticas de la Iglesia en su conjunto, Cazarré comenzó a descubrir la gran riqueza del catolicismo brasileño. Empezó a investigar la historia de los santos brasileños y la vida cotidiana de las personas piadosas.

En este proceso, Cazarré decidió profundizar en el fenómeno de la santidad en Brasil. Durante el Efecto Lumine, al hablar de la historia de San José de Anchieta, el actor declara: “Tras conocer la historia de San José de Anchieta, conseguí otro santo al que ser devoto. Y estoy seguro de que allá arriba, en el cielo, él sigue deseando lo mejor para Brasil. Él está allí diciendo: "Lo lograrán, hijos míos. No dejen de rezar, no se rindan. La semilla que planté sigue aquí". Sabemos que Brasil tiene muchos problemas; es un país violento y corrupto. Por otro lado, es uno de los mejores países del mundo para vivir. El caos brasileño podría ser mucho peor, pero no lo es. Porque Brasil es un país entregado a Cristo desde el principio.

Incluso con todos los tropiezos de estos 500 años de historia, hay algo muy sólido que se plantó hace mucho tiempo y que permanece vivo en el corazón del pueblo brasileño. Y está brotando de nuevo, está renaciendo. En los últimos años, hemos visto conversiones donde menos las esperábamos. Y cada vez llega más gente. Este movimiento está creciendo, es notable. Y creo que debemos tener mucha confianza en la intercesión de San José de Anchieta”.

Esta investigación sobre los santos brasileños culminó en la producción de una serie original dirigida por Cazarré en colaboración con Lumine: O Brasil de todos os santos (El Brasil de Todos los Santos).

A comienzos del año 2025, en Campina Grande (Pernambuco, Brasil), durante el encuentro nacional de la organización Familia Católica, dio testimonio de su conversión y convocó a los hombres a liderar un "ejército de María" en sus familias, subrayando que la fe renovada había aportado una nueva perspectiva a su matrimonio y a la educación de sus hijos.

Juliano Cazarré explicando su conversión a Cristo a familias brasileñas

Como colofón a este testimonio volvemos a cuando el actor dio en redes sociales su primer testimonio de conversión, en un mensaje navideño en 2019 en que decía:

“Durante años recé pidiendo: ‘Señor, muéstrame el camino. Si decido por mí mismo, me equivocaré. Pero ya no quiero equivocarme, Padre. Así que, por favor, Dios mío, muéstrame el camino’. Y un día respondí en una entrevista: no sé por qué mi sueño era interpretar a Jesús en Nova Jerusalém. Y así sucedió”, dijo Cazarré en la publicación.

El actor también explicó que le pedía a Dios que le mostrara el camino correcto cuando deseaba ir a misa. Y así, 20 años después de la última vez que él había participado en la celebración eucarística, volvió a la Iglesia:

“Al día siguiente a la misa, me fui a confesar. Y desde entonces todo ha sido bello, tanto estudio, tanta fe, tanto amor, tanta gracia. Y un día, mi esposa me dijo: ‘quiero ir a misa contigo’. Y fuimos todos, toda la familia. Y así, el Padre nos trajo a su casa, donde somos amados por Él y por el Hijo, con el fuego de amor del Espíritu Santo. Y cuando llegamos allí, todavía recibimos de él una Madre que nos protege y que toma nuestras oraciones imperfectas con sus santas manos y se las da a su amado hijo, Jesús”.

Neal McDonough, actor que testimonia su fe católica: «Cada día, elijo confiar en Cristo, no porque la vida sea fácil, sino porque Él es fiel. Mi paz viene de saber que camino con un Salvador perfecto»


El actor católico Neal McDonough vive su fe dando testimonio en su trabajo como actor, en su familia y en su vida ordinaria / Foto: Cortesía de Angel Studios

