
16 de enero de 2010.- Sirva este testimonio de canto a esos hermanos embriones, que son sacrificados o se encuentran congelados, a costa del otro, del bebé medicamento. Mi hermana se llamaba Begoña. Era la quinta, y mi única hermana. Tenía 17 años menos que yo, y nació gracias a que siendo aún embrión no fue seleccionado entre otros embriones hermanos como no apta para nacer. Si por el contrario hubiese sido investigado y seleccionado en plan eugenésico, mi hermana no hubiera nacido. Soy bióloga, estoy en activo y sé de lo que hablo. Al leer noticias sobre bebés medicamento me acuerdo de ella. Nació aún siendo mis padres perfectamente conscientes del riesgo que corrían teniendo a esa niña, debido a la edad de mi madre, ya mayor. Pero mis padres se querían mucho, y sabían que esa felicidad amorosa no podía terminar de otra manera. Leer más...
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