* «Amo entrañablemente a la gente de aquí. Tanto en la iglesia como en el basurero soy uno de ellos. Me parece una cosa tan natural y tan sencilla… Somos los mismos. Además, yo los admiro porque dentro de esa pobreza hay una riqueza espiritual muy grande. Pobreza no es sinónimo de tristeza»
20 de enero de 2010.- El padre Paulino Alonso vive entre los deshechos de la capital guatemalteca, en el mismo basurero, a donde nadie recomienda ir por su extrema violencia. Allí rebusca con los más necesitados comida y, al tiempo, les lleva el amor de Dios. Leer más...
miércoles, 20 de enero de 2010
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