10 de mayo de 2021.- (Camino Católico) El Nuncio de Su Santidad el Papa Francisco en España, Mons. Bernardito Auza, ha presidido la festividad de San Juan de Ávila en Montilla con la celebración de la santa misa a los pies de la urna en la que se conservan los restos del Santo Maestro.
En su homilía, que se visualiza y escucha en el vídeo de la transmisión realizada en directo por 13 TV, el Nuncio de Su Santidad ha comenzado expresando el sentimiento de comunión del Santo Padre con Córdoba y Montilla, más aún con ocasión de los 75 años de la declaración del Maestro como patrono del clero secular de España. “Este año es especial por ser la primera vez que san Juan de Ávila se celebra unánimemente en toda la Iglesia tras haber sido incluido en el calendario romano por el Papa Francisco”, ha comentado monseñor Bernardito Auza haciendo un repaso por la vida de este Doctor de la Iglesia Universal que “trasciende a todo el mundo”. “San Juan de Ávila es de todo el clero español, más aún como Santo de toda la Iglesia y vosotros, queridos sacerdotes, sois discípulos suyos”, ha destacado el Nuncio al tiempo que ha agradecido a los presbíteros “su celo apostólico”.
Recordando de manera especial los hitos que han marcado la etapa de cualquier sacerdote durante su formación en el seminario al conocer las palabras, vida y obra de san Juan de Ávila, Mons. Auza ha instado a los presentes a dar la vida por Jesucristo como lo hizo él. “Todo lo que proclamamos al cantar su himno no son exageraciones poéticas, sino una realidad para nosotros que cada uno tocamos en nuestra vida, tan grande que nos supera a veces, y al igual que el fuego nunca se apagó en el corazón de este sacerdote, no debe apagarse en nosotros”, ha afirmado.
El Nuncio ha recalcado que “es evidente que san Juan de Ávila es la exposición del Evangelio unida en la experiencia profunda de Dios que le hace ser invitado a compartir la cruz con el Señor, busca la obra de Dios en la cruz, nos da ejemplo a imitarle, sobre todo en la hora de dificultades o desilusión”. Asimismo, ha recordado que “el amor de Dios es cierto, se manifestó en la vida de nuestro patrón y en un modo y una forma extraordinaria”.
El Nuncio de Su Santidad ha culminado su homilía pidiendo a los sacerdotes mantener una profunda relación y amor filial a la Virgen María como lo hizo el Maestro, “con un corazón abierto y dispuesto por la humildad”. “Que María nos ayude siguiendo el magisterio de san Juan de Ávila a vivir permanentemente en la oración cristiana y con la verdad, que nos otorgue aumento de fe y nos ayude a no tener miedo a enfrentar la realidad y a construir un mundo mejor”, ha concluido.
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