Elige tu idioma

Síguenos en el canal de Camino Católico en WhatsApp para no perderte nada pinchando en la imagen:

Mostrando entradas con la etiqueta hambre. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta hambre. Mostrar todas las entradas

sábado, 16 de enero de 2021

Renaildes de Chateauvieux vivía en una favela, pobre y sin fe, vio una biblia, leyó la Pasión de Cristo y experimentó que Dios la amaba


 * «Un día encontré una biblia. En mi familia nunca he recibido una educación religiosa. No sabía quién era Jesús, tampoco  nada de la fe ni de Dios. Abrí la biblia comencé a leer y me encontré con la Pasión de Jesús: cuando Jesús sufre, carga su cruz, le ponen la corona de espinas y muere en la cruz. Para mí fue un momento tan fuerte que fue la primera vez de mi vida que me di cuenta que Dios me amaba tanto, que había dado su vida por mí en la cruz. Y que había sufrido todo eso por mí, yo una niña de favela. Empecé a llorar y el primer reflejo de mi corazón fue decir que si Cristo había dado su vida por mí, yo quería dar mi vida por Él y hacer de mi vida un don de amor para Él. Tenía 17 años en aquel momento y decidí ir a la parroquia que había al lado de mi casa, me integré en el grupo de jóvenes que había y recibí todos los sacramentos”

Camino Católico.- Renaildes de Chateauvieux recuerda que tenía 17 años y estaba en su casa cuando vio La Biblia por primera vez. La tomó con curiosidad y comenzó a hojearla. Hasta ese momento sentía rabia de vivir en una casa de palafitos sobre un basural en una favela en Salvador de Bahía, donde día a día debía convivir con la delincuencia, las drogas y la prostitución. No fue educada en la fe porque su familia no la tenía. Ella vive actualmente con su marido Romain, con quien se casó hace catorce años, y 5 de sus hijos en La Pincoya, donde trabaja junto a él en la Fundación Misericordia, una institución que promueve el desarrollo integral de las personas, entregando un servicio tanto social como pastoral en esa población chilena a los más pobres. En el video se visualiza y escucha su testimonio de conversión que explica en una charla de “Razón en Cristo” – REC de la Pontificia Universidad Católica de Chile.

Leer más...

martes, 26 de marzo de 2019

Milona Von Habsburg, una Habsburgo, tuvo una vivencia mística en Medjugorje, que la llevó a luchar contra el hambre creando la ONG Mary´s Meal, inspirada en un llamado de la Virgen

* “Me senté a descansar y de repente una presencia viva, buena, clara y sin juicios me rodeó… Vi el mundo a través de sus ojos y sentí una paz increíble, una plenitud desconocida. Entonces me hizo una pregunta: “¿Cómo puedes decir que eres cristiana?”. Y comprendí que yo iba a misa, me confesaba, era mi momento con Dios, pero luego mi vida continuaba, ese encuentro no cambiaba nada. Supe entonces que ser cristiana era algo que no conocía”
Ima Sanchís / La Vanguardia  / Camino Católico   Milona Von Habsburg es sobrina del archiduque Otto de Habsburgo, hijo mayor del último emperador Carlos I de Austria y IV de Hungría [que murió en 1922 y fue beatificado en 2004 por Juan Pablo II], pero por encima de todo Milona es una devota de la Virgen de Medjugorje(Bosnia-Herzegovina), a la que consagra su vida junto al proyecto Mary’s Meals (“Comidas de María”), un movimiento internacional que alimenta escolares en las comunidades donde la pobreza y el hambre impiden que los niños tengan una educación y que se subsana con 15 euros por niño al año. 

sábado, 6 de mayo de 2017

Anciano que busca comida en la basura en Venezuela da lección de fe en Dios a un grupo de extranjeros que le dio alimentos

“Gracias. Muy agradecido de verdad. Cristo estará siempre con ustedes porque ustedes andan haciendo una obra cristiana muy grande. Cristo vive, Él está en vuestros corazones, lo sé yo. Ustedes sí son cristianos de verdad. Gracias al Señor por mandarlos. “Porque ustedes no vinieron porque quisieron venir. No. Dios los mandó. Gracias mi Dios, muy agradecido”

miércoles, 26 de agosto de 2015

«Comidas de María», la obra del escocés Magnus MacFarlane-Barrow que da de comer a un millón de niños en todo el mundo

“En Medjugorje, sentí un sentimiento de profunda alegría distinto a cualquier cosa que hubiese sentido antes. Me sentí exultante. Nuestra Señora había venido a decirnos que Dios existe. La creí con todas las fibras de mi ser. Decidí responder a la invitación de Nuestra Señora en mi vida lo mejor que pude”

jueves, 23 de enero de 2014

Papa Francisco a Davos: “Es intolerable que miles de personas mueran cada día de hambre”

