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domingo, 17 de noviembre de 2024

Papa Francisco en el Ángelus, 17-11-2024: «Las palabras de Jesús permanecen e invitan a confiar en el Evangelio, que contiene una promesa de salvación y eternidad, y a dejar de vivir en la angustia de la muerte»

* «En Él, en Cristo, volveremos a encontrar un día las cosas y las personas que han pasado y que nos han acompañado en nuestra existencia terrenal. A la luz de esta promesa de resurrección, toda realidad adquiere un significado nuevo: todo muere y también nosotros moriremos un día, pero no perderemos nada de lo que hemos construido y amado, porque la muerte será el comienzo de una nueva vida»

    

Vídeo completo de la transmisión en directo de Vatican News traducido al español con las palabras del Papa en el Ángelus

* «Hago una pregunta, cada uno puede hacerse a sí mismo esta pregunta: ¿me privo de algo para dárselo a los pobres? Cuando doy la limosna, ¿toco la mano del pobre y le miro a los ojos? Hermanos y hermanas, ¡no olvidemos que los pobres no pueden esperar!... Me uno a la Iglesia en Italia que celebra mañana una Jornada de Oración por las víctimas y los sobrevivientes de abusos. Cada abuso es una traición a la confianza, ¡es una traición a la vida! La oración es indispensable para ‘reconstruir la confianza’» 

 17 de noviembre de 2024.- (Camino Católico) “Jesús habla de lo que permanece. Todo pasa, pero sus palabras no pasarán: las palabras de Jesús permanecen por siempre. Así nos invita a confiar en el Evangelio, que contiene una promesa de salvación y eternidad, y a dejar de vivir bajo la angustia de la muerte. Porque mientras todo pasa, Cristo permanece”, ha afirmado el Papa Francisco antes de rezar el Ángelus, desde el balcón del Palacio Apostólico en la Plaza de San Pedro.

Francisco ha invitado a dar a las cosas “su justo peso” y a reflexionar sobre “lo que pasa y lo que permanece en nuestras vidas”, recordando que no tenemos que estar apegados a las cosas de la tierra sino a las palabras de Jesús que nos guían hacia la vida eterna.

Tras el rezo del Ángelus, Francisco ha recordado a los países que sufren conflictos, desde Ucrania a Sudán, subrayando que “la guerra hace inhumanos a los pueblos, los induce a tolerar crímenes inaceptables”. Se unió a la oración por las víctimas de los abusos de la Iglesia italiana, “indispensable” para retejer la confianza traicionada. Y recordó el testimonio de los dos mártires albaneses Palić y Gazulli Palic y del alemán Metzger, beatificados ayer y hoy. En el vídeo de Vatican News se visualiza y escucha la meditación del Santo Padre traducida al español, cuyo texto completo es el siguiente:

PAPA FRANCISCO

ÁNGELUS


XXXIII domingo del Tiempo Ordinario


Plaza de San Pedro


 17 de noviembre de 2024


Queridos hermanos y hermanas, ¡Feliz domingo!


En el Evangelio de la liturgia de hoy, Jesús describe una gran tribulación: «el sol se oscurecerá, la luna ya no dará su resplandor» (Mc 13,24). Ante este sufrimiento, muchos podrían pensar en el fin del mundo, pero el Señor aprovecha la ocasión para ofrecernos una interpretación diferente, diciendo: «el cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán» (Mc 13,31).


Podemos detenernos en esta expresión: lo que pasa y lo que permanece.


En primer lugar, lo que pasa. En algunas circunstancias de nuestra vida, cuando atravesamos una crisis o experimentamos algún fracaso, así como cuando vemos a nuestro alrededor el dolor causado por las guerras, las violencias, las catástrofes naturales, tenemos la sensación de que todo llega a su fin, y sentimos que incluso las cosas más bellas pasan. Sin embargo, las crisis y los fracasos, aunque dolorosos, son importantes, porque nos enseñan a dar a cada cosa su justo peso, a no atar nuestro corazón a las realidades de este mundo, porque pasarán: están destinadas a pasar.


