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sábado, 13 de diciembre de 2025

Belén Ayuso, cantante católica: «Cantaba reguetón, me sumergí en el sexo, el alcohol, caí en depresión y le clamé a Dios: `Si existes, o me sanas o me llevas contigo; si me sanas, te dedico mi vida y mi voz para siempre’; y Él me sanó»

Belén Ayuso contando su testimonio en 'Ecclesia es Domingo' de 13 TV

* «Yo me siento completamente un milagro, soy testigo de la misericordia tan grande que tiene Dios, porque yo he sido muy perdonada. Dios ha cambiado mi manera de sentir, mi manera de pensar, mi manera de tratar a los demás. Las liberaciones son muy dolorosas, Dios tiene que destruir todo lo que tú eres para convertirte en lo que Él quiere que seas» 

Vídeo del testimonio de Belén Ayuso en el  programa 'Ecclesia es Domingo' de 13 TV

Camino Católico.-  La cantante Belén Ayuso, conocida por su pasado en el reguetón y por su proceso de conversión, ha relatado en 'Ecclesia es Domingo' de 13 TV un recorrido vital marcado por la oscuridad, la búsqueda y, finalmente, una profunda experiencia de fe. Durante la conversación, la artista murciana ha compartido cómo ha transformado su vida, su música y su relación con Dios tras años de ansiedad, depresión, malas compañías y violencia de género.

Ayuso asegura estar viviendo una etapa completamente renovada. “En mi vida ahora mismo tengo una paz que me da Dios, que me permite hacer todo esto con muchísima ilusión”, ha confesado la artista, subrayando el contraste con su pasado artístico: “Yo vengo del reguetón y mis letras iban en contra de todo lo que dice Dios: apología a las drogas, alcohol, lujuria, todo lo que va en contra de la palabra de Dios.” 

La artista admite que el cambio ha sido tan radical que sólo puede atribuirlo a la acción divina. “Yo me siento completamente un milagro, soy testigo de la misericordia tan grande que tiene Dios, porque yo he sido muy perdonada”.

Preguntada por si en la actualidad encuentra espacios donde expresarse sin ser juzgada, Belén Ayuso reconoce avances, aunque también episodios incómodos: “Tengo espacios donde puedo hablar de mi fe con total libertad, pero hace un par de días, en una televisión nacional, pasé un mal trago que no te puedes imaginar”. 

Aun así, la cantante siente que el clima cultural ha cambiado y que cada vez más artistas hablan de espiritualidad sin complejos. En este sentido, afirma sentirse preparada: “Aunque tenga críticas, aunque muchas personas no lo entiendan, yo me siento muy fuerte y me da muchísima felicidad cantar para Dios”.

Belén Ayuso empezó a cantar reguetón y sumergirse en ambientes no adecuados

Reguetón, malas compañías, depresión y ansiedad 

La cantante ha explicado que empezó en el mundo del reguetón empujada por una adolescencia marcada por la rebeldía: “Yo era una pieza que no te puedes imaginar, me encantaba la fiesta, salir por la noche... Me junté con muy malas compañías, que me incitaban a salir, a beber, lo típico. En ese momento, me sentía muy perdida, con muy malos hábitos, y lo que quería era cantar reggaetón porque lo que me gustaba era bailar y salir de fiesta”. 

Su relación con su familia también se deterioró en esa etapa: “Yo era un toro desbocado, mis padres son muy tradicionales, trabajadores, con bases cristianas, y ver que su hija se tira al reggaetón con ese tipo de letras estaban escandalizados”.

Belén reconoce que “yo en ese momento estaba llena de pecado, llena de mal, en la oscuridad. Siempre digo que el infierno existe porque yo he estado en él. El infierno es un estado físico, mental, psicológico, espiritual, es como sentirte en una cárcel de la cual no puedes salir. Tenía mucha ansiedad, depresión, y estaba medicada: “Las pastillas me relajaban, pero no me daban la paz, sobrevivía”, ha recordado.


