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miércoles, 20 de noviembre de 2024

Los ángeles invaden las redes sociales: ¿Cuándo son cristianos y cuándo ‘New Age’? Responde Luis Santamaría del Río

 

* «Parecen ángeles, pero no lo son. La valoración de la Iglesia es clara: sí, es cierto que cuando algunas personas dicen recibir mensajes de los ángeles o entrar en contacto con ellos, “las manifestaciones son efectivamente espirituales, pero no proceden de Dios, a pesar del lenguaje de amor y luz que suele usarse casi siempre”. Y continúa diciendo: “probablemente sea más correcto referirse a ello como a una forma contemporánea de espiritismo, más que a una espiritualidad en sentido estricto. ¿Espiritismo? Sí, aunque ahora se hable de channeling (canalización), y la persona que hace la función de médium sea llamada channel (canal), en un intento de enmascarar y dulcificar una práctica rechazada y prohibida por el Magisterio de la Iglesia católica desde siempre. Aunque este documento del Vaticano no mencione al demonio, está claro que vislumbra su acción causal, dado que habla de manifestaciones “espirituales” que “no proceden de Dios”. Su origen, por lo tanto, no puede ser otro»

Camino Católico.-  Cada vez hay más presentaciones de la figura de los ángeles como seres superiores de cariz casi mágico, con un lenguaje confuso que emplea términos cristianos y bíblicos, pero en una frontera difusa que suena más a esoterismo. Sí, la Nueva Era (New Age) utiliza los ángeles, pero en un sentido totalmente diferente. ¿Cómo distinguirlos? En este artículo de Luis Santamaría del Río que ha publicado Portaluz veremos las claves principales.

En las últimas décadas, los ángeles se han puesto de moda. Seres espirituales de cuya existencia habla la Biblia, no son patrimonio exclusivo del judaísmo y del cristianismo, sino que aparecen como mediadores –y mensajeros, que eso significa etimológicamente su nombre griego– entre Dios y los hombres en el islam y en otras religiones. En el caso de la fe monoteísta, queda claro que los ángeles son criaturas, y de ninguna manera pueden identificarse con Dios. 

Sin embargo, cada vez hay más presentaciones de la figura de los ángeles como seres superiores de cariz casi mágico, con un lenguaje confuso que emplea términos cristianos y bíblicos, pero en una frontera difusa que suena más a esoterismo. Sí, la Nueva Era (New Age) utiliza los ángeles, pero en un sentido totalmente diferente. ¿Cómo distinguirlos? En este artículo veremos las claves principales. Pero antes, repasemos el aviso que dio la Santa Sede sobre este asunto en particular. 

La alerta del Vaticano sobre la trampa del “encantamiento”

 


En el documento Jesucristo portador del agua de la vida. Una reflexión cristiana sobre la “Nueva Era”, del año 2003, fruto del trabajo conjunto de varios dicasterios –organismos que colaboran con el Papa en el gobierno de la Iglesia universal–, leemos una advertencia clara sobre la presencia de los ángeles en el discurso doctrinal de la New Age. En efecto señala que: “uno de los elementos más comunes de la espiritualidad de la Nueva Era es la fascinación por las manifestaciones extraordinarias y en particular por los seres paranormales”. Aquí es donde -para los cultores de la New Age- encuentran su lugar, entre otras pretendidas entidades sobrenaturales y ‘maestros ascendidos’, ciertos seres a los que llaman ángeles. 

Parecen ángeles, pero no lo son. La valoración de la Iglesia es clara: sí, es cierto que cuando algunas personas dicen recibir mensajes de los ángeles o entrar en contacto con ellos, “las manifestaciones son efectivamente espirituales, pero no proceden de Dios, a pesar del lenguaje de amor y luz que suele usarse casi siempre”. Y continúa diciendo: “probablemente sea más correcto referirse a ello como a una forma contemporánea de espiritismo, más que a una espiritualidad en sentido estricto”. 