Al mismo tiempo, Jesús habla de lo que permanece. Todo pasa, pero sus palabras no pasarán: las palabras de Jesús permanecen por siempre. Así nos invita a confiar en el Evangelio, que contiene una promesa de salvación y eternidad, y a dejar de vivir bajo la angustia de la muerte. Porque mientras todo pasa, Cristo permanece. En Él, en Cristo, volveremos a encontrar un día las cosas y las personas que han pasado y que nos han acompañado en nuestra existencia terrenal. A la luz de esta promesa de resurrección, toda realidad adquiere un significado nuevo: todo muere y también nosotros moriremos un día, pero no perderemos nada de lo que hemos construido y amado, porque la muerte será el comienzo de una nueva vida.


Hermanos y hermanas, incluso en las tribulaciones, en las crisis, en los fracasos, el Evangelio nos invita a mirar la vida y la historia sin tener miedo de perder lo que acaba, sino con alegría por lo que queda. No olvidemos que Dios nos prepara un futuro de vida y alegría.


Así pues, preguntémonos: ¿estamos apegados a las cosas de la tierra, que pasan, que pasan rápidamente, o a las palabras del Señor, que permanecen y nos guían hacia la eternidad? Por favor, hagámonos esta pregunta. Nos va a ayudar.


Y oremos a la Santísima Virgen, que se ha confiado totalmente a la Palabra de Dios, para que ella interceda por nosotros.



Oración del Ángelus:                         


Angelus Dómini nuntiávit Mariæ.

Et concépit de Spíritu Sancto.

Ave Maria…


Ecce ancílla Dómini.

Fiat mihi secúndum verbum tuum.

Ave Maria…


Et Verbum caro factum est.

Et habitávit in nobis.

Ave Maria…


Ora pro nobis, sancta Dei génetrix.

Ut digni efficiámur promissiónibus Christi.


Orémus.

Grátiam tuam, quǽsumus, Dómine,

méntibus nostris infunde;

ut qui, Ángelo nuntiánte, Christi Fílii tui incarnatiónem cognóvimus, per passiónem eius et crucem, ad resurrectiónis glóriam perducámur. Per eúndem Christum Dóminum nostrum.


Amen.


Gloria Patri… (ter)

Requiem aeternam…


Benedictio Apostolica seu Papalis


Dominus vobiscum.Et cum spiritu tuo.

Sit nomen Benedicat vos omnipotens Deus,

Pa ter, et Fi lius, et Spiritus Sanctus.


Amen.



Después de la oración mariana del Ángelus el Papa ha dicho:


Queridos hermanos y hermanas,


ayer en Escútari fueron beatificados dos mártires: Louis Palić, sacerdote de la Orden de los Hermanos Menores, y Gjon Gazulli, sacerdote diocesano, víctimas de la persecución religiosa en el siglo XX. Y hoy ha sido beatificado en Friburgo de Brisgovia otro mártir, el sacerdote Max Josef Metzger, fundador del Instituto Secular de Cristo Rey, a quien se opuso el nazismo por su compromiso religioso en favor de la paz. Que el ejemplo de estos mártires reconforte a tantos cristianos discriminados por su fe en nuestro tiempo. ¡Un aplauso para los nuevos beatos!


Hoy celebramos la Jornada Mundial de los Pobres, cuyo tema es «La oración de los pobres sube hasta Dios» (Sir 21,5). Doy las gracias a todos aquellos que en las diócesis y parroquias han promovido iniciativas de solidaridad con los más desfavorecidos. Y en este día recordemos también a todas las víctimas de la carretera: recemos por ellas, por sus familias, y comprometámonos a prevenir los accidentes.


Hago una pregunta, cada uno puede hacerse a sí mismo esta pregunta: ¿me privo de algo para dárselo a los pobres? Cuando doy la limosna, ¿toco la mano del pobre y le miro a los ojos? Hermanos y hermanas, ¡no olvidemos que los pobres no pueden esperar!