Así era la estética de Belén Ayuso antes de convertirse a Cristo

Sexo, alcohol y prácticas esotéricas

Reconoce que “mi espíritu no estaba en sintonía con el Señor, como estoy ahora, que canto para Dios y siento una paz, aunque tenga problemas, porque todos en este mundo tenemos problemas, pero la diferencia es que Dios te da una paz en medio de esos problemas que yo no quiero perderla por nada del mundo. Y le pregunto al Señor: ‘¿por qué me has dejado pasar por todo esto si Tú me amas?’  Y el Espíritu Santo me reveló que Dios me ha permitido pasar por toda esa oscuridad porque sabía perfectamente que el tocar tan bajo me iba a permitir mirarlo, acercarme al Señor, y que ya una vez que yo estuviera en esa presencia de Dios, yo ya nunca querría volver atrás”.

De hecho, “me había adentrado en el en sexo, alcohol... Todo lo que te puedas imaginar. Por eso, siempre digo que las oraciones nunca son en balde. Mi abuela, por ejemplo, rezaba muchísimo por mí en esa época y yo siempre le digo: ‘abuela, gracias a tus oraciones, me encontré con el Señor’.

En esa búsqueda de alivio, Belén Ayuso admite haber entrado en prácticas esotéricas: “Nosotros estamos diseñados para vivir en la presencia de Dios. Muchas veces intentamos llenar ese vacío que solo llena Dios con cosas que si tú estás lejos de Él no son las adecuadas. En mi caso fue con las cartas. Practicaba adivinación a través de cartas, me entró un espíritu de adivinación” relata la artista, precisando que llegó a acertar predicciones a sus amigas. Pero asegura que aquello abrió una puerta peligrosa: “Me empezaron a pasar muchas cosas en casa… caí muy enferma”.

Belén Ayuso sumergida en el esoterismo adivinaba con las cartas del taror

El encuentro con Dios y la sanación

Ese deterioro emocional y espiritual la llevó finalmente a una certeza: “Ni pastillas, ni psicólogos… nada. O acudía al más grande o de ahí no me sacaba nadie”, señala tajante.

Ella admite que “no tengo ni palabras para explicar cómo lo hizo el Señor. Entré en esa depresión tan mala, en esa ansiedad, y me rendí ante el Señor porque yo ya no quería vivir, sobrevía, Siempre he creído en Dios, pero no siempre lo obedecía. Yo estaba muy alejada de Dios. Pensaba que me iba a ir mejor vivir a mi manera. Vivía como si alguien me estuviera asfixiando, así. Todo el día cogiendo aire, muy mala”.

Y llegó el momento crucial: “Un día me rendí ante el Señor y le dije: ‘Señor, si tú existes, que sé que existes, por favor, te lo pido, sáname, porque yo así ya no quiero vivir. O me sanas o me llevas contigo. Yo te prometo que si tú me sanas, Señor, y me quitas toda esta enfermedad, todo este mal, yo te dedico mi vida y mi voz para siempre’. Y Dios me sanó”.

Belén Ayuso cantando a Dios después de que Él la sanara

Maltrato de género manipulando en nombre de Dios

Uno de los testimonios más duros de Belén Ayuso ha sido cuando ha compartido el maltrato que sufrió en una relación. “Ha sido el proceso más complicado y difícil de mi vida, cuando eres una mujer que sufres violencia de género, no quieres contarlo por no hacer sufrir a la familia”. 

La manipulación emocional marcó aquella etapa: “Entré en un bucle, él utilizaba mucho el tema de Dios para manipularme”. En medio de ese aislamiento, su fe se convirtió en refugio: “Una mujer maltratada suele estar muy sola, yo ahí necesité muchísimo del Señor”, apunta.


Belén Ayuso ahora evangeliza con la música y la Palabra de Dios

Tras su proceso de conversión, Ayuso describe una profunda renovación personal: “Dios ha cambiado mi manera de sentir, mi manera de pensar, mi manera de tratar a los demás”.

Pero admite que no fue fácil: “Las liberaciones son muy dolorosas, Dios tiene que destruir todo lo que tú eres para convertirte en lo que Él quiere que seas”. Esta reconstrucción afectó todos los ámbitos de su vida, incluida su relación con sus padres: “Ha cambiado muchísimo, nos ha llenado a todos de luz”, agradece.

miércoles, 10 de septiembre de 2025

Gema Martín, cantautora católica: «Fui a buscar novio al Camino de Santiago y me encontré con Dios, que es el camino hacia el amor y la felicidad plena, y supe que me amaba con todo lo que yo era, con mis fallos y debilidades»


