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miércoles, 9 de octubre de 2024

Oración de San John Henry Newman para irradiar a Cristo y otra para pedirle por la conversión de los alejados de Dios

Camino Católico.- Cada 9 de octubre la Iglesia Católica celebra a San John Henry Newman (1801-1890), figura prominente del catolicismo británico, brillante teólogo y uno de los más celebrados conversos al catolicismo de los últimos siglos.

Nacido en Londres (Reino Unido) el 21 de febrero de 1801, fue primero presbítero de la Iglesia anglicana, hasta su conversión al catolicismo en 1845. Su amor y apertura a la verdad, así como la docilidad con la que se dejó conducir por el Espíritu Santo, lo impulsaron a dar tan grande paso. 


Como católico profundizó y contribuyó a la enseñanza de la Iglesia, gracias a su amplio conocimiento de la teología y a su mirada aguda sobre los tiempos modernos, mirada cimentada en el Evangelio. Fue elevado a la dignidad cardenalicia por decisión del Papa León XIII.

En su juventud estuvo vinculado al denominado Movimiento de Oxford, llegando a ser una de sus figuras más importantes. Dicho movimiento -integrado por destacados intelectuales vinculados a la no menos prestigiosa universidad- aspiraba a que la Iglesia de Inglaterra volviera a sus raíces, lo que derivó en posiciones teológicas cada vez más cercanas al catolicismo y en el consiguiente deseo de sus miembros de incorporarse a la Iglesia Católica.

Después de concluir sus estudios en el Trinity College de la Universidad de Oxford, Newman fue ordenado presbítero de la Iglesia anglicana el 29 de mayo de 1825. Fueron dos décadas las que estuvo al servicio de dicha Iglesia hasta que se produjo su conversión definitiva al catolicismo en el año 1845. Dos años más tarde recibiría la sagrada orden sacerdotal en la Iglesia Católica, el 30 de mayo de 1847.

Newman fue el fundador del Oratorio de San Felipe Neri en Inglaterra y desarrolló una prolífica obra: fue autor de 40 libros y 21 mil cartas.

Al ser creado cardenal en 1879 por León XIII, Newman tomó como lema “Cor ad cor loquitur” (El corazón habla al corazón) como expresión de su experiencia de conversión, que es una “vuelta a casa”, un viaje de retorno hacia lo más íntimo del corazón, allí donde reside Dios.  

El Cardenal Newman falleció en Edgbaston (Inglaterra), en 1890. Fue beatificado por el Papa Benedicto XVI el 19 de septiembre de 2010, gracias a la curación milagrosa del diácono Jack Sullivan, de Braintree, Massachusetts (EE.UU.), quien se recuperó de una dolencia en la columna vertebral que le impedía caminar.

El Papa Francisco lo canonizó el 13 de octubre de 2019, en virtud de la curación inmediata y definitiva de una mujer embarazada que sufrió de una profusa hemorragia interna. La hemorragia no pudo ser controlada por los médicos, pero se detuvo cuando la madre pidió la intercesión del santo -ella había visto recientemente el documental sobre la vida de John Henry Newman a través de EWTN-.

El bebé nació completamente sano y la madre quedó totalmente restablecida. 

San John Henry Newman es el patrono del Ordinario Personal de Nuestra Señora de Walsingham, y del Oratorio de Birmingham, Inglaterra, que es considerado su santuario. Sus restos reposan en el pequeño cementerio católico de Rednal, en la misma localidad (Birmingham).

El postulador de la causa de canonización del Cardenal Newman, P. Ignatius Harrison, señaló en el año 2019: “Newman fue una figura central dentro del Movimiento de Oxford en la Iglesia de Inglaterra, y esto lo ayudó a hacer su contribución teológica y espiritual única al catolicismo después de su conversión en 1845”.

Harrison añadió que el “largo peregrinaje espiritual de Newman ‘de las sombras y las imágenes a la verdad’ alienta a todos los cristianos a perseverar en su búsqueda de Dios por encima de todo… Su conversión al catolicismo es un claro ejemplo de cómo Dios usa todas las circunstancias de nuestras vidas para atraernos a sí mismo, a su propio buen tiempo y de muchas maneras diferentes”.

Invoquemos a San John Henry Newman con estas dos oraciones, una para irradiar a Cristo y otra para pedirle por la conversión de los alejados de Dios:

Oración de San John Henry Newman para irradiar a Cristo


Jesús mío: ayúdame a esparcir tu fragancia donde quiera que vaya;

inunda mi alma con tu espíritu y tu vida;
llena todo mi ser y toma de él posesión
de tal manera que mi vida no sea en adelante
sino una irradiación de la tuya.

Quédate en mi corazón en una unión tan íntima
que quienes tengan contacto conmigo
puedan sentir en mí tu presencia;
y que al mirarme olviden que yo existo
y no piensen sino en Ti.

Quédate conmigo.
Así podré convertirme en luz para los otros.
Esa luz, oh Jesús, vendrá toda de Ti;
ni uno solo de sus rayos será mío.

Te serviré apenas de instrumento
para que Tú ilumines a las almas a través de mí.

Déjame alabarte en la forma que te es más agradable:
llevando mi lámpara encendida para disipar las sombras
en el camino de otras almas.

Déjame predicar tu nombre sin palabras…
Con mi ejemplo, con mi fuerza de atracción
con la sobrenatural influencia de mis obras,
con la fuerza evidente del amor que mi corazón siente por Ti.

San John Henry Newman



Oración a San John Henry Newman por la conversión de los alejados de Dios


Oh San John Henry Newman, ferviente buscador de la verdad divina e ilustre defensor de la fe, te invocamos con humildad en esta oración, llena de esperanza y devoción, por la conversión de todos los alejados de Dios y de su Iglesia santa.

Te pedimos, San John Henry Newman, que dirijas tu mirada compasiva hacia todos aquellos que han perdido su fe en Dios, especialmente por los ateos que transitan por la oscuridad de la incredulidad. Ruega ante el Creador para que la luz de la verdad pueda iluminar sus corazones y guiarlos de regreso al camino de la fe.

Intercede también, San John Henry Newman, por aquellos que han abandonado su creencia en Dios, aquellos cuyos corazones han sido endurecidos por el escepticismo y la indiferencia. Implora ante Dios para que, a través de Su gracia y amor misericordioso, puedan encontrar el camino de vuelta a Su abrazo amoroso.

Te pedimos que protejas y fortalezcas a la Santa Iglesia, que a menudo enfrenta ataques y desafíos en un mundo lleno de incredulidad y hostilidad. Que tu intercesión inspire a los fieles a defender su fe con valentía y amor, como lo hiciste tú mismo tras tu conversión.

Finalmente, te rogamos que, mediante tu poderosa intercesión, Dios conceda la conversión de aquellos que perpetúan el mal en el mundo, que sus corazones sean tocados por la gracia divina y se alejen de la senda del pecado para abrazar la justicia y la bondad.

San John Henry Newman, guíanos con tu ejemplo y ruega por nosotros ante Dios Todopoderoso. Que tu intercesión nos lleve a todos hacia la verdad, la fe y el amor divinos. Amén.



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