¿Espiritismo? Sí, aunque ahora se hable de channeling (canalización), y la persona que hace la función de médium sea llamada channel (canal), en un intento de enmascarar y dulcificar una práctica rechazada y prohibida por el Magisterio de la Iglesia católica desde siempre. Aunque este documento del Vaticano no mencione al demonio, está claro que vislumbra su acción causal, dado que habla de manifestaciones “espirituales” que “no proceden de Dios”. Su origen, por lo tanto, no puede ser otro. 

1ª clave: los nombres de los ángeles

  


Una forma muy sencilla de distinguir cuándo nos encontramos ante contenidos cristianos sobre los ángeles y cuándo, por el contrario, nos adentramos en los terrenos del esoterismo, es poner la atención en los nombres que se les dan. La liturgia de la Iglesia, basándose en la revelación bíblica y en la Tradición, tiene dos fiestas dedicadas a los ángeles: la conmemoración de los arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael (29 de septiembre) y la de los ángeles custodios (2 de octubre). 

Los primeros aparecen atestiguados nominalmente en la Sagrada Escritura y se cuentan sus intervenciones respectivas en la historia de la salvación. En cuanto al ángel de la guardia, la Iglesia enseña que Dios ha asignado uno a cada persona. Por lo tanto, cuando nos encontramos con listados de ángeles o arcángeles –habitualmente siete, pero también en cantidades mayores–, es seguro que estamos fuera de la fe cristiana, habiendo ingresado en uno de los múltiples senderos de la Nueva Era. 

¿Se trata de nombres antiguos, procedentes de textos judíos clásicos? Algunos de ellos, sí. Pero no están en la Biblia, sino en documentos apócrifos –es decir, que no fueron incluidos en el canon de libros sagrados del pueblo hebreo, y mucho menos en el de la Iglesia– y, sobre todo, en las versiones esotéricas de la religión judía (la Cábala). 

2ª clave: el tipo de invocación

 


Siguiendo el mismo principio de la espiritualidad cristiana según el cual la liturgia refleja, expresa y aplica fielmente los contenidos doctrinales (formulado de forma clásica como “lex orandi, lex credendi”), podemos distinguir los verdaderos ángeles de aquellos ajenos al cristianismo por el tipo de invocación y el lenguaje empleado en ella. 

Efectivamente: en la tradición de la Iglesia, las oraciones dirigidas a los ángeles se expresan en términos de invocación como mediadores entre Dios y los hombres, de forma semejante a lo que sucede con la invocación de los santos. En ningún caso se refieren a los ángeles como dioses o semidioses, sino como criaturas espirituales que comparten la gloria eterna con el Señor, y a quienes los fieles se unen en la misma liturgia de alabanza ya aquí en la tierra (como sucede en cada misa con el canto del “Santo, santo, santo”). 

Y, por supuesto, en las oraciones cristianas dirigidas a los ángeles no hay ningún rastro de pensamiento mágico, sino de petición de la gracia de Dios a través de sus mensajeros. Ni expresiones típicas de las falsas oraciones de la New Age como “yo decreto” o “sello”, que son propias de conjuros y hechizos. 

3ª clave: la especialización 

Hay un elemento muy llamativo en las presentaciones de tipo esotérico de los ángeles: su carácter especializado. Imitando de alguna forma los patronazgos de los santos, cuando se ofrecen listas de ángeles aparecen asociados a “funciones” o virtualidades diversas, de forma que se entiende que hay que invocar a uno o a otro según la necesidad o la circunstancia. Uno sería el especialista en el amor, otro conseguiría trabajo, su compañero traería la abundancia y otro diferente proporcionaría la salud. 

Siguiendo esta misma línea, a veces se atribuye un color propio a cada uno de los ángeles, un tipo de vela o de sustancia que habría que utilizar al invocarlo o hasta un chakra (supuesto centro energético del ser humano) determinado sobre el que tendría influencia o proporcionaría protección. Todo un despropósito que se aleja de la fe para situarse de lleno en el terreno de la superstición y de la magia. 