Gema Martín durante su actuación en Got Talent España / Foto: @gemambq

* «La fe es un regalo que misteriosamente Dios decide dar a las personas. Debe acogerse, no se impone. Es un regalo que no todo el mundo tiene y, por ello, es deber de aquellos a quienes se nos ha dado compartirla con quienes no la viven. No es un mérito tenerla, es una gracia enorme y nada merecida. Es aquello que te ayuda a vivir en paralelo con el mundo, mirando siempre hacia el cielo»

  

Vídeo de junio de este año 2025 del programa 'Ecclesia Es Domingo' de 13 TV en el que Gema Martín cuenta su testimonio

Camino Católico.-  Gema Martín tiene 27 años, se casó hace dos, espera un hijo y es de Madrid. De familia numerosa, 5 hermanos (contando con ella), estudió Diseño y posteriormente se convirtió en programadora web. "Llevo tres años formándome en canto profesional, pero siempre me gustó cantar, desde niña", reconoce a Juan Cadarso en Religión en Libertad

Con su exitoso tema Al pie de la cruz –que conmovió a todos en el programa Got Talent España– fue nominada el pasado mes de julio en la primera edición de los Catholic Music Awards, concretamente a "Mejor Canción de Evangelización" y "Mejor Canción en Español".


En una capilla... en soledad


Una canción, Al pie de la cruz, compuesta con apenas 19 años, durante una misión en Perú, en medio de una experiencia espiritual y personal muy intensa. "Era la primera vez que estaba tan lejos de casa y de mi familia. Mi abuela acababa de fallecer y fue muy duro para mí. La canción surgió en un momento de oración en soledad, en una capilla. Sólo estábamos Jesús, mi guitarra y yo. Fue un regalo que Él me quiso dar para consolarme", cuenta.




Puedes escuchar aquí su éxito 'Al pie de la cruz'


Sin embargo, su primer gran encuentro con Dios tuvo lugar en un Camino de Santiago, "al que fue a ligar". "Siempre digo que fui a buscar novio y me encontré con Dios. Pero, una vez pasó, mi objetivo principal perdió toda la importancia. Yo no sabía que una persona podía encontrarse con Dios", cuenta. 


"Había leído y escuchado vidas de santos que habían tenido su encuentro místico con Él, pero me parecía que era algo reservado para las personas que llegaban a ese nivel, que Dios no se presentaba a cualquiera. El hecho de tener la suerte de poder vivir esa presencia de Dios tan cercana cambió mi forma de ver el mundo y, sobre todo, de verme a mí misma y a los demás". 


"Supe que Dios me amaba con todo lo que yo era: con mis fallos y mis debilidades. Cuando conoces ese amor tan único, que no puede darte el mundo, solamente te sale querer compartirlo", asegura.


Tras este encuentro tan crucial, Gema estuvo cinco años viviendo su fe en el movimiento de Cursillos de Cristiandad. "Del cual me enamoré porque está lleno de gente que no siempre tuvo a Dios en su vida. Escuchar a esas personas era algo emotivo y enriquecedor. Ver cómo Dios transforma los corazones", reconoce.


Un regalo, el de la fe, que ahora no quiere dejar de compartir a través de la música. "Para mí Dios es el camino hacia el amor y la felicidad plena, y mirarle implica acercarse a ello. La fe es un regalo que misteriosamente Dios decide dar a las personas. Debe acogerse, no se impone". 


"Es un regalo que no todo el mundo tiene y, por ello, es deber de aquellos a quienes se nos ha dado compartirla con quienes no la viven. No es un mérito tenerla, es una gracia enorme y nada merecida. Es aquello que te ayuda a vivir en paralelo con el mundo, mirando siempre hacia el cielo. No te hace mejor persona, pero te cambia la perspectiva de las cosas".



Gema Martín durante el programa 'Ecclesia Es Domingo' de 13 TV


Lo que le dijo Tamara Falcó


Gema quiere, además, que su música mueva a la gente. "Que no deje indiferente. Que ayude a pensar, que emocione, que ayude a rezar o incluso a divertirse y disfrutar. Canto lo que siento y lo que vivo. Con las próximas canciones que quiero lanzar, me gustaría ayudar a muchos jóvenes a superar ciertas situaciones difíciles de la vida a las que yo también he tenido que enfrentarme hace poco".


