En una callecita del barcelonés barrio de Gracia, la Fundación Prahu ayuda a miles de inmigrantes a buscar empleo.
Es difícil. Más aun cuando las puertas se van cerrando una tras otra debido a un requisito que no mide capacidades ni cualidades éticas. Conseguir trabajo con un NIE en la billetera es difícil, sí, pero cuando ni siquiera se cuenta con este documento, la situación es dramática.
Y que no se crea que sólo los extranjeros son conscientes de esta realidad. Prueba de ello es la Fundación Prahu, creada por catalanes hace más de 10 años.
“Esta idea tiene sus orígenes en unos grupos de oración de la Renovación Carismática Católica, donde estábamos Miquel Peix (claretiano) y Francisco Gomariz”, explica el padre Julián Villalobos, director de la fundación.
En esa época, en los años 92-93, la inmigración no era masiva y apenas había “unos cuantos peruanos y ecuatorianos, además de magrebíes”. Es por ello que la entonces asociación Amor de Déu (Amor de Dios), se enfocó en la atención de españoles mayores de 45 años, quienes cuando perdían su empleo, veían casi imposible su reincorporación en el mercado laboral.
Todos bienvenidos
“Cuando llega una persona y tiene problemas, le digo que tiene que orar a Dios en primer lugar, porque Él responde, pero, claro, también si uno necesita comida, vestido y alojamiento, hay que proporcionarlo”, afirma Villalobos.
Sin embargo, el ‘boca a boca’ y el creciente fenómeno de la inmigración les hizo acoger cada vez a más extranjeros. Es así como se termina creando la Fundación Prahu en septiembre de 1995.
Villalobos, quien recién había acabado sus estudios de Teología Bíblica y Filosofía en Barcelona cuando se unió a esta gesta, hace hincapié en que la asociación tiene inspiración cristiana en todo, pero que también apoyan musulmanes y ateos: “No somos confesionales en nuestra actividad ni dependemos de la Iglesia Católica, como Cáritas. Somos una entidad privada constituida en Cataluña”.
Los servicios
El objetivo principal es la ayuda integral al inmigrante: búsqueda de trabajo, asesoramiento legal, avalar personas que necesitan alquilar un piso (sin el NIE no se puede alquilar un piso), cursos de formación ocupacional, de idiomas, proporción de víveres, etc.
Aparte, tienen otros proyectos más específicos dirigidos a mujeres, quienes desde un punto de vista psicológico, sufren más la soledad cuando se encuentran en situación migratoria: “Hacemos reuniones semanales con ellas, donde está prohibido hablar solo de trabajo, sino también de sentimientos, anécdotas, gente que van conociendo, etc.”.
El contacto directo con extranjeros en situación vulnerable convierte al padre Julián en una persona que puede hablar con autoridad sobre el tema, y es categórico cuando afirma: “Después de haber visto los debates presidenciales, no me gustó la intención de criminalizar o demonizar a los inmigrantes. Yo pongo las manos en el fuego en base a mi experiencia atendiendo a miles de ellos: en su mayoría son personas honradas que por necesidades económicas vienen para poder ayudar a sus familias allá”.
Actualmente, la Fundación Prahu solventa una parte de sus gastos con fondos de la Generalitat, el Ayuntamiento, la Secretaria de Immigració, Acción Social y los cursos que ofrecen de capacitación laboral (a precios muy económicos). El presidente de la fundación, el ingeniero Jaume Ministral Gozalbo también hace importantes aportes.
Por ahora, la asociación está más abocada a insertar hombres en el mercado laboral (el 60% de sus usuarios), pues para las mujeres es más fácil encontrar trabajo en Barcelona. Aparte, “ellas también tienen el apoyo de conventos que las ayudan”, explica Villalobos, un hombre entregado al servicio social, al igual que todos los voluntarios que trabajan en la fundación.
Fundación Prahu (www.fundacioprahu.org)
Presidente: Jaume Ministral Gozalbo
Dirección: Sant Pere Màrtir, 18 (08012 Barcelona)
Teléfono: 93-217-3020 Horario de atención: de 10h a 13h (se recomienda ir temprano para obtener número de atención)
Cifras de 2007
8500 personas fueron atendidas
2500 personas se inscribieron en la bolsa de trabajo
700 personas obtuvieron trabajo (sin contar a los que acudieron a la vendimia)
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Fuente: www.McOndo.es
Es difícil. Más aun cuando las puertas se van cerrando una tras otra debido a un requisito que no mide capacidades ni cualidades éticas. Conseguir trabajo con un NIE en la billetera es difícil, sí, pero cuando ni siquiera se cuenta con este documento, la situación es dramática.