4ª clave: la búsqueda de comunicación 

Volvamos a la invocación. En la New Age suele ser entendida, como ya avisaba el documento del Vaticano que hemos citado, como el establecimiento de un contacto que no busca tanto la intercesión ante Dios cuanto la posibilidad de recibir mensajes o revelaciones de parte de los ángeles. Así, la persona que los invoca termina “canalizando” sus comunicaciones, que después compartiría con sus seguidores u oyentes. 

De esta forma, se entiende a las criaturas angélicas como una especie de oráculo capaz de revelar cuestiones ocultas, mostrar el futuro o desentrañar el mundo interior de los que acuden a ellas. Una técnica realmente peligrosa, por la potencialidad de manipulación que supone: los sujetos que se erigen en “portavoces” de los ángeles acaban convirtiéndose en maestros espirituales, y es fácil que entren en una espiral irracional que arrastre a sus adeptos, generando una dependencia en ellos que pueda llevar a la despersonalización y al alejamiento de una sana y verdadera espiritualidad. 

La enseñanza de la Iglesia sobre los ángeles

 

Para tener claro el papel de los ángeles en la fe cristiana, tal como lo ha enseñado la Iglesia católica a partir de la Biblia y la Tradición, basta con acercarse al Catecismo de la Iglesia Católica. Cuando se explica qué quiere decir que Dios es “Creador del cielo y de la tierra”, el texto afirma con claridad que la existencia de los ángeles “es una verdad de fe”. Y a lo largo de varios números (328-336) detalla lo que ha sido revelado sobre ellos. 

También es interesante la serie de catequesis semanales que Juan Pablo II dedicó al tema de los ángeles en 1986, precisamente al comentar el credo. Se pueden encontrar fácilmente en la página web de la Santa Sede, acudiendo a los textos de las audiencias del 9 de julio, el 23 de julio, el 30 de julio, el 6 de agosto y, a continuación, las que versaron sobre los ángeles caídos o demonios, y sobre la victoria de Cristo sobre el mal, el 13 de agosto y el 20 de agosto

Es muy significativo que ya en la primera de aquellas catequesis, el pontífice polaco señalara que “hoy, igual que en tiempos pasados, se discute con mayor o menor sabiduría acerca de estos seres espirituales”. Y, en una clara referencia a la “moda” de los ángeles en la New Age, añadía la siguiente advertencia: “a veces, la confusión es grande, con el consiguiente riesgo de hacer pasar como fe de la Iglesia respecto a los ángeles cosas que no pertenecen a la fe o, viceversa, de dejar de lado algún aspecto importante de la verdad revelada”. Una observación, como hemos visto, a tener en cuenta.

Luis Santamaría del Río


miércoles, 13 de noviembre de 2024

Federica Tognacci: «Fui 20 años budista, vi que el principio esencial es ‘mi dios soy yo’, se estaba derrumbando mi matrimonio y sentí la necesidad de transformar mi corazón en más parecido a Jesús»


Federica Tognacci vio derrumbarse su matrimonio mientras aplicaba el principio esencial de la espiritualidad budista: el ego / Foto: Instagram
@fede_prega_il_rosario

* «No sé de dónde venía esto, ya que hasta entonces el orgullo siempre me había parecido algo bueno; pero luego, al comprender lo que era el combate espiritual, me di cuenta de que era algo sobre lo que tenía que trabajar. Mi abuela no había dejado que el orgullo convirtiera su corazón en egoísta y sentí que ese era el camino que yo también tenía que emprender: convertir mi corazón»

Camino Católico.- Tras veinte años de mantras, reiki y sesiones de psicoterapia que rayan el espiritismo, Federica Tognacci, una experta en comunicación, se convirtió y ahora reza el rosario a través de las redes sociales. Raffaella Frullone habla con ella en el número 244 (noviembre de 2024) del mensual católico de apologética Il TimoneVerbum Caro lo traduce en Religión en Libertad.