Sobre su participación en Got Talent España, Gema cuenta lo bueno que se llevó para casa. "Mi mayor aprendizaje me enseñó que los planes de Dios no siempre son los tuyos, pero son mejores. Yo no tenía pensado participar y menos aún había valorado, siquiera, el hecho de compartir mi canción (porque para mí era una oración). Pero Dios se sirvió de varias personas que me abrieron el camino". 


"Tamara Falcó me dijo que había tenido su conversión a través de la cruz y que, por eso, le había resultado muy emotiva la canción. Tanto Flo, como Paula me dieron comentarios positivos y les gustó mucho la canción y la actuación. Risto Mejide, sin embargo, dijo que le había parecido monótona (pero yo creo que le gustó jeje)", comenta entre risas.


Antes de terminar, Gema confiesa que si su vida fuera un versículo de la Biblia sería Mateo 11, 28-30 ("Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré..."). Y que para lograr con una canción que el Espíritu Santo se "escuche" no sabría cómo hacer, porque supone que "es Él quien decide actuar a través de las canciones, simplemente, dejarle hacer".


"Alguna vez he tenido la sensación de estar cantándole exclusivamente a Él, aunque hubiera gente delante. Para mí, cantar a Dios, es una manera de poder tocarle, y me emociona pensar que Él pueda tocar otros corazones a través de mi voz, aunque yo no sea consciente", añade.


Si pudiera cantar una canción solo para Jesús y nadie más "seguramente sería la de Al pie de la Cruz, porque, precisamente, surgió de una oración íntima con Él", y si ella se tuviera que quedar con solo un verso, de una de sus canciones, sería con "Estoy contigo, abre la puerta, mírame, dame tu mano, que estoy a tu lado" de la canción Estad alegres, concluye Gema.


jueves, 15 de mayo de 2025

Teté Calderón, cantautora católica de 29 años: «A través del espacio ‘Niños Adoradores’ mi deseo es que los pequeños se sientan acompañados en su camino de fe y aprendan que Dios nos ama inmensamente»

 


Teté Calderón ha sentido la llamada a evangelizar a los niños

* «Desde pequeña fui muy sensible y me gustaba hablar con Dios, especialmente los jueves durante la bendición del Santísimo… A los 15 años descubrí que podía encontrar a Dios en las melodías, pero fue a los 24 cuando empecé a escribir música católica… Necesito asistir a Misa diaria o, al menos, cuatro veces por semana para sostenerme espiritualmente… Nuestro Padre del Cielo nunca deja de buscarnos y guiarnos de vuelta a Él»  

Vídeo de El Rosario de las 11 PM en el que Teté Calderón contaba su testimonio en octubre de 2024

Camino Católico.- En el Congreso Eucarístico Internacional de 2024, caminaba por Quito junto al obispo español José Ignacio Munilla cuando nos encontramos con Teté Calderón (@tetecalderonl). Para mi sorpresa, monseñor reconoció en ella a la autora de una de sus canciones favoritas. En ese momento, pensé: “Esta joven es aún más influyente de lo que imaginaba”

Una fe arraigada en la infancia

Criada en un país de profunda tradición católica, su conexión con Dios se fortaleció tras el nacimiento de su hermano menor, que ella atribuye a la intercesión del Padre Pío.

Teté recuerda con cariño las enseñanzas de su padre: “Mi papá siempre se preocupó por acercarnos a Dios. Recuerdo con mucho amor nuestras largas conversaciones y momentos de oración antes de dormir. Él venía a mi cuarto, rezábamos juntos y luego hablábamos sobre temas espirituales”. “Desde pequeña fui muy sensible y me gustaba hablar con Dios, especialmente los jueves durante la bendición del Santísimo” relata Teté. Su madre le inculcó el valor del servicio y la entrega a los demás. “Mi mamá me enseñó el amor en el servicio: entregarse por los demás con alegría y sin esperar nada a cambio”, relata a Juan Carlos Vasconez en Omnes.

Un cambio de colegio a los 11 años le brindó la oportunidad de profundizar en su fe a través de la Misa diaria, la comunión y la participación en charlas y retiros espirituales. “Siento que Dios preparó mi corazón desde antes y, al llevarme a ese colegio, me dio las herramientas para seguirlo amando y creciendo en mi relación con Él”, reflexiona Teté.