Me uno a la Iglesia en Italia que celebra mañana una Jornada de Oración por las víctimas y los sobrevivientes de abusos. Cada abuso es una traición a la confianza, ¡es una traición a la vida! La oración es indispensable para «reconstruir la confianza».


También deseo recordar a todos los pescadores, con ocasión del Día Mundial de la Pesca, que se celebrará el próximo jueves: ¡Que María Estrella del Mar proteja a los pescadores y a sus familias!



Y saludo con afecto a todos ustedes, romanos y peregrinos. En particular, a los fieles de Ponta Delgada y Zagreb; a la Escolanía del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial y a la comunidad ecuatoriana de Roma, que celebra la Virgen del Quinche. Saludo a los grupos de Chioggia y Caorle; a los bomberos de Romeno (Trento) y al coro parroquial de Nesso (Como).


Hermanos y hermanas, recemos por la paz: en la atormentada Ucrania, en Palestina, Israel, Líbano, en Myanmar, en Sudán. La guerra hace inhumanos e induce a los pueblos a tolerar crímenes inaceptables. Que los gobernantes escuchen el clamor de los pueblos que piden la paz.


Un saludo a los chicos de la Inmaculada. Les deseo a todos un buen domingo. Y, por favor, no se olviden de rezar por mí. ¡Buen almuerzo y hasta la vista!


Francisco


Fotos: Vatican Media, 17-11-2024

domingo, 10 de noviembre de 2024

Papa Francisco en el Ángelus, 10-11-2024: «Jesús enseña que la autoridad es abnegación y servicio humilde hacia las personas más necesitadas para levantarlas, dándoles esperanza y ayuda»

  * «Podemos preguntarnos: ¿cómo me comporto en mis ámbitos de responsabilidad? ¿Actúo con humildad, o me enorgullezco de mi posición? ¿Soy generoso y respetuoso con las personas, o las trato con rudeza y autoridad? Y con más frágiles, ¿estoy cerca de ellos, puedo agacharme para ayudarles a levantarse?»

    

Vídeo completo de la transmisión en directo de Vatican News traducido al español con las palabras del Papa en el Ángelus

* «Renuevo mi recuerdo por la población de Valencia y de otras partes de España, que están afrontando las consecuencias de las inundaciones. Les hago una pregunta: ¿han rezado por Valencia? ¿Han pensado en hacer alguna contribución para ayudar a esas personas? Es sólo una pregunta»  


10 de noviembre de 2024.- (Camino Católico) La autoridad es abnegación, servicio humilde, ternura maternal y paternal hacia las personas, especialmente aquellas más necesitadas. Nos lo enseña Jesús «con su palabra y su ejemplo» invitando «a quienes están investidos de ella a mirar a los demás, desde su posición de poder, no para humillarlos, sino para levantarlos, dándoles esperanza y ayuda». En el Ángelus del segundo domingo de noviembre, Francisco ha exhortado a reflexionar sobre el modo de ejercer un cargo importante, deteniéndose en la página dominical del Evangelio, en la que Jesús, «en el templo de Jerusalén, denuncia ante el pueblo la actitud hipócrita de algunos escribas.

Tras rezar la oración mariana del Ángelus con los miles de fieles congregados en la Plaza de San Pedro, el Papa dirigió su atención a diversos acontecimientos en el mundo, comenzando por la beatificación de un sacerdote español en Sevilla ayer sábado: “Ayer fue proclamado Beato en Sevilla el Padre José Torres Padilla, cofundador de la Congregación de las Hermanas de la Compañía de la Cruz. Vivió en la España del siglo XIX y se distinguió como sacerdote confesor y guía espiritual, dando testimonio de una gran caridad con los necesitados. Que su ejemplo sostenga sobre todo a los sacerdotes en su ministerio. ¡Un aplauso para el nuevo Beato!”. 