"Federica, diario de una new entry en Cristo: veinte años en la Soka Gakkai y luego ¡bum! Jesús vino a buscarme". Federica Tognacci, nacida en 1980, de la región de las Marcas de nacimiento y boloñesa de adopción, se presenta así en Instagram, donde es conocida por el apodo de @fede_prega_il_rosario, porque después de haber estado en una psico-secta budista durante más de dos décadas, hoy esta redactora divulga la oración mariana más suave, en italiano y también en latín. Nos ponemos en contacto con ella por teléfono y empezamos aquí mismo a contar su historia.

"La página nació porque cuando me convertí estaba completamente sola, no conocía a ningún católico. En un momento dado me acordé de que cuando era pequeña, en el campo, delante de los tabernáculos de la Virgen, en mayo, había gente rezando el rosario por las tardes, así que decidí ir a la iglesia para ver si eso seguía existiendo. Y me di cuenta de que la gente sí que rezaba, pero la media de edad de los presentes era altita y yo quería conocer a gente de mi edad, así que decidí probar con Instagram, ya que trabajo en comunicación y mi edad está perfectamente en target".

-¿Cómo es posible que estuvieras completamente sola?

-Mis conocidos siempre han estado en el mundo de la New Age, los católicos que conocía se remontaban a mi época de la escuela primaria, sólo tenía amigos budistas...

Federica Tognacci / Foto: Instagram @fede_prega_il_rosario

-Cuando dices que estabas en el mundo New Age, ¿a qué te refieres exactamente y cómo llegaste allí?

-La mayoría de la gente vive inmersa en los cultos de la New Age pero no lo sabe, es parte de nuestra cultura neo-gnóstica. Yo era una chica con cierta sensibilidad y me encontraba en una búsqueda, me hacía preguntas sobre el sentido de la vida y las respuestas que ahora tengo de la Iglesia estaban entonces fuera de mi radar, diría que escondidas, mientras que las del mundo se me presentaban constantemente, por todas partes: esta sociedad neopagana te las ofrece en bandeja de plata.

Era atea cuando, a los 19 años, me trasladé de Osimo, en la provincia de Ancona, a Bolonia; un día, a los 23, un amigo me invitó a una reunión budista, y ese fue el principio. Lo que encontré en esta práctica -considerada laica, pero que es de todo menos laica- respondía a mis valores de entonces: en el centro se ponía el ego.

El principio básico es sencillo: mi dios soy yo, yo decido sobre mi vida, me fijo unos objetivos y los logro. Luego los voy tachando. No hay moral, todo vale, matrimonio entre dos mujeres o dos hombres, divorcio, fluidez sexual, gestación subrogada. El lema es hacer lo que la persona siente en ese momento. Esto se declinaba en una serie de prácticas: meditación con repetición de mantras, psicología llevada a un nivel que raya el espiritismo, la medicina alternativa, la cristaloterapia, el reiki.

-¿Cuándo despertaste del hechizo?

-Cuando empecé a ver que me estaba derrumbando, sobre todo en la relación con mi marido, con el que me casé hace diez años. Básicamente, en algún momento empecé a darme cuenta de cuál sigue siendo el aspecto sobre el que estoy intentando que Cristo me ablande el corazón, que es el egoísmo. Empecé a darme cuenta de que anteponer siempre el ego a todo, los propios objetivos al resto, avanzando como un tren, me estaba llevando a descarrilar.

Federica Tognacci, junto con su marido / Foto: Instagram @fede_prega_il_rosario

Hay que tener en cuenta que mi marido no me siguió en este camino, siempre ha sido católico, y esto no "ayudaba a mi evolución" según los que promueven esta forma de pseudo-budismo, y en un momento dado empecé a entrar en crisis, también por lo que veía a mi alrededor. Casi todo el mundo en mi círculo acudía a un psicoterapeuta, mis amigas al cabo de un año empezaron a separarse de sus maridos. A mí me pasaba lo mismo. Incluso me fui de casa. Y me impresionó mucho su reacción. Se mantuvo firme en su matrimonio, siguió llevando la alianza, tenía una gran dignidad sentimental y me dijo: "Este es tu sitio, te espero"; fue un momento fundamental en mi conversión.