* «Pongo a Dios y a mi familia en primer lugar, y a mí en segundo. Eso es lo que vivo… La vida se trata de honrar a Dios y ser el mejor ser humano que puedas ser así como alabar a Dios en todo lo que haces…Soy el hombre más bendecido que conozco. Es por eso que voy a la iglesia todos los días y le doy gracias a Dios por todo lo que me ha dado. Y lo más importante, gracias por darme, a mi esposa Ruvé, porque sin ella no estaría hablando en este momento» 

A.L.M. / Camino Católico.- Trabajar en el mundo del entretenimiento siempre ha parecido una perspectiva desalentadora, especialmente a la luz del reciente movimiento #MeToo, que ha llevado a algunos productores de Hollywood a la cárcel. La mayor parte del contenido está impregnado de tentaciones de todo tipo, vicios disfrazados de virtudes y un glamour que hace que la avaricia parezca algo bueno.

Pero Neal McDonough es uno de varios actores católicos que desafían esta tendencia. Creció como católico irlandés en la costa de Cape Cod y se mantiene firme en su fe y lealtad a su familia. Precisamente, Esta semana, McDonough  ha escrito una vez más en redes sociales testimoniando cómo vive su catolicismo:

“Alguien se despertó hoy rezando por una señal de que Dios todavía lo ve. Esta es. Él te ve. Te ama. No ha terminado tu historia. No te rindas”.

Desde declaraciones simples de fe como “Cristo es Rey” hasta mensajes de ánimo sobre mantener la mirada en lo que más importa, este padre de cinco hijos es un ejemplo brillante en la industria del entretenimiento: “No fuiste hecho para encajar. Fuiste llamado a destacar, a liderar, a amar, a brillar. Dios no te puso aquí por accidente. Cada cicatriz, cada revés, cada don que llevas, todo importa. Camina erguido. Habla con la verdad. Vive con valentía. El mundo necesita la luz que solo tú puedes aportar”.

Además, asegura que “no lo tengo todo resuelto. Pero conozco a Aquel que sí. Y cada día, elijo confiar en Él, no porque la vida sea fácil, sino porque Cristo es fiel. Mi paz no viene de circunstancias perfectas… Viene de saber que camino con un Salvador perfecto”.

Neal McDonough en la mini-serie Hermanos de Sangre, producida por Steven Spielberg interpretaba al teniente Lynn "Buck" Compton

Perseguido por testimoniar su fe en Hollywood

Neal McDonough es conocido por películas o series como Capitán América, Star Trek, Minority Report, Banderas de Nuestros Padres,  Hermanos de Sangre.

Este actor católico ha experimentado en sus carnes la persecución de Hollywood, como cuando en 2010 fue expulsado de la serie de ABC Scoundrels por negarse a participar en escenas de sexo con la coprotagonista Virginia Madsen. Esto le supuso ser considerado en la industria como un fanático religioso, lo que mermó su carrera durante años. Sin embargo, su talento se ha ido imponiendo y manteniéndose firme en sus creencias al final se ha consolidado como un conocido intérprete.

Sobre este incidente que vivió en el pasado y cómo vive actualmente su fe católica, McDonough habló en una entrevista con el semanario Closer Weekly que recoge Daily Wire, donde con gran sinceridad abrió su corazón.

Se ha negado a besar a otra mujer en pantalla que no fuera su esposa

Se casó en 2003 con Ruve Robertson y juntos han tenido cinco hijos. Y por su compromiso con ella una de sus condiciones en sus papeles es no besar a otra mujer en la pantalla. “No besaré a otra porque estos labios están destinados a una sola mujer”, asegura el conocido actor.

Este mes, el actor estuvo en el podcast Nothing Left Unsaid, donde habló sobre sus propios principios respecto a cualquier papel que acepta.

Desde 2001, “siempre he puesto en mis contratos que no besaría a otra mujer en pantalla. A mi esposa no le molestaba. En realidad, era yo quien tenía el problema”, compartió McDonough con los presentadores. “Pensaba: ‘No quiero hacerte pasar por eso. Sé que vamos a empezar a tener hijos y no quiero que mis hijos pasen por eso’”.