Teté Calderón se ha encontrado con el amor de Dios y lo transmite con la música

La música como camino hacia Dios

“A los 15 años descubrí que podía encontrar a Dios en las melodías, pero fue a los 24 cuando empecé a escribir música católica”, explica. “En los momentos más difíciles de mi vida, cuando todo parecía desmoronarse, la única forma en la que encontraba consuelo era componiendo”, explica Teté.

Los sacramentos también ocupan un lugar central en su vida espiritual. “Necesito asistir a Misa diaria o, al menos, cuatro veces por semana para sostenerme espiritualmente”, confiesa. La lectura diaria del Evangelio es otra práctica esencial para ella, donde encuentra “dirección y un llamado a vivir el amor de Dios en mi entorno”.

Un faro de fe para los niños

Teté dedica sus tardes a crear espacios donde los niños puedan descubrir a Dios y conectar con Él. “Los niños son transparentes, sencillos y sinceros, lo que hace que hablarles de Dios sea algo natural y divertido”, afirma.

A través de “Niños Adoradores”, un espacio diseñado para niños de 3 a 6 años, con una socia les introduce a las figuras clave de la fe a través de cuentos, canciones y actividades manuales, y les guía en momentos de silencio y contemplación ante el Santísimo Sacramento. Es una experiencia fabulosa que numerosos padres católicos buscan para sus hijos más pequeños. Además, con su coro infantil, ofrece a niños de 3 a 10 años la oportunidad de expresar su fe a través de la música, preparándolos para cantar en Misa y en eventos especiales como la Navidad. “Mi deseo es que estos espacios no solo sean momentos de aprendizaje, sino también de comunidad, donde los niños puedan sentirse acompañados en su camino de fe y aprender que Dios nos ama inmensamente”.

Un recuerdo imborrable

 La pérdida de su madre hace un año y medio marcó profundamente a Teté, pero también le brindó una poderosa lección sobre la presencia de Dios en su vida.

Tras ausentarse de una clase de “Niños Adoradores”, los pequeños le recibieron con preguntas y muestras de cariño. Semanas después, un niño nuevo preguntó por la foto de su madre en su celular. “Es la mamá de la tía Teté, y ahora está en el Cielo con Dios”, le respondió otro niño. La preocupación del niño nuevo por su padre conmovió a Teté: “Ahh, ya. Es que si te pierdes, alguien tiene que ir a buscarte y encontrarte. Si no es tu mamá, puede ser tu papá. Sus palabras me marcaron profundamente. Me recordó que, así como mi papá siempre estará para buscarme si me pierdo, nuestro Padre del Cielo nunca deja de buscarnos y guiarnos de vuelta a Él”, concluye Teté.

sábado, 16 de noviembre de 2024

Joe Jacobs se hizo líder de una banda de punk con consumo de drogas y violencia de pandillas: «Al conocer a mi esposa volvimos a Dios y a la Iglesia Católica y ahora estoy en un grupo de música de alabanza»

Joe Jacobs usa su talento musical para servir a Dios como miembro de la banda Praise Nation del P. Levi Hartle. | Foto: Cortesía de Juliana Lamb.

* «La alabanza es esencial y fundamental, lo que nos une en nuestra fe, reuniéndonos. Experimentamos eso al cantar durante la misa. Una vez que la misa ha terminado y somos enviados a la misión,  este fuego arden en nuestro interior, tanto para estar juntos como para actuar por el amor de Dios. Fundamentalmente, estamos hechos para alabar a Dios. De ahí el nombre de la banda: Praise Nation»

Camino Católico.- En su juventud, Joe Jacobs vivió inmerso en la intensa subcultura punk de Pittsburgh, en Estados Unidos. Sin embargo, en 2011 regresó a la Iglesia Católica y, desde entonces, dedica su talento en un ministerio de música a cargo del sacerdote Levi Hartle. Una noche de 2016, mientras Jacobs enseñaba catequesis de sexto grado en la parroquia Holy Apostles en el sur de Pittsburgh, el P. Hartle, el recién nombrado vicario parroquial, apareció inesperadamente.

Era una visita de reclutamiento. Con la bendición del Obispo de Pittsburgh, Mons. David Zubik, el P. Hartle estaba organizando un “Festival de Alabanza”. ¿Estaba Jacobs interesado en participar?

Jacobs pronto descubrió que un Festival de Alabanza no era simplemente un concierto. Se trataba de un encuentro centrado en alabar a Dios a través de la exposición, adoración, bendición y confesiones, todo entrelazado con música que elevaba los corazones.