-¿Hubo otros pasos?

-Muchísimos. Una vez, de repente, me acordé de mi abuela materna, que tenía tres características: una ética fuerte, orgullo y un buen corazón. Y sentí la necesidad de transformar mi corazón, de convertirlo en más parecido a Jesús. No sé de dónde venía esto, ya que hasta entonces el orgullo siempre me había parecido algo bueno; pero luego, al comprender lo que era el combate espiritual, me di cuenta de que era algo sobre lo que tenía que trabajar. Mi abuela no había dejado que el orgullo convirtiera su corazón en egoísta y sentí que ese era el camino que yo también tenía que emprender: convertir mi corazón.

-Con la página de Instagram, sin embargo, se te ha abierto otro tipo de mundo...

-Fue casual, porque cuando murió el Papa Benedicto, mientras hacía scroll, me topé con un post que se había hecho viral: era del grupo Mienmiuaif, que yo no conocía.

Mienmiuaif: un matrimonio católico que comparte su fe en la red y difunde sus canciones, como ésta dedicada al Padre Pío

A partir de ahí se me abrió una visión del mundo católico on line. Me di cuenta de que era gente que se relacionaba de otra manera, que había ganas reales de conocerse y encontrarse. Conocí a mujeres de mi edad que se reunían para rezar el rosario, luego descubrí la realidad del Monasterio Wi-Fi de Costanza Miriano y asistí al capítulo romano el año pasado: las catequesis fueron una propuesta absolutamente nueva para mí, lo cual me hizo enfadar mucho porque estoy convencida de que un chico joven necesita desesperadamente escuchar esas palabras. A partir de ahí descubrí que la Iglesia también estaba presente en Bolonia -evidentemente- y que había una Iglesia viva, rica, de la que antes no sabía nada y que puede aportar muchísimo.

Sí, a veces lo virtual se convierte en real. Y sí, la fe también pasa por Instagram. Y reza el Rosario.

Traducción de Verbum Caro

sábado, 2 de noviembre de 2024

Isabel Rangel quedó atrapada en la masonería y el ocultismo: «Entré en una Iglesia, algo cambió dentro de mi y me siento hija de Dios que me rescató, me siento amada, liberada»


Isabel Rangel explica que “te dicen que no hay nada como una sociedad de estudio, pero, hoy, que ya conozco a Dios, y hago esos flashback a cuando estaba allá, veo que es una completa imitación de la Santa Iglesia Católica; el templo, las logias, las juntas... es una completa imitación, y nunca, nunca van a lograr estar a la altura de Dios"

* «Empezó una paz en mi corazón, empecé a quitarme todas esas ropas viejas, a quitarme todas esas corazas que no las necesito. No necesito ser poderosa, no necesito gobernar a los demás, no necesito ser una diosa, no lo necesito, porque eso no lo soy, no fui formada para eso, yo no fui formada para nada que no venga de Dios. Yo ya me empezaban a atormentar, a idear la situación del suicidio, de un suicidio que buscara cómo dejar a mis hijas en una situación no tan desfavorable económicamente. Pero, no hay que dejarnos engañar, donde no está Dios hay muerte. En ningún lugar de la Nueva Era, en ningún lugar donde no está Dios. Estoy en servicio para Él en el cenáculo de oración sacerdotal Mariano. Algún día a mí me rescató y también puede rescatar a mis hermanos que están perdidos, que están falsamente empoderados»

Vídeo de El Rosario de las 11 PM en el que Isabel Rangel cuenta su testimonio

Camino Católico.- Diana Isabel Rangel Guerrero es mexicana, de León (Guanajuato), y hace muy poco tiempo que dejó la masonería y las ciencias ocultas en las que había caído. La verdadera felicidad la encontraría gracias a una tía muy devota de la Virgen, y a otra serie de acontecimientos familiares. En el canal  El Rosario de las 11 PM ha contado su testimonio y Religión en Libertad lo sintetiza.

