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* «Como misionero, uno es enviado por Dios; no somos ejemplo de nada, sino testimonio de un Amor que hemos recibido. Dios utiliza instrumentos muy frágiles. Se trata de llevar el amor de Dios a los más alejados por medio de una experiencia de familia; creemos que hay personas que tienen que pasar por una experiencia previa humana de amor para volver a la Iglesia»
* «Al drama que viven las personas forzadas a abandonar su tierra huyendo de guerras o de la pobreza, se une muchas veces el sentimiento de desarraigo, de no saber a dónde se pertenece. Los cristianos no podemos compartir esta mentalidad. El que acoge a un migrante, acoge a Cristo»
28 de mayo de 2024.- (Camino Católico) “Oremos para que los migrantes que huyen de las guerras o del hambre, obligados a viajes llenos de peligro y violencia, encuentren aceptación y nuevas oportunidades en la vida”,pide el Santo Padre en el “Video del Papa” para el mes de junio del 2024.
El Pontífice explica que “debemos promover una cultura social y política que proteja los derechos y la dignidad del migrante. Y que los promueva en sus posibilidades de desarrollo. Y que los integre. A un migrante hay que acompañarlo, promoverlo e integrarlo”. El texto completo de las palabras de Francisco en“el Video del Papa”es el siguiente:
Queridos hermanos y hermanas quisiera que en este mes oremos por los que huyen de su país.
Al drama que viven las personas forzadas a abandonar su tierra huyendo de guerras o de la pobreza, se une muchas veces el sentimiento de desarraigo, de no saber a dónde se pertenece.
Además, en algunos países de llegada, los migrantes son vistos con alarma, con miedo.
Aparece entonces el fantasma de los muros: muros en la tierra que separan a las familias y muros en el corazón.
Los cristianos no podemos compartir esta mentalidad. El que acoge a un migrante, acoge a Cristo.
Debemos promover una cultura social y política que proteja los derechos y la dignidad del migrante. Y que los promueva en sus posibilidades de desarrollo. Y que los integre.
A un migrante hay que acompañarlo, promoverlo e integrarlo.
Oremos para que los migrantes que huyen de las guerras o del hambre, obligados a viajes llenos de peligro y violencia, encuentren aceptación y nuevas oportunidades en la vida.
* «Dejemos de hacer invisibles a los que están al margen de la sociedad, ya sea por motivos de pobreza, dependencias, enfermedades psíquicas o minusvalías. Centrémonos en la acogida. En acoger a todas las personas que lo necesitan»
29 de agosto de 2023.- (Camino Católico) “Oremos para que las personas que viven al margen de la sociedad, en condiciones de vida infrahumanas, no sean olvidadas por las instituciones y nunca sean descartadas”, pide el Santo Padre en el “Video del Papa” del mes de septiembre de 2023.
El Pontífice pregunta: “¿Cómo dejamos que la ‘cultura del descarte’, en la que millones de hombres y mujeres no valen nada frente a los beneficios económicos, cómo dejamos que esta cultura domine nuestras vidas, nuestras ciudades, nuestro modo de vivir?”. El texto completo de las palabras de Francisco en “el Video del Papa” es el siguiente:
Una persona sin techo que muere en la calle nunca va a aparecer en la primera página de los buscadores de internet o de los noticieros.
¿Cómo hemos podido llegar a este nivel de indiferencia?
¿Cómo dejamos que la ‘cultura del descarte’, en la que millones de hombres y mujeres no valen nada frente a los beneficios económicos, cómo dejamos que esta cultura domine nuestras vidas, nuestras ciudades, nuestro modo de vivir?
Se nos va a endurecer el cuello de tanto mirar al otro lado para no ver esta situación.
Por favor, dejemos de hacer invisibles a los que están al margen de la sociedad, ya sea por motivos de pobreza, dependencias, enfermedades psíquicas o minusvalías.
Centrémonos en la acogida. En acoger a todas las personas que lo necesitan.
La ‘cultura de la acogida’, de recibir, de dar techo, de dar hogar, de dar amor, de dar calidez humana.
Oremos para que las personas que viven al margen de la sociedad, en condiciones de vida infrahumanas, no sean olvidadas por las instituciones y nunca sean descartadas.
* «Esta denuncia, después de dos mil años, conserva intacta su carga negativa. El motivo es que quien la pronuncia no es un hombre que esté de parte de ricos o pobres, sino uno que está por encima de las partes y se preocupa tanto de los ricos como de los pobres, incluso tal vez más de los primeros que de los segundos (¡a estos les sabe menos expuestos al peligro!). La parábola del rico epulón no se sugiere por el hastío hacia los ricos o por el deseo de ocupar su lugar, como tantas denuncias humanas, sino por una preocupación sincera de su salvación» Continuar leyendo
* «Convivimos con la población que vive en la calle en São Paulo, hoy son más de 30.000 personas: el número de mujeres y niños está aumentando. Es una situación, como la llama el Papa Francisco, de descarte para la población y en particular para los pobres, cuyo último lugar es la calle y acaban sobreviviendo en las calles de la ciudad»
Camino Católico.– Al lado de los pobres, como enseña Cristo. Este es el recuerdo de las palabras del Papa Francisco en la llamada telefónica al padre Júlio Lancellotti, en octubre del año pasado. Una misión que se refleja en la rutina del sacerdote que diariamente acoge, en su corazón y en el «Centro São Martinho» de São Paulo, Brasil, a cientos de personas que viven en las calles de la ciudad más grande del país latinoamericano.