Dirigiéndose a los fieles en la Plaza de San Pedro, el Pontífice recordó también a las poblaciones españolas afectadas por las inundaciones, remitiéndose a su llamamiento del pasado domingo, 3 de noviembre: «¿Qué hago yo por la gente de Valencia? ¿Rezo? ¿Ofrezco algo? Piensen en esta pregunta». En el vídeo de Vatican News se visualiza y escucha la meditación del Santo Padre traducida al español, cuyo texto completo es el siguiente:

PAPA FRANCISCO

ÁNGELUS


XXXII domingo del Tiempo Ordinario


Plaza de San Pedro


 10 de noviembre de 2024


Queridos hermanos y hermanas, ¡Feliz domingo!


Hoy el Evangelio de la liturgia (cf. Mc 12,38-44) nos habla de Jesús que, en el templo de Jerusalén, denuncia ante el pueblo la actitud hipócrita de algunos escribas (cf. vv. 38-40).


A estos últimos se les había confiado un papel importante en la comunidad de Israel: leían, transcribían e interpretaban las Escrituras. Por eso se les tenía en gran estima y el pueblo les rendía reverencia.


Sin embargo, más allá de las apariencias, su comportamiento a menudo no se correspondía con lo que enseñaban. No eran coherentes. De hecho, algunos, amparándose en el prestigio y el poder de que gozaban, miraban a los demás «desde arriba » -esto es muy feo, mirar al otro desde arriba-, se daban aires de grandeza y, escondiéndose tras una fachada de pretendida respetabilidad y legalismo, se arrogaban privilegios e incluso llegaban a cometer auténticos robos contra los más débiles, como las viudas (cf. v. 40). En lugar de utilizar la función de la que estaban investidos para servir a los demás, la convirtieron en instrumento de arrogancia, de manipulación. E incluso la oración corría el riesgo de dejar de ser para ellos un momento de encuentro con el Señor y convertirse en una ocasión para ostentar una respetabilidad y una piedad fingidas, útiles para atraer la atención de la gente y obtener su aprobación (cf. ibíd.). Recordemos lo que dice Jesús sobre la oración del publicano y del fariseo (cf. Lc 18,9-14).


Ellos -no todos- se comportaban como corruptos, alimentando un sistema social y religioso en el que era normal aprovecharse a espaldas de los demás, especialmente de los más indefensos, cometiendo injusticias y asegurándose la impunidad.


De esas personas Jesús recomienda alejarse, «tener cuidado» (cf. v. 38), no imitarlas. Al contrario, con su palabra y su ejemplo, como sabemos, enseña cosas muy distintas sobre la autoridad. Habla de ella en términos de abnegación y servicio humilde (cf. Mc 10,42-45), de ternura maternal y paternal hacia las personas (cf. Lc 11,11-13), especialmente hacia los más necesitados (Lc 10,25-37). Invita a quienes están investidos de ella a mirar a los demás, desde su posición de poder, no para humillarlos, sino para levantarlos, dándoles esperanza y ayuda.


Así pues, hermanos y hermanas, podemos preguntarnos: ¿cómo me comporto en mis ámbitos de responsabilidad? ¿Actúo con humildad, o me enorgullezco de mi posición? ¿Soy generoso y respetuoso con las personas, o las trato con rudeza y autoridad? Y con más frágiles, ¿estoy cerca de ellos, puedo agacharme para ayudarles a levantarse?


Que la Virgen María nos ayude a combatir en nosotros la tentación de la hipocresía -Jesús les dice «hipócritas», la hipocresía es una gran tentación-, y nos ayude a hacer el bien sin apariencias y con sencillez.



Oración del Ángelus:                         


Angelus Dómini nuntiávit Mariæ.

Et concépit de Spíritu Sancto.

Ave Maria…


Ecce ancílla Dómini.

Fiat mihi secúndum verbum tuum.

Ave Maria…


Et Verbum caro factum est.

Et habitávit in nobis.

Ave Maria…


Ora pro nobis, sancta Dei génetrix.

Ut digni efficiámur promissiónibus Christi.


Orémus.