"Nací en una familia católica y con el paso del tiempo me fueron sucediendo cosas que me alejaron del camino de Dios. Todo lo que me había estado pasando me fue llenando de heridas en mi corazón, fui una niña que sufrió, o que vivió, cosas muy dolorosas, buscaba sentirme bien, pero nada de lo que hacía me era suficiente", comienza diciendo.

Una imitación de la Iglesia

Cuando Isabel creció se puso a estudiar Derecho y conoció a unas personas que le invitaron a pertenecer a la masonería, en la cual se inició un 16 de diciembre del 2016. "Estuve en diferentes logias. Me duele tanto reconocer que a Dios lo busqué como último recurso, cuando debió haber sido el primero. Ese engaño empezó a cegarme, a atarme, a esclavizarme", relata. 

"Una cosa me fue llevando a la otra y así pasé a envolverme en un tormento. En una falsa felicidad, en el mundo falso donde no está Dios. Hoy puedo entender que hay muerte en ese engaño que yo viví en la masonería. Te dicen que no hay nada como una sociedad de estudio, pero, hoy, que ya conozco a Dios, y hago esos flashback a cuando estaba allá, veo que es una completa imitación de la Santa Iglesia Católica; el templo, las logias, las juntas... es una completa imitación, y nunca, nunca van a lograr estar a la altura de Dios". 

"Es una cultura de muerte, todos te engañan, te dicen que investigues cosas, que veas más allá, que dudes siempre, y todo es mentira, porque ahí no está Dios. Según vas recorriendo los grados vas haciendo cosas más fuera de Dios; rituales, consagraciones... Y es cuando empezaron a iniciarme en cuestiones espiritistas, con la teosofía, la metafísica, las ciencias ocultas, paranormales, parapsicología y todo aquello donde solo hay oscuridad".

En 2023 se publicaron unos vídeos, grabados con cámara oculta, que muestran un ritual de iniciación masónica en una logia de Arizona (Estados Unidos)

"Empiezo entonces también a iniciarme en todo lo de la Nueva Era, el yoga, el reiki, en la brujería... Me inicio en la Wicca y empiezo a hacer rituales, consagraciones, empiezo a estudiar la biodescodificación emocional, los códigos sagrados, entro en sociedades donde me seguían enseñando cosas fuera de Dios, la hipnoterapia, la magnetoterapia, el péndulo y la acupuntura, muchas cosas donde me empoderan falsamente y donde mi soberbia crecía como la levadura".

El agujero de oscuridad en el que se estaba metiendo Isabel era muy profundo, hasta que una mala noticia le hizo escuchar algo diferente. Su tía, una católica muy devota de la Virgen María estaba apunto de fallecer, y su forma de enfrentar la muerte le iba a tocar.

"Conviví con mi tía y fue una parte muy importante del rescate de Dios a mi vida. Mi tía fue una persona muy devota, ella pertenecía al Movimiento de Renovación Carismática. Ninguna persona que haya llegado a su vida se fue con las manos vacías, ella siempre compraba medallitas y las bendecía. Fue una persona muy bondadosa y muy piadosa. Cuando me fui a la masonería, a mi familia no le cayó bien y se apartaron de mí. Pero, cuando veía a mi tía, que vendía juguetes en un parque, ella me saludaba, me preguntaba si seguía 'en los malos' y me decía 'voy a pedir por ti', y sus oraciones dieron fruto". 

Cuando su tía había fallecido ya, Isabel le pidió a una amiga que le ayudara a encontrar un sacerdote en la ciudad. "Ahí, en su cama, todos llorando, entró el sacerdote, se puso sus ornamentos y empezó a hablarle al oído a mi tía. Justo en ese momento escuché una campana, era el mediodía. Mi tía acababa de fallecer el día de la Virgen de la Medalla Milagrosa, de la cual era devota. Entonces empezó como abrirse esa manera de cuestionarme las cosas, de ver cómo está sucediendo esto". 

