Se os quitará el Reino de Dios : XXVII Domingo del tiempo ordinario
Isaías 5,1-7; Filipenses 4,6-9; Mateo 21, 33-43
2 de octubre de 2011.- El contexto inmediato de la parábola de los viñadores homicidas se refiere a la relación entre Dios y el Pueblo de Israel. Es a éste a quien históricamente Dios ha enviado primero a los profetas y después a su mismo Hijo. Pero como todas las parábolas de Jesús, esta es una "historia abierta". En la relación Dios-Israel se traza la relación entre Dios y la humanidad entera.
Jesús retoma y continua el lamento de Dios en Isaías de la primera lectura. Es ahí donde se debe buscar la clave de lectura y el tono de la parábola. ¿Por qué Dios ha "plantado la viña" y cuáles son los frutos que espera y que viene a buscar a su tiempo? Aquí la parábola se aleja de la realidad. Los viñadores humanos no plantan una viña ni le prodigan sus cuidados por amor a la viña, sino por su beneficio. No así Dios. Él crea al hombre, entra en alianza con él, no por su interés, sino para favorecer al hombre, por puro amor. Los frutos que espera del hombre son el amor hacia él y la justicia hacia los oprimidos: todas ellas cosas que sirven al bien del hombre, no al de Dios. Leer más...
No hay comentarios:
Publicar un comentario