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viernes, 14 de noviembre de 2025

Palabra de Vida 14/11/2025: «El día que se revele el Hijo del hombre» / Por P. Jesús Higueras

Camino Católico.- Espacio «Palabra de Vida» de 13 TV del 14 de noviembre de 2025, viernes de la 32ª semana de Tiempo Ordinario, presentado por el padre Jesús Higueras en el que comenta el evangelio del día.

Evangelio: San Lucas 17, 26-37:

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

«Como sucedió en los días de Noé, así será también en los días del Hijo del hombre: comían, bebían, se casaban los hombres y las mujeres tomaban esposo, hasta el día en que Noé entró en el arca; entonces llegó el diluvio y acabó con todos.

Asimismo, como sucedió en los días de Lot: comían, bebían, compraban, vendían, sembraban, construían; pero el día que Lot salió de Sodoma, llovió fuego y azufre del cielo y acabó con todos.

Así sucederá el día que se revele el Hijo del hombre.

Aquel día, el que esté en la azotea y tenga sus cosas en casa no baje a recogerlas; igualmente el que esté en el campo, no vuelva atrás.

Acordaos de la mujer de Lot.

El que pretenda guardar su vida, la perderá; y el que la pierda la recobrará.

Os digo que aquella noche estarán dos juntos: a uno se lo llevarán y al otro lo dejarán; estarán dos moliendo juntas: a una se la llevarán y a la otra la dejarán».

Ellos le preguntaron:

«¿Dónde, Señor?».

Él les dijo:

«Donde está el cadáver, allí se reunirán los buitres».

«Cuando vuelva el Hijo del Hombre, ¿encontrará esta fe en la tierra?» / Por P. Carlos García Malo

 


jueves, 13 de noviembre de 2025

Palabra de Vida 13/11/2025: «El reino de Dios no viene aparatosamente» / Por P. Jesús Higueras

Camino Católico.- Espacio «Palabra de Vida» de 13 TV del 13 de noviembre de 2025, jueves de la 32ª semana de Tiempo Ordinario, presentado por el padre Jesús Higueras en el que comenta el evangelio del día.

Evangelio: San Lucas 17, 20-25:

En aquel tiempo, los fariseos preguntaron a Jesús:

«¿Cuándo va a llegar el reino de Dios?».

Él les contestó:

«El reino de Dios no viene aparatosamente, ni dirán: “Está aquí “o “Está allí”, porque, mirad, el reino de Dios está en medio de vosotros».

Dijo a sus discípulos:

«Vendrán días en que desearéis ver un solo día del Hijo del hombre, y no lo veréis.

Entonces se os dirá: “Está aquí “o “Está allí”; no vayáis ni corráis detrás, pues como el fulgor del relámpago brilla de un extremo al otro del cielo, así será el Hijo del hombre en su día.

Pero primero es necesario que padezca mucho y sea reprobado por esta generación».

Ser fiel es seguir amando, sirviendo y esperando en silencio, sabiendo que Dios nunca abandona a quien permanece a su lado / Por P. Carlos García Malo

 


miércoles, 12 de noviembre de 2025

Palabra de Vida 12/11/2025: «¿No ha habido quien volviera a dar gloria a Dios más que este extranjero?» / Por P. Jesús Higueras

Camino Católico.- Espacio «Palabra de Vida» de 13 TV del 12 de noviembre de 2025, miércoles de la 32ª semana de Tiempo Ordinario, presentado por el padre Jesús Higueras en el que comenta el evangelio del día.

Evangelio: San Lucas 17, 11-19:

Una vez, yendo Jesús camino de Jerusalén, pasaba entre Samaria y Galilea. Cuando iba a entrar en una ciudad, vinieron a su encuentro diez hombres leprosos, que se pararon a lo lejos y a gritos le decían:

«Jesús, maestro, ten compasión de nosotros».

Al verlos, les dijo:

«Id a presentaros a los sacerdotes».

Y, sucedió que, mientras iban de camino, quedaron limpios. Uno de ellos, viendo que estaba curado, se volvió alabando a Dios a grandes gritos y se postró a los pies de Jesús, rostro en tierra, dándole gracias.

Este era un samaritano.

Jesús tomó la palabra y dijo:

«¿No han quedado limpios los diez?; los otros nueve, ¿dónde están? ¿No ha habido quien volviera a dar gloria a Dios más que este extranjero?».

Y le dijo:

«Levántate, vete; tu fe te ha salvado».