* «Un día encontré una biblia. En mi familia nunca he recibido una educación religiosa. No sabía quién era Jesús, tampoco nada de la fe ni de Dios. Abrí la biblia comencé a leer y me encontré con la Pasión de Jesús: cuando Jesús sufre, carga su cruz, le ponen la corona de espinas y muere en la cruz. Para mí fue un momento tan fuerte que fue la primera vez de mi vida que me di cuenta que Dios me amaba tanto, que había dado su vida por mí en la cruz. Y que había sufrido todo eso por mí, yo una niña de favela. Empecé a llorar y el primer reflejo de mi corazón fue decir que si Cristo había dado su vida por mí, yo quería dar mi vida por Él y hacer de mi vida un don de amor para Él. Tenía 17 años en aquel momento y decidí ir a la parroquia que había al lado de mi casa, me integré en el grupo de jóvenes que había y recibí todos los sacramentos”
Camino Católico.- Renaildes de Chateauvieux recuerda que tenía 17 años y estaba en su casa cuando vio La Biblia por primera vez. La tomó con curiosidad y comenzó a hojearla. Hasta ese momento sentía rabia de vivir en una casa de palafitos sobre un basural en una favela en Salvador de Bahía, donde día a día debía convivir con la delincuencia, las drogas y la prostitución. No fue educada en la fe porque su familia no la tenía. Ella vive actualmente con su marido Romain, con quien se casó hace catorce años, y 5 de sus hijos en La Pincoya, donde trabaja junto a él en la Fundación Misericordia, una institución que promueve el desarrollo integral de las personas, entregando un servicio tanto social como pastoral en esa población chilena a los más pobres. En el video se visualiza y escucha su testimonio de conversión que explica en una charla de “Razón en Cristo” – REC de la Pontificia Universidad Católica de Chile.
* «Eso me hizo consciente de la presencia de Dios en mi vida y a mi alrededor. Era como si estuviera flotando en la cama con Dios en mí y a mi alrededor. Y también me ha dado la confianza para abandonarme en Jesús y aceptar lo que él quería para mí, incluso la muerte, si así lo deseaba. Nuestro Dios es el creador de todo el universo, y sin embargo se ocupa de cuidar a un diminuto granito de arena como yo»
* «Yo no estoy enfermo de COVID, Dios sabe que sería demasiado difícil para mí. Me hice la prueba dos veces y gracias a Dios: estoy sano. Los enfermos tienen una fe fuerte. Todos los días vivo un pequeño milagro, la cantidad de personas que participan en la comunión es igual a la cantidad de hostias que traigo conmigo»
Camino Católico.- Claro está, la Biblia no es un manual de finanzas, pero contiene muchos consejos prácticos y valiosos que pueden ayudar a todo el mundo a gestionar mejor su dinero y mantener una relación sana con él.
¿Es un pecado querer ganar dinero (incluso mucho dinero)? ¿Hay que rehuirlo, sufrirlo, hacerlo fructificar? ¿Qué es una gestión responsable del dinero? ¿El dinero es un mal necesario? Hacer de vez en cuando un examen de conciencia sobre nuestra relación con el dinero y los bienes materiales puede ser un buen medio de gestionar mejor nuestro presupuesto. El padre Pierre Debergé, autor de El dinero en la biblia. Ni pobre… Ni rico, ofrece algunos consejos sobre el tema.
12 de marzo de 2020.- (Camino Católico). – Celebración de la Santa Misa de hoy, jueves de la 2ª semana de Cuaresma, presidida por el Papa Francisco, emitida porVatican News desde la capilla de la Casa Santa Marta en el Vaticano.
* «¡Cuántas sendas conducen también hoy a formas de precariedad! La falta de medios básicos de subsistencia, la marginación cuando ya no se goza de la plena capacidad laboral, las diversas formas de esclavitud social, a pesar de los progresos realizados por la humanidad… Como Bartimeo, ¡cuántos pobres están hoy al borde del camino en busca de un sentido para su condición! ¡Cuántos se cuestionan sobre el porqué tuvieron que tocar el fondo de este abismo y sobre el modo de salir de él! Esperan que alguien se les acerque y les diga: «Ánimo. Levántate, que te llama» (v. 49). Lastimosamente a menudo se constata que, por el contrario, las voces que se escuchan son las del reproche y las que invitan a callar y a sufrir. Son voces destempladas, con frecuencia determinadas por una fobia hacia los pobres, considerados no sólo como personas indigentes, sino también como gente portadora de inseguridad, de inestabilidad, de desorden para las rutinas cotidianas y, por lo tanto, merecedores de rechazo y apartamiento. Se tiende a crear distancia entre ellos y el proprio yo, sin darse cuenta que así se produce el alejamiento del Señor Jesús, quien no los rechaza sino que los llama así y los consuela»
14 de junio de 2018.- (Caminocatólico.com) Con motivo de la II Jornada Mundial de los Pobres, que se celebrará el próximo 18 de noviembre, la Santa Sede ha hecho público un mensaje del Papa Francisco en el que llama a ayudar a los pobres sin caer en el protagonismo: “No es protagonismo lo que necesitan los pobres, sino ese amor que sabe esconderse y olvidar el bien realizado”.