Con respecto a sus papeles, recuerda que cuando está en una grabación y mata a una persona durante el rodaje es “falso”, pero que “cuando estás en la cama con otra mujer en la pantalla, ¿adivina qué? Eso es real. No me gustan este tipo de cosas. No quiero que mis hijos me digan: ‘oye papá, ¿qué estás haciendo con esa señora en la tele?’”.

Ya antes incluso de que le expulsaran de la serie de ABC era ampliamente conocido en Hollywood como un actor que rechazaba las escenas de amor y de sexo. De hecho, entre 2008 y 2009 participó en 29 capítulos de la serie Mujeres desesperadas. “Cuando Marc Cherry (el creador) me firmó, dije: ‘Estoy seguro de que lo sabes, pero no besaré a nadie’. Él decía: ‘¡Pero esto es Mujeres Desesperadas!’. Yo dije: ‘Lo sé’. Hizo una pausa de unos cinco segundos y me dijo: ‘De acuerdo, sólo tendré que escribir mejor’. Y pasamos un buen rato”.

Neal y Ruvé McDonough y su familia asisten al estreno de Slumberland en el AMC Century City / Foto: Featureflash Photo Agency - Shutterstoc

Recientemente circularon titulares de que Hollywood había puesto a McDonough en la lista negra; y la semana pasada, él y su esposa profundizaron en el tema, diciendo que fue una bendición disfrazada.

Ruvé habló durante una entrevista con TMZ el jueves pasado: “Queremos decir, gracias, Hollywood. No me gusta cómo la gente dice que Hollywood le dio la espalda a Neal. No, no fue así. Las personas correctas encontraron a Neal y lo pusieron en el lugar correcto”.

“La intimidad es algo completamente diferente para mí. Cuando no quise hacerlo y no podían entenderlo, Hollywood simplemente me dio la espalda”, explicó Neal. “No me permitieron seguir en el programa [Desperate Housewives]. Y durante dos años, no pude conseguir trabajo y perdí todo lo que puedas imaginar. No sólo casas y cosas materiales, sino tu seguridad, tu carisma, quién eres, tu identidad, todo”.

“Mi identidad era ser actor, y uno muy bueno; y cuando ya no tienes esa identidad, entras en una especie de espiral. Y yo estuve en una gran y fea espiral durante un par de años”, admitió.

Avancemos hasta hoy: el actor acaba de dirigir, producir y protagonizar su propia película, The Last Rodeo, que también contó con su esposa como protagonista. Creen que el pasado sólo preparó el escenario para un futuro más brillante.

“Si no hubiera sido por eso, no estaríamos aquí. Fueron peldaños, y eso hizo que nuestra relación fuera más cercana”.

Además, el actor finalmente besó a alguien en pantalla: ¡a su esposa!

En la saga de Marvel, McDonough Neal interpretó al personaje Dum Dum Dugan en Capitán América 2

El amor a primera vista al conocer a quien sería su esposa

McDonough y su esposa Ruvé Robertson, una modelo sudafricana, se conocieron mientras él filmaba Band of Brothers (Hermanos de Sangre) en el Reino Unido. Recuerda que “era el día de San Patricio, y literalmente nos chocamos en la calle, con los ojos cerrados”. 

“La miré una vez y eso fue todo. Supe que estaba destinada a ser para mi el resto de mi vida, y no podría ser más feliz”, asegura a The Adam Carolla Show.

Al día siguiente, continúa el artista estadounidense, “llamé a la mujer con la que salía en ese momento y le dije: ‘lo siento, esto no funcionará, acabo de conocer a la mujer con la que me voy a casar”.

“Tuve que trabajar para lograrlo — no fue fácil”, agrega.

Ruve y Neal McDonough posan para fotos durante una fiesta de los Oscar / Foto: Silvia Elizabeth Pangaro - Shutterstock.

En diciembre de 2024, para celebrar su aniversario, McDonough recurrió a las redes sociales para compartir su historia de amor:

“Acabamos de celebrar 21 años de matrimonio con mi mejor amiga, mi cómplice, la madre de mis cinco hijos y la única persona con la que quiero despertar cada mañana y dormir cada noche”.