En la medida en que dejamos espacio a Dios dentro de nosotros, Él mismo hace de nuestra vida un reflejo de Su presencia / Por P. Carlos García Malo

 


martes, 11 de noviembre de 2025

Palabra de Vida 11/11/2025: «Somos siervos inútiles, hemos hecho lo que teníamos que hacer» / Por P. Jesús Higueras

Camino Católico.- Espacio «Palabra de Vida» de 13 TV del 11 de noviembre de 2025, martes de la 32ª semana de Tiempo Ordinario, presentado por el padre Jesús Higueras en el que comenta el evangelio del día.

Evangelio: San Lucas 17, 7-10:

En aquel tiempo, dijo el Señor:

«¿Quién de vosotros, si tiene un criado labrando o pastoreando, le dice cuando vuelve del campo:

«En seguida, ven y ponte a la mesa»?

¿No le diréis:

“Prepárame de cenar, cíñete y sírveme mientras como y bebo, y después comerás y beberás tú”?


¿Acaso tenéis que estar agradecidos al criado porque ha hecho lo mandado? Lo mismo vosotros: cuando hayáis hecho todo lo que se os mandado, decid:

“Somos siervos inútiles, hemos hecho lo que teníamos que hacer”».

«Bendigo al Señor en todo momento, su alabanza está siempre en mi boca» / Por P. Carlos García Malo

 


lunes, 10 de noviembre de 2025

Palabra de Vida 10/11/2025: «Si siete veces en un día vuelve a decirte: ‘Me arrepiento’, lo perdonarás» / Por P. Jesús Higueras

Camino Católico.- Espacio «Palabra de Vida» de 13 TV del 10 de noviembre de 2025, lunes de la 32ª semana de Tiempo Ordinario, presentado por el padre Jesús Higueras en el que comenta el evangelio del día.

Evangelio: San Lucas 17, 1-6:

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

«Es imposible que no haya escándalos; pero ¡ay del que los provoca!

Al que escandaliza a uno de estos pequeños, más le valdría que le ataran al cuello una piedra de molino y lo arrojasen al mar. Tened cuidado.

Si tu hermano te ofende, repréndelo, y si se arrepiente, perdónalo; si te ofende siete veces en un día, y siete veces vuelve a decirte: “Me arrepiento”, lo perdonarás».

Los apóstoles le dijeron al Señor:

«Auméntanos la fe».

El Señor dijo:

«Si tuvierais fe como un granito de mostaza, diríais a esa morera: “Arráncate de raíz y plántate en el mar”, y os obedecería».

domingo, 9 de noviembre de 2025

Papa León XIV en homilía, 9-11-2025: «No se apresuren ni sean superficiales cuando trabajen al servicio del Reino de Dios, excaven profundamente, solo así se puede construir una verdadera comunidad de fe»

* «Sólo con humildad y paciencia se puede construir, con la ayuda de Dios, una verdadera comunidad de fe, capaz de difundir la caridad, de favorecer la misión, de anunciar, celebrar y servir a ese Magisterio apostólico del que este templo es la primera sede»  

   

Vídeo de la transmisión en directo de Vatican News, traducido al español, con la homilía del Papa León XIV 

* «Para Zaqueo, subir a las ramas significa reconocer sus propios límites y superar los frenos inhibidores del orgullo. De este modo, puede encontrar a Jesús, que le dice: `Hoy tengo que alojarme en tu casa’ (v. 5). Desde entonces, a partir de este encuentro, comienza para él una nueva vida (cf. v. 8).Jesús nos transforma, y nos llama a trabajar en la gran obra de construcción de Dios, modelándonos sabiamente según sus designios de salvación» 

 


9 de noviembre de 2025.- (Camino Católico) En la Solemnidad de la Dedicación de la Basílica de San Juan de Letrán, la Catedral de Roma, el Papa León XIV ha acudido esta mañana para presidir la Santa Misa  y recordar en su homilía el sentido espiritual de este templo, construido en el siglo IV, por voluntad del emperador Constantino, después de que, en el año 313, concediera a los cristianos la libertad de profesar su fe y practicar el culto:




“Al trabajar con todo nuestro empeño al servicio del Reino de Dios, no nos apresuremos ni seamos superficiales: excavemos profundamente, libres de los criterios del mundo, que con demasiada frecuencia exige resultados inmediatos porque no conoce la sabiduría de la espera. La historia milenaria de la Iglesia nos enseña que sólo con humildad y paciencia se puede construir, con la ayuda de Dios, una verdadera comunidad de fe, capaz de difundir la caridad, de favorecer la misión, de anunciar, celebrar y servir a ese Magisterio apostólico del que este templo es la primera sede”, ha subrayado el Pontífice.