“Frente a los pobres, no es cuestión de jugar a ver quién tiene el primado de la intervención, sino que podemos reconocer humildemente que es el Espíritu quien suscita gestos que son un signo de la respuesta y cercanía de Dios”.
El padre Dominic era entonces nuevo en la parroquia de San José en Kampala y le llamaba la atención que esta familia estuviera siempre en la misa de siete de la mañana y sentada siempre en el primer banco: «solían venir a la iglesia con la ropa muy sucia y sin zapatos. A veces venían con plátanos encima de la cabeza porque después de la misa los vendían. Le pedí a la madre de Fausta que me llevara a su casa; cuando llegué a la calle, sólo pude llorar. Vi una buena semilla y estoy viendo los resultados. Estoy muy emocionado por lo que Fausta y su familia están haciendo por Dios. Creo que, incluso si muero ahora, Fausta y su familia pueden hacer lo que he hecho aún mejor, ya que está inspirada por el espíritu de Dios»
* «En la fuente de Canaletas recé ante las velas el Padrenuestro. Muchos lo siguieron y se escuchaban lágrimas. Algunos me dieron las gracias. Esta escena se repitió en diversos memoriales instalados. Un urbano me pidió bendición para él y sus compañeros. Luego me informaron de que intentó salvar a Xavier, el niño de 3 años… Encuentro una silla vacía y me siento con la estola. Un joven me pide que bendiga el lugar “para que no vuelva el mal”. Así lo hago. Le invito a confesarse. En la absolución le cambia la cara y asegura que cambiará de camino… Paseo con una persona sin recursos. Renuncia a un negocio de drogas que le proponían, recordando a su abuela: “trafican con la muerte”»
«En los campos de plegaria de las sectas sucede algo muy fuerte, una desgracia. Utilizan el nombre de Jesús para torturar a los semejantes. Es abominable. Jesús no vino para encadenarnos, sino para todo lo contrario. Prometen a los familiares que van a echar a los malos espíritus y se llevan el dinero. En Togo, entré en uno con una cámara de televisión. Había más de 200 personas encadenadas, algunas más de ocho años seguidos, e incluso un niño de 9 años que solo tenía epilepsia. ¡Y está encadenado!»
* «Desde pequeña, soy una persona alegre, inquieta, sensible a la creación, a lo religioso, a la necesidad de los otros… Aquí me siento más libre que cuando estaba en el mundo; bueno, yo sigo estando en el mundo, pero me siento más libre aún que antes… » * «La vida consagrada hace presente a la santidad de la Iglesia. Y lo hace para poder mostrar, aquí en la tierra, que se puede amar -como lo hizo Jesucristo- muriendo en una cruz por mí y por todos. También muere crucificado en el otro, buscando siempre ese rostro de Dios»
“Después de mucha oración y consulta con mi director espiritual, decidí presentar mi petición de renunciar a mi comisión de servicio activo en la Armada de los Estados Unidos para buscar activamente una vocación a la vida religiosa… Ruego que yo traiga a Cristo a los que me rodean y ser una fiel monja benedictina, preservando la ‘escuela del servicio del Señor’ todos los días de mi vida”
“Es una mezcla grande de sentimientos: una alegría por estar aquí de nuevo pero al mismo tiempo un luto por haber perdido tantos amigos… La única explicación es la de los milagros: el de estar vivo y el de estar andando. Es un milagro de Dios que yo esté vivo y andando”
"No vi pobreza, ahí conocí la miseria. Cuando llegué vi miles y miles de personas que vivían de uno de los basurales más grandes del mundo. Esa noche no dormí y le pedí a Dios que me diera fuerzas para rescatarlos de ahí"
«Nuestros resultados sugieren que puede haber algo importante detrás de la religión y la espiritualidad. Los beneficios de asistir a los servicios religiosos parecen estar relacionados con un mayor apoyo social, menos consumo de tabaco y un menor riesgo de sufrir depresión, ya que estas personas tienen una perspectiva más optimista y esperanza de la vida», afirma Tyler J. VanderWeele, profesor de Epidemiología en Havard Chan School of Public y coautor del estudio
“Mi vocación la tuve desde niño. Nunca había visto la oportunidad de entrar. Dios tiene un tiempo para todo y creo que fue el tiempo exacto para entrar al seminario y todo se dio paso por paso. No quiero ser un súper-teólogo ni un filósofo ni famosísimo ni nada. Quiero a ser un sacerdote del pueblo y para el pueblo. Un sacerdote enamorado – enamorado de la Iglesia, mi Esposa”