* «Tocar las heridas de Jesús, que están en los problemas, en las dificultades, en las persecuciones, en las enfermedades, en tanta gente que sufre. ¿Tú no estás en paz?, Ve, ve a visitar a alguien que es símbolo de la herida de Jesús, toca la herida de Jesús. De esas heridas sale la misericordia. Por eso hoy es el domingo de la misericordia. Un santo decía que el cuerpo de Jesús crucificado es como un saco de misericordia, que a través de las heridas venía hacia todos nosotros. Todos nosotros necesitamos de la misericordia, lo sabemos. Acerquémonos a Jesús y toquemos sus heridas, en nuestros hermanos que sufren. Las heridas de Jesús son un tesoro: de ahí surge la misericordia. Seamos valerosos y toquemos las heridas de Jesús. Con estas heridas Él está delante del Padre y nos hace ver al Padre, como si dijera. “Padre, este es el precio, estas heridas son lo que yo he pagado por mis hermanos”. Con las heridas Jesús intercede ante el Padre. Nos da la misericordia y nos acerca e intercede por nosotros. No olviden nunca las heridas de Jesús »
* «Os invito a uniros a mi oración por los refugiados que se encuentran en centros de detención en Libia, cuya situación, que ya es muy grave, se torna aún más peligrosa debido al conflicto en curso. Hago un llamamiento para que especialmente las mujeres, niños y enfermos puedan ser evacuados lo antes posible a través de los corredores humanitarios. Y también oramos por aquellos que perdieron la vida o sufrieron graves daños por las recientes inundaciones en Sudáfrica. Para que a estos hermanos nuestros no les falte nuestra solidaridad y el apoyo concreto de la comunidad internacional»