Pero para que el festival cobrara vida realmente, el P. Hartle necesitaba más músicos para su ministerio de alabanza y adoración, Praise Nation. Y resultó que Jacobs era justo la persona que estaba buscando.

“No conocía al P. Levi. Así que cuando me pidió unirme a una banda, mi primera pregunta fue: ‘¿Por qué yo?’”, recuerda Jacobs en el National Catholic Register. El sacerdote le explicó que una feligrés de la parroquia había hecho la sugerencia. “Según ella, parecía que debía estar en una banda o algo así,” recordó Jacobs, quien mide 1.90 m y tiene una espesa barba negra.

Quizás la feligresa de la parroquia fue guiada por Dios sin saberlo, porque, aunque ni ella ni el P. Hartle lo sabían, Jacobs era músico, aunque probablemente no del tipo que ellos imaginaban. Y sin que él mismo lo sospechara, estaba a punto de descubrir cuánto su música podría acercar a otros a Jesucristo, mucho más de lo que jamás habría pensado.

La verdad era que durante casi 20 años, Jacobs había estado inmerso en la subcultura de Pittsburgh como líder de una banda de punk.

“De adolescente, vi a un primo tocar la guitarra y fue realmente genial. Pero después de una lección, me dijeron que no podían ayudarme, tal vez incluso que era incorregible. Así que básicamente soy autodidacta. Supe de inmediato que, aunque no pudiera leer música, podía escribir canciones”, dice Jacobs, ahora de 44 años.  

El músico se sintió atraído por el punk rock, donde dijo haber "encontrado un refugio." Mientras tanto, su hogar verdadero se estaba desmoronando.

“Casi no tuve experiencia con la religión. Fui bautizado y asistí a catequesis, pero fue horrible. Íbamos a la iglesia en Semana Santa y Navidad, pero nunca hablábamos de Dios. Después de la Confirmación, dejé la iglesia”, dice Jacobs.   

La “escena” del Punk Rock

A los 16 años, con su vida familiar afectada por el divorcio, Jacobs recurrió a “la escena”, la subcultura underground de Pittsburgh.

“Alguien con una buena familia rara vez termina ahí. A los 17, me echaron de casa. Me sumergí profundamente en la escena”, cuenta.  

Jacobs eventualmente formaría cuatro bandas diferentes, todas llenas, asegura, de “angustia y furia”. Eran populares localmente y tocaban en varios lugares, algunos sórdidos y otros más respetables. Una comunidad de seguidores se unió a sus bandas, y Jacobs dijo que todo comenzó sin consumo de drogas o alcohol. Pero esa línea eventualmente se desdibujó con abuso de sustancias y violencia.

“Esos tiempos estaban marcados por altercados con otras bandas, neonazis y pandillas. La mayoría de los lugares donde tocaban las bandas punk estaban en zonas peligrosas. Luego la heroína apareció en la escena. Perdimos amigos. Nuestro batería se suicidó”, relata.

Jacobs eventualmente escapó del underground cuando se mudó a Michigan para trabajar con su padre y convertirse en electricista (hoy, Jacobs es copropietario de King Electric, una empresa local). Pero su experiencia en el underground no sólo le ayudó a perfeccionar sus habilidades para escribir canciones (escribió más de 200), sino que también lo llevó a conocer a su futura esposa, Anna, otra víctima de un hogar roto que se refugió en la escena punk.

“Cuando nos conocimos, fue un momento profundo de Dios. Sabía que ella era la indicada. Cuando tuvimos a nuestro primer hijo, fue un despertar espiritual para nosotros. Cuando nació nuestro segundo hijo en 2011, volvimos a la Iglesia Católica. Nos acercamos con la misma intensidad con la que habíamos entrado en el underground”, sostiene.

La persistencia del P. Hartle

Cuando el P. Hartle le pidió unirse a la banda, Jacobs sintió que tenía buenas razones para rechazar la invitación. Él y Anna, quienes viven en Pittsburgh, no lejos de la casa de su infancia en un suburbio cercano, seguían ampliando su familia (hoy tienen seis hijos). Jacobs trabajaba a tiempo completo, y ambos eran —y siguen siendo— muy activos en la iglesia.

