* En una ocasión, dijo a su madre: “Pido a Nuestro Señor que si me ha destinado al martirio que me dé las fuerzas para afrontarlo”.
20 de enero de 2010.- Desde el siglo XII no se celebra una beatificación en Cataluña. De acuerdo con las disposiciones de Benedicto XVI, este sábado, a las 11,30 de la mañana, se romperá esa larga etapa con la beatificación del sacerdote Josep Samsó (1887-1936) en la Basílica de Santa Maria de Mataró. La ceremonia estará presidida por el cardenal arzobispo de Barcelona, Lluís Martínez Sistach y se espera la participación de una veintena de obispos, el nuncio del Papa en España, monseñor Renzo Fratini y el prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, Angelo Amato, que será el encargado de pronunciar la fórmula de beatificación.
20 de enero de 2010.- Desde el siglo XII no se celebra una beatificación en Cataluña. De acuerdo con las disposiciones de Benedicto XVI, este sábado, a las 11,30 de la mañana, se romperá esa larga etapa con la beatificación del sacerdote Josep Samsó (1887-1936) en la Basílica de Santa Maria de Mataró. La ceremonia estará presidida por el cardenal arzobispo de Barcelona, Lluís Martínez Sistach y se espera la participación de una veintena de obispos, el nuncio del Papa en España, monseñor Renzo Fratini y el prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, Angelo Amato, que será el encargado de pronunciar la fórmula de beatificación.
Por su interés publicamos el testimonio de Josep Samsó explicado por el cardenal Lluís Martinez Sistach en la carta dominical dirigida a los fieles de la diócesis. El carácter afable de Josep Samsó no le liberó de las iras de los comunistas. Fue detenido el 30 de julio de 1936. El primero de septiembre, un grupo de milicianos le sacó de la cárcel para acabar con su vida. Samsó se despidió de sus compañeros de prisión con un «Dios sobre todo» y fue conducido al cementerio de Mataró. Allí quiso abrazar a los que iban a matarlo, perdonó a sus verdugos y se dispuso a morir con los brazos en cruz. Un balazo acabó con su vida y, desde ese momento, comenzó su fama de santidad. Leer más...
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