Grátiam tuam, quǽsumus, Dómine,

méntibus nostris infunde;

ut qui, Ángelo nuntiánte, Christi Fílii tui incarnatiónem cognóvimus, per passiónem eius et crucem, ad resurrectiónis glóriam perducámur. Per eúndem Christum Dóminum nostrum.


Amen.


Gloria Patri… (ter)

Requiem aeternam…


Benedictio Apostolica seu Papalis


Dominus vobiscum.Et cum spiritu tuo.

Sit nomen Benedicat vos omnipotens Deus,

Pa ter, et Fi lius, et Spiritus Sanctus.


Amen.



Después de la oración mariana del Ángelus el Papa ha dicho:


Queridos hermanos y hermanas


Ayer fue proclamado beato en Sevilla el padre José Torres Padilla, cofundador de la Congregación de las Hermanas de la Compañía de la Cruz. Vivió en la España del siglo XIX y se distinguió como sacerdote confesor y guía espiritual, dando testimonio de una gran caridad con los necesitados. Que su ejemplo sostenga sobre todo a los sacerdotes en su ministerio. ¡Aplaudamos al nuevo Beato!


Hace tres años se lanzó la Plataforma de Acción Laudato Si'. Doy las gracias a todos los que trabajan en favor de esta iniciativa. A este respecto, espero que la Conferencia sobre el cambio climático COP 29, que comienza mañana en Bakú, contribuya eficazmente a la protección de nuestra casa común.


Estoy cerca de la población de la Isla de Flores, en Indonesia, afectada por la erupción de un volcán; rezo por las víctimas, sus familias y los desplazados. Y renuevo mi recuerdo por la población de Valencia y de otras partes de España, que están afrontando las consecuencias de las inundaciones. Les hago una pregunta: ¿han rezado por Valencia? ¿Han pensado en hacer alguna contribución para ayudar a esas personas? Es sólo una pregunta.


Las noticias que llegan de Mozambique son preocupantes. Invito a todos al diálogo, a la tolerancia y a la búsqueda incansable de soluciones justas. Recemos por toda la población mozambiqueña, para que la situación actual no les haga perder la fe en el camino de la democracia, la justicia y la paz.


Y sigamos rezando, por favor, por la atormentada Ucrania, donde también se ven afectados hospitales y otros edificios civiles; y recemos por Palestina, Israel, Líbano, Myanmar, Sudán. Recemos por la paz en todo el mundo.


Hoy la Iglesia italiana celebra el Día de Acción de Gracias. Expreso mi gratitud al mundo de la agricultura y animo a cultivar la tierra para preservar su fertilidad también para las generaciones futuras.


Saludo con afecto a todos ustedes, romanos y peregrinos. En particular, a los fieles de Kazajstán, Moscú, Nueva York, Bastia (Córcega), Beja y el Algarve en Portugal, Varsovia, Lublin y otros lugares de Polonia. Saludo al Comité promotor del Pacto Educativo Global con representantes de numerosas universidades católicas; saludo a los confirmandos de Empoli; a los voluntarios del Banco de Alimentos y a la Banda italiana del Arma Trasporti e Materiali. ¡Esperemos que luego la banda nos haga escuchar algo bueno!


Y les deseo a todos un buen domingo. Por favor, no olvidéis rezar por mí. Buen provecho y ¡hasta luego!


Francisco


Fotos: Vatican Media, 10-11-2024

domingo, 3 de noviembre de 2024

Papa Francisco en el Ángelus, 3-11-2024: «El Señor dice: ‘En tu camino lo que cuenta no son las prácticas exteriores, sino la disposición del corazón con la que tú te abres a Dios y a los hermanos en el amor’»

* «El Señor vendrá y en primer lugar nos preguntará sobre el amor: “¿Cómo has amado?”. Por eso es importante fijar en el corazón el mandamiento más importante. ¿Cuál es? Ama al Señor tu Dios y ama al prójimo como a ti mismo. Y todos los días hacer nuestro examen de conciencia y preguntarnos: ¿el amor por Dios y por el prójimo es el centro de mi vida? ¿Mi oración a Dios me empuja a ir hacia los hermanos y a amarlos con gratuidad? ¿Reconozco en el rostro de los otros la presencia del Señor?»