Y que no se crea que sólo los extranjeros son conscientes de esta realidad. Prueba de ello es la Fundación Prahu, creada por catalanes hace más de 10 años.
“Esta idea tiene sus orígenes en unos grupos de oración de la Renovación Carismática Católica, donde estábamos Miquel Peix (claretiano) y Francisco Gomariz”, explica el padre Julián Villalobos, director de la fundación.
En esa época, en los años 92-93, la inmigración no era masiva y apenas había “unos cuantos peruanos y ecuatorianos, además de magrebíes”. Es por ello que la entonces asociación Amor de Déu (Amor de Dios), se enfocó en la atención de españoles mayores de 45 años, quienes cuando perdían su empleo, veían casi imposible su reincorporación en el mercado laboral.
Todos bienvenidos
“Cuando llega una persona y tiene problemas, le digo que tiene que orar a Dios en primer lugar, porque Él responde, pero, claro, también si uno necesita comida, vestido y alojamiento, hay que proporcionarlo”, afirma Villalobos.
Sin embargo, el ‘boca a boca’ y el creciente fenómeno de la inmigración les hizo acoger cada vez a más extranjeros. Es así como se termina creando la Fundación Prahu en septiembre de 1995.
Villalobos, quien recién había acabado sus estudios de Teología Bíblica y Filosofía en Barcelona cuando se unió a esta gesta, hace hincapié en que la asociación tiene inspiración cristiana en todo, pero que también apoyan musulmanes y ateos: “No somos confesionales en nuestra actividad ni dependemos de la Iglesia Católica, como Cáritas. Somos una entidad privada constituida en Cataluña”.
Los servicios
El objetivo principal es la ayuda integral al inmigrante: búsqueda de trabajo, asesoramiento legal, avalar personas que necesitan alquilar un piso (sin el NIE no se puede alquilar un piso), cursos de formación ocupacional, de idiomas, proporción de víveres, etc.
Aparte, tienen otros proyectos más específicos dirigidos a mujeres, quienes desde un punto de vista psicológico, sufren más la soledad cuando se encuentran en situación migratoria: “Hacemos reuniones semanales con ellas, donde está prohibido hablar solo de trabajo, sino también de sentimientos, anécdotas, gente que van conociendo, etc.”.
El contacto directo con extranjeros en situación vulnerable convierte al padre Julián en una persona que puede hablar con autoridad sobre el tema, y es categórico cuando afirma: “Después de haber visto los debates presidenciales, no me gustó la intención de criminalizar o demonizar a los inmigrantes. Yo pongo las manos en el fuego en base a mi experiencia atendiendo a miles de ellos: en su mayoría son personas honradas que por necesidades económicas vienen para poder ayudar a sus familias allá”.
Actualmente, la Fundación Prahu solventa una parte de sus gastos con fondos de la Generalitat, el Ayuntamiento, la Secretaria de Immigració, Acción Social y los cursos que ofrecen de capacitación laboral (a precios muy económicos). El presidente de la fundación, el ingeniero Jaume Ministral Gozalbo también hace importantes aportes.
Por ahora, la asociación está más abocada a insertar hombres en el mercado laboral (el 60% de sus usuarios), pues para las mujeres es más fácil encontrar trabajo en Barcelona. Aparte, “ellas también tienen el apoyo de conventos que las ayudan”, explica Villalobos, un hombre entregado al servicio social, al igual que todos los voluntarios que trabajan en la fundación.
Fundación Prahu (www.fundacioprahu.org)
Presidente: Jaume Ministral Gozalbo
Dirección: Sant Pere Màrtir, 18 (08012 Barcelona)
Teléfono: 93-217-3020 Horario de atención: de 10h a 13h (se recomienda ir temprano para obtener número de atención)
Cifras de 2007
8500 personas fueron atendidas
2500 personas se inscribieron en la bolsa de trabajo
700 personas obtuvieron trabajo (sin contar a los que acudieron a la vendimia)
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Fuente: www.McOndo.es