León XIV habla de la “caridad”, recordando que también da forma a nuestro rostro como Iglesia “para que resulte cada vez más evidente para todos que ella es “madre”, “madre de todas las Iglesias”. En el vídeo de Vatican News se visualiza y escucha la homilía del Papa, cuyo texto íntegro es el siguiente:


SANTA MISA EN LA SOLEMNIDAD DE

LA DEDICACIÓN DE LA BASÍLICA LATERANENSE

HOMILÍA DEL SANTO PADRE LEÓN XIV

Basílica de San Juan de Letrán 

Domingo, 9 de noviembre de 2025

Queridos hermanos y hermanas:

Hoy celebramos la Solemnidad de la Dedicación de la Basílica de Letrán ―de esta Basílica, catedral de Roma―, que tuvo lugar en el siglo IV, obra del Papa Silvestre I. La construcción se llevó a cabo por voluntad del emperador Constantino, después de que, en el año 313, concediera a los cristianos la libertad de profesar su fe y practicar el culto.

Recordamos este acontecimiento hasta el día de hoy: ¿por qué? Sin duda, para recordar con alegría y gratitud un hecho histórico muy importante para la vida de la Iglesia, pero no sólo eso. De hecho, esta Basílica ―Madre de todas las Iglesias―, es mucho más que un monumento y una memoria histórica, es «signo de la Iglesia viva, edificada con piedras escogidas y preciosas en Cristo Jesús, piedra angular (cf.1 P 2,4-5)» (Conf. Ep. Italiana, Premisas al Rito para la Bendición de los óleos y dedicación de iglesias y altares) y como tal nos recuerda que también nosotros «en este mundo servimos, cual piedras vivas, para edificarla (cf. 1 P 2,5)» (Const. dogm. Lumen gentium, 6). Por esta razón, como lo notaba san Pablo VI, en la comunidad cristiana ha surgido desde muy temprano la costumbre de aplicar el «nombre de Iglesia, que significa la asamblea de los fieles, al templo que los acoge» (Ángelus, 9 noviembre 1969). Es la comunidad eclesial, «la Iglesia, sociedad de creyentes, [que] atestigua en Letrán su estructura exterior más sólida y evidente» (ibíd.). Por lo tanto, con la ayuda de la Palabra de Dios, reflexionemos, mirando este edificio, sobre nuestro ser Iglesia.

En primer lugar, podríamos pensar en sus cimientos. Su importancia es evidente, hasta tal punto que, en cierto modo, resulta inquietante. Si quienes la construyeron no hubieran excavado en profundidad hasta encontrar una base lo suficientemente sólida sobre la que erigir todo lo demás, toda la construcción se habría derrumbado hace tiempo o correría el riesgo de derrumbarse en cualquier momento, por lo que nosotros, al estar aquí, también estaríamos en un grave peligro. Por suerte, quienes nos precedieron dotaron a nuestra catedral de cimientos sólidos, excavando en profundidad, con esfuerzo, antes de empezar a levantar los muros que nos acogen, y esto nos hace sentir hoy mucho más tranquilos.

Pero asimismo nos ayuda a reflexionar. De hecho, también nosotros, obreros de la Iglesia viva, antes de poder erigir estructuras imponentes, debemos excavar en nosotros mismos y a nuestro alrededor para eliminar todo material inestable que pueda impedirnos llegar a la roca desnuda de Cristo (cf. Mt 7,24-27). San Pablo nos lo dice explícitamente en la segunda lectura, cuando afirma que «el único cimiento válido es Jesucristo y nadie puede poner otro distinto» (3,11). Y esto significa volver constantemente a Él y a su Evangelio, dóciles a la acción del Espíritu Santo. De lo contrario, correríamos el riesgo de sobrecargar con estructuras pesadas un edificio con cimientos débiles.

Por eso, queridos hermanos y hermanas, al trabajar con todo nuestro empeño al servicio del Reino de Dios, no nos apresuremos ni seamos superficiales: excavemos profundamente, libres de los criterios del mundo, que con demasiada frecuencia exige resultados inmediatos porque no conoce la sabiduría de la espera. La historia milenaria de la Iglesia nos enseña que sólo con humildad y paciencia se puede construir, con la ayuda de Dios, una verdadera comunidad de fe, capaz de difundir la caridad, de favorecer la misión, de anunciar, celebrar y servir a ese Magisterio apostólico del que este templo es la primera sede (cf. S. Pablo VI, Ángelus, 9 noviembre 1969).