 “Le dije al P. Levi ‘no’ al menos 10 veces. Me llamó un par de días después invitándome a una práctica el jueves. Le dije que no podía asistir. Nuestro cuarto hijo estaba por nacer en cualquier momento y yo estaba ocupado en el trabajo. Él dijo: ‘Está bien, te veo el jueves’”, narra.

Jacobs accedió a reunirse con el padre antes. La conversación duró cuatro horas, la mayor parte en oración. Después, Jacobs le dijo a Anna: “El padre Levi realmente ama a Jesús. Voy a quedarme un tiempo y ver qué sucede”.

Jacobs sabía el riesgo que estaba tomando.

“Mis amigos simplemente no podían entender”, dice. Pensaban que era ridículo y una pérdida de tiempo. Se notaba que mis compañeros de banda estaban heridos, diciendo: “Literalmente elegiste esto sobre nosotros”.

“Decirle sí al P. Levi fue lo más ‘punk’ que había hecho. Dejar todo lo que habías construido para seguir a Jesús”, subraya.

Anna admitió que, especialmente al principio, no era fanática de la música de alabanza. “Como ex rockera punk, simplemente no lo entendía. Cuando Joe dijo que se uniría a la banda del P. Levi, le dije: ‘Está bien, pero sabes que me voy a burlar de ti’”, cuenta.

Anna pronto vio un cambio en su esposo. Mientras Jacobs siempre había escrito canciones, ahora su esfuerzo se volvía más intenso.

“Las canciones simplemente le venían a él”, recuerda. “Ahora, cuando una idea venía a Joe, tenía que escribirla de inmediato”.

“Una vez en la mañana, Joe estaba en la ducha cuando una canción se le ocurrió. Continuó orando mientras terminaba de ducharse, pero cuando terminó, no podía recordar lo que había recibido. Nunca lo vi tan nervioso, tan ansioso. Finalmente entendí lo que todo esto significaba para él”.

Jacobs estaba decidido a no permitir que eso sucediera de nuevo.

“Recuerdo una vez que estábamos preparando a los niños para un viaje y a punto de subir al auto. Y Joe dijo: ‘Perdón, Anna, tengo que escribir algo ahora mismo’”, relata Anna.

Hoy, Jacobs lidera Praise Nation y ha escrito más de 100 canciones para el grupo. La banda, integrada por siete miembros voluntarios, practica semanalmente en el Monasterio de San Pablo de la Cruz, una icónica instalación de retiros en el Southside de Pittsburgh. La banda es diversa en edad y antecedentes, pero lo que sus miembros comparten es un amor inquebrantable por Jesús y el deseo de alabar a Dios a través de la música.

“Este fuego que arde en nuestro interior”

Las prácticas comienzan con oración; las sesiones son animadas y felices.

“Soy un defensor de la idea de que la fe es divertida. Dios es divertido. Él hizo la diversión en el mundo. Debería tratarse de disfrutar de Dios, de la vida y de las personas. Mucha alegría proviene de la intensidad del amor”, comenta el sacerdote.

Hoy, Praise Nation comparte su arte tanto en vivo como a través de las redes sociales, incluyendo YouTube, Instagram, Facebook, TikTok, Spotify, Amazon y iTunes. Hasta la fecha, la banda ha tenido más de 80 presentaciones en vivo ante más de 30.000 personas y ha lanzado 62 videos que han alcanzado a más de un millón de espectadores y oyentes. Sin embargo, este no es el verdadero indicador del éxito de Praise Nation.

“Nuestro público es el Señor. Mi objetivo es ver a las personas edificadas en caridad y amor. A medida que continuamos alabando a Dios, ese amor es contagioso y se extiende. No importa si alcanzamos a 10.000 personas o sólo a 10. Si fallamos en alabar a Dios, si lo perdemos de vista, si fallamos en nuestra misión, ese sería el verdadero fracaso”, comenta el P. Hartle.

Para Jacobs, Praise Nation busca construir sobre el fuego que la Misa enciende en las personas.

“La alabanza es esencial y fundamental, lo que nos une en nuestra fe, reuniéndonos. Experimentamos eso al cantar durante la misa. Una vez que la misa ha terminado y somos enviados a la misión,  este fuego arden en nuestro interior, tanto para estar juntos como para actuar por el amor de Dios. Fundamentalmente, estamos hechos para alabar a Dios. De ahí el nombre Praise Nation”, concluye.