* «La consecuencia de destruir la autoridad del padre que, bien ejercida, era fuente de unidad y cohesión, ha sido destruir también la propia familia, que es el mayor bien de una sociedad. Frente a este modelo de confrontación tan destructivo, los cristianos estamos llamados a reconstruir el tesoro de la familia con las armas del amor, el servicio, la humildad y el perdón. Así nos lo ha pedido San Pablo en la segunda lectura: “Vestíos de la misericordia entrañable, bondad, humildad, dulzura, comprensión. Sobrellevaos mutuamente y perdonaos, cuando alguno tenga quejas contra otro. El Señor os ha perdonado: haced vosotros lo mismo. Y por encima de todo esto, el amor, que es el ceñidor de la unidad consumada”»
Leer más...
Comentarios de mi blog en Youtube
-
*COMENTARIO:* Padre, ¿no hay palabras de más consuelo para esa pregunta de
la tristeza?
*RESPUESTA MÍA:* La respuesta es que Dios es la alegría y la f...
Hace 3 meses