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lunes, 10 de febrero de 2020

Mari Carmen Pérez, monja: «Tuve claro desde pequeña que quería ser religiosa. Mi madre y un sacerdote me inculcaron lo que es la experiencia de Dios y eso es lo mejor de mi vida»

Camino Católico.- Mari Carmen Pérez es religiosa de las Hospitalarias Franciscanas de Jesús Nazareno La espiritualidad de esta congregación es franciscana, sencilla y alegre. «Como Dios sabe muy bien donde te llama, pues me llamó a esta concretamente», explica en el vídeo de Mater Mundi TV realizado por Confía Producciones, en el cual cuenta su testimonio de fe y vocación.
Estudió trabajo social y psicología y tenía claro desde pequeña que quería ser religiosa porque su madre se lo inculcó de tal manera que lo respiró desde bien pequeña. También jugó un papel fundamental un sacerdote que había en el pueblo donde ellas vivían, era un hombre de Dios. «Entre ellos dos me inculcaron lo que es la experiencia de Dios y eso es lo mejor de mi vida. Lo mejor que me dieron, lo que me sirvió entonces y lo que me ha servido siempre».
Todo lo que tenía que ver con la Iglesia siempre le había gustado pero la vocación realmente le vino por ese deseo de querer hacer el bien a las personas. «Estando en el colegio me llegó una propaganda de cuidar a ancianos y a personas inválidas y le dije a la hermana que por entonces estaba de superiora en el colegio que yo quería hacer algo que mereciera la pena durante la Semana Santa».
Una semilla que floreció en vocación. «Quizás si yo no hubiera conocido este tipo de colectivo de personas necesitadas no hubiera encontrado esa vocación, además siempre que estuviera Dios en medio. Lo de Dios ha estado siempre en primer lugar».