A este respecto, resulta esclarecedora la escena que nos presenta el Evangelio que se ha proclamado (Lc 19,1-10): Zaqueo, un hombre rico y poderoso, siente la necesidad de encontrarse con Jesús. Sin embargo, se da cuenta de que es demasiado pequeño para poder verlo, por lo que se sube a un árbol, con un gesto inusual e inapropiado para una persona de su rango, acostumbrada a recibir lo que quiere servido en bandeja, en la oficina de impuestos, como un tributo que le es debido. Aquí, en cambio, el camino es más largo y, para Zaqueo, subir a las ramas significa reconocer sus propios límites y superar los frenos inhibidores del orgullo. De este modo, puede encontrar a Jesús, que le dice: «Hoy tengo que alojarme en tu casa» (v. 5). Desde entonces, a partir de este encuentro, comienza para él una nueva vida (cf. v. 8).

Jesús nos transforma, y nos llama a trabajar en la gran obra de construcción de Dios, modelándonos sabiamente según sus designios de salvación. En los últimos años, la imagen de la “obra en construcción” se ha utilizado con frecuencia para describir nuestro camino eclesial. Es una imagen hermosa que habla de actividad, creatividad, compromiso, pero también de esfuerzo, de problemas por resolver, a veces complejos. Expresa el esfuerzo real y palpable con el que nuestras comunidades crecen cada día, compartiendo carismas y bajo la guía de los pastores. La Iglesia de Roma, en particular, da testimonio de ello en esta fase de la implementación del Sínodo, en la que lo que se ha madurado en años de trabajo exige ser sometido a confrontación y verificación “sobre el terreno”. Esto implica un camino arduo, pero no hay que desanimarse. Conviene, en cambio, seguir trabajando con confianza, para crecer juntos.

En la historia de este majestuoso edificio en el que nos encontramos, no han faltado momentos críticos, pausas, correcciones de proyectos en fase de desarrollo. Sin embargo, gracias a la tenacidad de quienes nos han precedido, podemos reunirnos en este lugar maravilloso. En Roma, aun con tanto esfuerzo, hay un gran bien que crece. No dejemos que el cansancio nos impida reconocerlo y celebrarlo, para alimentar y renovar nuestro ímpetu. Por lo demás, la caridad vivida da forma también a nuestro rostro como Iglesia, para que resulte cada vez más evidente para todos que ella es “madre”, “madre de todas las Iglesias”, o incluso “mamá”, como dijo san Juan Pablo II al hablar con los niños en este mismo día (cf. Discurso con motivo de la fiesta de la Dedicación de la Basílica de San Juan de Letrán, 9 noviembre 1986).

Finalmente, quisiera mencionar un aspecto esencial de la misión de una catedral: la liturgia. Es la «cumbre a la cual tiende la actividad de la Iglesia y […] la fuente de donde mana toda su fuerza» (Const. dogm. Sacrosanctum concilium, 10). En ella encontramos todos los temas que hemos mencionado: estamos edificados como templo de Dios, como su morada en el Espíritu, y recibimos fuerza para predicar a Cristo en el mundo (cf. ibíd., 2). El cuidado de la liturgia, en el lugar de la Sede de Pedro, debe ser por tanto, en modo tal que pueda proponerse como ejemplo para todo el pueblo de Dios, respetando las normas, prestando atención a las diferentes sensibilidades de quienes participan, según el principio de una sabia inculturación (cf. ibíd., 37-38) y al mismo tiempo en la fidelidad a ese estilo de solemne sobriedad típico de la tradición romana, que tanto bien puede hacer a las almas de quienes participan activamente (cf. ibíd., 14). Debe prestarse suma atención para que aquí la sencilla belleza de los ritos pueda expresar el valor del culto para el crecimiento armonioso de todo el Cuerpo del Señor. San Agustín decía que la “belleza no es otra cosa que amor, y el amor es vida” (cf. Sermón 365, 1). La liturgia es un ámbito en el que esta verdad se realiza de manera eminente; y deseo que quien se acerque al altar de la catedral de Roma pueda salir lleno de esa gracia con la que el Señor desea inundar el mundo (cf. Ez 47,1-2.8-9.12).

PAPA LEÓN XIV




Fotos: Vatican Media, 9-11-2025