* «Desde el 2011 hemos salvado cerca de 150.000 personas… De niño, cuando iba a la iglesia, siempre rezaba: “Por favor Dios, haz que sea útil para los demás y para mí mismo”. Poder convertirme en el sacerdote de los inmigrantes fue un regalo… Lo peor que he oído en mi vida son los gritos de dolor de unas niñas secuestradas. Mientras hablan con su familia pidiendo auxilio les derraman por la espalda plástico fundido hirviendo para que sean más convincentes. Y las imágenes de cuerpos encontrados en el desierto a los que les faltaban el hígado, el corazón, los riñones… Es lo que me hizo saltar de la silla e ir allí»
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Comentarios de mi blog en Youtube
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*COMENTARIO:* Padre, ¿no hay palabras de más consuelo para esa pregunta de
la tristeza?
*RESPUESTA MÍA:* La respuesta es que Dios es la alegría y la f...
Hace 2 meses