    

Vídeo completo de la transmisión en directo de Vatican News traducido al español con las palabras del Papa en el Ángelus

* «El Artículo 11 de la Constitución Italiana, dice: “Italia rechaza la guerra como instrumento de ofensa a la libertad de los otros pueblos y como medio de resolución de las controversias internacionales”.  Y pueda este principio cumplirse en todo el mundo: se prohíba la guerra y se afronten las cuestiones con el derecho y las negociaciones. Callen las armas y se dé espacio al diálogo. Rezamos por la atormentada Ucrania, Palestina, Israel, Myanmar, Sudán del Sur. Y seguimos rezando por Valencia, y las otras comunidades de España, que sufren mucho en estos días. ¿Qué hago yo por la gente de Valencia? ¿Rezo? ¿Ofrezco algo? Pensad en esta pregunta» 

3 de noviembre de 2024.- (Camino Católico) “Amarás al Señor tu Dios” y “amarás a tu prójimo” es el “corazón de nuestra fe”, lo plantea el Santo Padre en su alocución precedente al rezo mariano del Ángelus este XXXI Domingo del Tiempo Ordinario, 3 de noviembre de 2024, dirigiéndose a los miles de fieles en la plaza de San Pedro. Y afirma Francisco: “El Señor dice: en tu camino lo que cuenta no son las prácticas exteriores, como los holocaustos y los sacrificios (v. 33), sino la disposición del corazón con la que tú te abres a Dios y a los hermanos en el amor”.

Después de rezar la oración mariana el domingo 3 de noviembre en la Plaza de San Pedro, el Santo Padre reiteró su solidaridad con la Comunidad Valenciana y otras regiones de España desoladas por el paso de la DANA y exhortó a comprometerse tras la catástrofe. En el vídeo de Vatican News se visualiza y escucha la meditación del Santo Padre traducida al español, cuyo texto completo es el siguiente:

PAPA FRANCISCO

ÁNGELUS


XXXI domingo del Tiempo Ordinario


Plaza de San Pedro


 3 de noviembre de 2024



¡Queridos hermanos y hermanas, feliz domingo!


El Evangelio de la liturgia de hoy (Mc 12,28-34) nos habla de una de las muchas discusiones que Jesús tuvo en el templo de Jerusalén. Uno de los escribas se acerca y le pregunta: «¿Cuál es el primero de todos los mandamientos?» (v. 28). Jesús responde poniendo juntas dos palabras fundamentales de la ley mosaica: «amarás al Señor, tu Dios» y «amarás a tu prójimo» (vv. 30-31).


Con su pregunta, el escriba busca “el primero” de los mandamientos, es decir un principio que esté en la base de todos los mandamientos; los judíos tenían muchos preceptos y buscaban la base de todos, uno que fuera el fundamental; trataban de ponerse de acuerdo sobre uno fundamental, y había discusiones entre ellos, discusiones buenas porque buscaban la verdad. Y esta pregunta es esencial también para nosotros, para nuestra vida y para el camino de nuestra fe. También nosotros, de hecho, a veces nos sentimos perdidos en tantas cosas y nos preguntamos: pero, al final, ¿cuál es la más importante de todas? ¿Dónde puedo encontrar el centro de mi vida, de mi fe? Jesús nos da la respuesta, uniendo estos dos mandamientos que son los principales: «Amarás al Señor tu Dios» y «amarás a tu prójimo». Y esto es un poco el corazón de nuestra fe.