"Se me quedaba la interrogante de si existiría Esa persona a la que ella le gritaba, cuando le daban los dolores bien fuertes del cáncer. Ella decía, casi sin poder alcanzar a emitir una palabra completa: 'Jesús, hijo de David'. Cuando ella se fue me sentí más vacía, pero, por primera vez, no sé cómo explicarlo, sentí ese amor que tanto yo andaba buscando en mi vida, me sentí amada y sentí que realmente amaba". 

Aun así, Isabel volvió a sus viejas rutinas. "Regresé a mis antiguas prácticas, era más doloroso hacer algún ritual, como que ya algo se había perdido, como que ya no estaba esa magia, esa fuerza, ese algo se había ido de mí, y me empecé a encontrar en la nada. No encontraba mi camino, no encontraba mi lugar, no encontraba nada". 

En febrero del 2022, a su sobrina le fue diagnosticada una leucemia, y ésta le dijo las mismas palabras que su tía: "Tú te vas a quedar conmigo a cuidarme". "Y, sin pensarlo, dije que sí, y dejé todo, me cambié de ciudad y estuve con ella para ayudarle. Yo había estudiado enfermería y quería trabajar de noche para estudiar medicina. Creía que era mi razón de ser, me fui por el lado humano sin saber los designios que tiene Dios".

"Ya no estaba en ningún lugar; ni en la masonería ni en la Nueva Era ni en la brujería... Entonces, un día, mi cuñado 'se equivocó' de calle y llegué a la parroquia de la Divina Providencia. Allí tenían un Sagrado Corazón, la Virgen Reina de la Paz, la Divina Providencia... Fue muy conmovedor, porque cada una de esas imágenes es de algún templo de la ciudad de donde yo soy natural, y que visitaba de pequeña con mi tía, fue como un resumen de mi infancia, verlos todos juntos ahí fue como volver a sentir una presencia". 

El verdadero "empoderamiento"

Y, tiempo después, falleció su hijo Samuel. "Cuando empezaron a hacer las oraciones me di cuenta de que esa Hora Santa era para mí y empecé a llorar. Dejaba soltar todo eso de ser la mujer empoderada y todas las falsas creencias que tenía de mí, de ser fuerte, de ser poderosa. Por primera vez me estaba dando cuenta de que yo no podía nada". Y, desde entonces, la vida de Isabel comenzó a ser otra.

"Hacía misa diaria y confesión cada semana, las oraciones diarias... me iba a la misa, a la parroquia de la Divina Providencia y a las 8 de la mañana entraba a trabajar... Un día, Dios me regaló un descanso espiritual, y me quedé tan impresionada de lo que viví ahí, de cómo algo dentro de mí empezaba a cambiar". Después, fue invitada a una asamblea de oración y comenzó a formar parte de una comunidad de la Renovación Carismática.

"Empezó una paz en mi corazón, empecé a quitarme todas esas ropas viejas, a quitarme todas esas corazas que no las necesito. No necesito ser poderosa, no necesito gobernar a los demás, no necesito ser una diosa, no lo necesito, porque eso no lo soy, no fui formada para eso, yo no fui formada para nada que no venga de Dios. Yo ya me empezaban a atormentar, a idear la situación del suicidio, de un suicidio que buscara cómo dejar a mis hijas en una situación no tan desfavorable económicamente". 

"Pero, no hay que dejarnos engañar, donde no está Dios hay muerte. En ningún lugar de la Nueva Era, en ningún lugar donde no está Dios. Hoy por hoy me siento hija de Dios, me siento amada, liberada. Estoy en servicio para Él en el cenáculo de oración sacerdotal Mariano. Algún día a mí me rescató y también puede rescatar a mis hermanos que están perdidos, que están falsamente empoderados", concluye.