“¡Gracias, Ruvé, por ayudarme a ser el hombre que soy hoy! Siempre he dicho: ‘Puedo conquistar el mundo con una mano atada a la espalda... ¡siempre y cuando tú sostengas la otra!’”.

“Soy el hombre más bendecido que conozco. Es por eso que voy a la iglesia todos los días y le doy gracias a Dios por todo lo que me ha dado. Y lo más importante, gracias por darme, a Ruvé, porque sin ella no estaría hablando en este momento”.

Sus hijos Morgan, Catherine, London, Clover y James viajan con sus padres en ciertos proyectos, y la hija mayor, Catherine, ha modelado junto a su madre para una marca de ropa.

En una entrevista anterior en Christian Examiner, el actor hablaba de cómo ejerce su condición de católico en Hollywood. Dos son sus condiciones a la hora de interpretar un papel: no usar el nombre de Dios en vano y la ya citada de no besar a otra mujer, y mucho menos hacer escenas de cama con ella.

"Alabar a Dios con todo lo que haces"

Estas duras condiciones le han hecho perder importantes papeles que le hubieran reportado millones de dólares. Sin embargo, Neal considera que “la vida se trata de honrar a Dios y ser el mejor ser humano que puedas ser así como alabar a Dios en todo lo que haces”.

Del mismo modo, el actor confiesa que “si pudiera hacer películas sobre Dios todos los días de la semana, eso sería lo que haría el resto de mi vida. Pero Hollywood no gana lo suficiente con esas películas para poder ganarme la vida”.

Sobre el famoso incidente que marcó su carrera, McDonough asegura que “fue una situación horrible para mí. Después de aquello no conseguía trabajo porque todos pensaban que era un fanático religioso. Soy muy religioso. Pongo a Dios y a mi familia en primer lugar, y a mí en segundo. Eso es lo que vivo. Pero fue difícil durante algunos años”.

Creó una productora propia

En 2022, Neal McDonough fundó su propia productora cinematográfica llamada McDonough Co. Trabajando en equipo, el matrimonio encabezó su primera producción llamada Brass & Unity: One Woman’s Journey Through the Hell of Afghanistan and Back. Descrita como una “memoria inspiradora de la veterana de combate Kelsi Sheren”, la historia sigue “a una mujer que presenció lo peor de la guerra en Afganistán, se enfrentó a los demonios del estrés postraumático y luchó por su vida para volverse más fuerte que nunca”.

Juntos han trabajado en varias películas, incluyendo Boon (2022), The Warrant: Breaker’s Law (2023) y Homestead (2024).

Interpretando a Cristo, el diablo y papeles de villano

Neal McDonough ha interpretado a Jesús y al diablo en algunos trabajos, y sus papeles como villano han influido en su conciencia respecto a la confesión

Aunque el actor ha prestado su voz para interpretar a Jesús en The Truth & Life Dramatized Audio New Testament Bible, que es una grabación de la edición católica de la Biblia, también ha interpretado a Satanás.

Trabajando con la productora de fe Angel Studios, McDonough interpretó a un personaje conocido como el “Benefactor” en The Shift, una película basada libremente en la historia de Job.

Póster de la película "The Shift" / Foto: Cortesía de Angel Studios

Interpretar el papel del villano, dice, lo ha llevado a examinarse a sí mismo como persona.

“Es curioso, cuando he interpretado papeles de villano, me doy cuenta de lo bendecido que soy porque tienes que ir a ciertos lugares en tu mente y, como actor de método que soy, profundizar y encontrar cosas, a veces cosas que no te gustan de ti mismo, y tienes que arreglar esas cosas”, dice a Our Sunday Visitor.

“Pero hacer este psicoanálisis de mí mismo mientras interpreto ciertos personajes sólo me hace una persona más fuerte, un mayor creyente, y hace que la vida sea mucho más fácil sabiendo que la gente puede decir o hacer lo que quiera conmigo, yo sé la verdad de las situaciones, y sé que Dios siempre está ahí para mí y para todos los que creen en Él”.