Todos nosotros – lo sabemos - necesitamos volver al corazón de la vida y de la fe, porque el corazón es «la fuente y la raíz de todas sus demás potencias, convicciones» (Enc. Dilexit nos, 9). Y Jesús nos dice que la fuente de todo es el amor, que no debemos nunca separar a Dios del hombre. Al discípulo de todo tiempo el Señor dice: en tu camino lo que cuenta no son las prácticas exteriores, como los holocaustos y los sacrificios (v. 33), sino la disposición del corazón con la que tú te abres a Dios y a los hermanos en el amor. Hermanos y hermanas, nosotros podemos hacer muchas cosas, ciertamente, pero hacerlas solo para nosotros mismos y sin amor, y esto no está bien; hacerlas con el corazón distraído o con el corazón cerrado, y esto no está bien. Todas las cosas deben ser hechas con el amor.


El Señor vendrá y en primer lugar nos preguntará sobre el amor: “¿Cómo has amado?”. Por eso es importante fijar en el corazón el mandamiento más importante. ¿Cuál es? Ama al Señor tu Dios y ama al prójimo como a ti mismo. Y todos los días hacer nuestro examen de conciencia y preguntarnos: ¿el amor por Dios y por el prójimo es el centro de mi vida? ¿Mi oración a Dios me empuja a ir hacia los hermanos y a amarlos con gratuidad? ¿Reconozco en el rostro de los otros la presencia del Señor?


La Virgen María, que llevaba la ley de Dios impresa en su corazón inmaculado, nos ayude a amar al Señor y a los hermanos.



Oración del Ángelus:                         


Angelus Dómini nuntiávit Mariæ.

Et concépit de Spíritu Sancto.

Ave Maria…


Ecce ancílla Dómini.

Fiat mihi secúndum verbum tuum.

Ave Maria…


Et Verbum caro factum est.

Et habitávit in nobis.

Ave Maria…


Ora pro nobis, sancta Dei génetrix.

Ut digni efficiámur promissiónibus Christi.


Orémus.

Grátiam tuam, quǽsumus, Dómine,

méntibus nostris infunde;

ut qui, Ángelo nuntiánte, Christi Fílii tui incarnatiónem cognóvimus, per passiónem eius et crucem, ad resurrectiónis glóriam perducámur. Per eúndem Christum Dóminum nostrum.


Amen.


Gloria Patri… (ter)

Requiem aeternam…


Benedictio Apostolica seu Papalis


Dominus vobiscum.Et cum spiritu tuo.

Sit nomen Benedicat vos omnipotens Deus,

Pa ter, et Fi lius, et Spiritus Sanctus.


Amen.


Después de la oración mariana del Ángelus el Papa ha dicho:


¡Os saludo a todos vosotros, romanos y peregrinos de Italia y de otros países!


Saludo a las Hermanas Carmelitas Misioneras del Espíritu Santo, que celebran los veinticinco años de su Fraternidad secular; saludo a los fieles de Venecia, Pontassieve, Barberino del Mugello, Empoli y Palermo, y de Santa Maria alle Fornaci en Roma; como también a los adolescentes de Catanzaro con sus educadores parroquiales.


Saludo a los donantes de sangre de Coccaglio (Brescia); y el grupo de Emergency de Roma Sur, comprometidos para recordar el Artículo 11 de la Constitución Italiana, que dice: “Italia rechaza la guerra como instrumento de ofensa a la libertad de los otros pueblos y como medio de resolución de las controversias internacionales”. ¡Recordar este artículo! ¡Adelante!


Y pueda este principio cumplirse en todo el mundo: se prohíba la guerra y se afronten las cuestiones con el derecho y las negociaciones. Callen las armas y se dé espacio al diálogo. Rezamos por la atormentada Ucrania, Palestina, Israel, Myanmar, Sudán del Sur.


Y seguimos rezando por Valencia, y las otras comunidades de España, que sufren mucho en estos días. ¿Qué hago yo por la gente de Valencia? ¿Rezo? ¿Ofrezco algo? Pensad en esta pregunta.


Y deseo a todos un feliz domingo. Y por favor no os olvidéis de rezar por mí. Buen almuerzo y hasta pronto.


Francisco


Fotos: Vatican Media, 3-11-2024