* «A nosotros se nos pide esto: que seamos, en medio de las ruinas cotidianas del mundo, incansables constructores de esperanza, que seamos luz mientras el sol se oscurece, que seamos testigos de compasión mientras a nuestro alrededor reina la distracción, que seamos amantes y atentos en medio de la indiferencia generalizada. Testigos de compasión. No podremos nunca hacer el bien sin pasar por la compasión. Como mucho haremos cosas buenas, pero que no tocan la vida cristiana porque no tocan el corazón. Lo que nos hace tocar el corazón es la compasión. Nos acercamos, sentimos la compasión y hacemos gestos de ternura. Precisamente el estilo de Jesús: cercanía, compasión y ternura»
Video completo de 13 TV de la homilía del Papa traducida al español
* «Jesús quiere que seamos ‘transformadores de bien’, personas que, inmersas en el aire cargado que respiran todos, respondan al mal con el bien (cf. Rm 12,21). Personas que actúan, que parten el pan con los hambrientos, que trabajan por la justicia, que levantan a los pobres y les restituyen su dignidad, como hizo aquel samaritano. Es hermosa, es evangélica, es joven una Iglesia que sale de sí misma y, como Jesús, anuncia la buena noticia a los pobres (cf. Lc 4,18). Esta es una Iglesia profética, que con su presencia dice a los desalentados y a los descartados del mundo: “Ánimo, el Señor está cerca, también para ti hay un verano que brota en el corazón del invierno. También de tu dolor puede resurgir esperanza”. Hermanos y hermanas, llevemos esta mirada de esperanza al mundo. Llevémosla con ternura a los pobres, con cercanía, con compasión, sin juzgarlos —nosotros seremos juzgados—. Porque allí, junto a ellos, junto a los pobres, está Jesús; porque allí, en ellos, está Jesús que nos espera»