“Sin ignorar, por supuesto, los requisitos específicos, científicos y profesionales, de cada sector, os pido que os esforcéis para que la humanidad se sirva de la riqueza y no sea gobernada por ella”

martes, 10 de diciembre de 2013

Mensaje del Papa Francisco en campaña de Cáritas contra el hambre: “Los alimentos que hay a disposición hoy en el mundo bastarían para quitar el hambre a todos”

Mil millones de personas que todavía sufren hambre hoy, no podemos mirar a otra parte, fingiendo que el problema no exista. Les pido de todo corazón  actuar como una sola familia, empeñada en asegurar alimentos para todos. Roguemos al Señor para que nos conceda la gracia de ver un mundo en el nadie deba morir de hambre”

Reza la oración por el hambre

miércoles, 29 de mayo de 2013

Lizomar Dos Santos, al año de vida su padre se fue de casa: “El dolor me ha conducido a un encuentro personal con Dios y a un amor nuevo hacia el prójimo”

29 de mayo de 2013.- (Lizomar Dos Santos / Zenit / Camino Católico) Durante la Vigilia de Pentecostés el 18 de mayo, antes del encuentro del Papa Francisco con los movimientos, las nuevas comunidades, las asociaciones y las agregaciones laicales en peregrinación a la tumba del apóstol Pedro, hubo diversos testimonios. Publicamos el de Lizomar Dos Santos, brasileño que vive su espiritualidad en los Focolares. Lizomar viene del noreste de Brasil y está actualmente en Italia para algunos años de formación en el movimiento de los Focolares.
Soy el quinto de una familia de seis hijos. Mi padre es viudo y se casó con mi madre y trajo consigo a dos hijos de los que mi madre también se hizo cargo.
Cuando tenía un año, mi padre se fue de casa dejando a mi madre embarazada del sexto hijo y con los otros hijos pequeños. Nuestra situación se convirtió en crítica: no teníamos nada para comer y nos quedamos solo con lo esencial. No teníamos dinero para la factura y nos cortaron la luz y después el gas. Durante años hemos vivimos usando lámparas de aceite y cocinando con leña. Leer más...

martes, 9 de junio de 2009

Una historia real sobre la cara más cruda del hambre
Este corto, titulado 'Chicken a la Carte', fue premiado en el festival de cine de Berlín. Sus escalofriantes imágenes reales sobre las brutales desigualdades que vivimos, que hacen que unos tiren la comida mientras hay familias pasando hambre, no se olvidan fácilmente.

miércoles, 13 de mayo de 2009

Y tú ¿de qué te quejas?
En estos tiempos en los que azota la crisis, conviene recordar a quienes saben lo que es vivir en una situación verdaderamente crítica. Y que el esfuerzo por seguir adelante en circunstancias más difíciles nos enseñe a acercarnos a los que sufren, y que se note.

miércoles, 10 de diciembre de 2008

VIDEO de la Campaña contra el Hambre, Paro y esclavitud Infantil, No Matarás
Cada día más de 100.000 personas mueren de hambre, la mitad son niños

10 de diciembre de 2008.-Estas navidades miles de ciudadanos convocados por el Movimiento Cultural Cristiano, Camino Juvenil Solidario y el partido SAIn, un año más, saldrán a la calle en solidaridad con los hambrientos de la Tierra y para presionar moralmente a nuestros gobernantes, con el grito de: ¡No matarás!.
Os invitamos a las más de 30 Marchas Solidarias que tendrán lugar, como todos los Diciembre, desde hace más de 15 años, en España e Iberoamérica, CONTRA LAS CAUSAS DEL HAMBRE, DEL PARO y DE LA ESCLAVITUD INFANTIL.
Leer más y ver Vídeo...

miércoles, 4 de junio de 2008

Benedicto XVI: no darse por vencido ante el hambre y la desnutrición


Carta del Papa a la cumbre de la FAO sobre seguridad alimentaria mundial
"Da de comer al que está muriéndose de hambre, si no le das de comer, le habrás matado"

CIUDAD DEL VATICANO,(ZENIT.org).- Publicamos el mensaje de Benedicto XVI que leyó este martes el cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado y jefe de la delegación de la Santa Sede, ante la Conferencia de unos 50 jefes de Estado y de otros representantes nacionales sobre "La seguridad alimentaria mundial: los retos del cambio climático y la bioenergía", que se celebra del 3 al 5 de junio en la sede del Fondo de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), en Roma.

* * *
Señor presidente de la República italiana,
ilustres jefes de Estado y de Gobierno,
señor director general de la FAO,
señor secretario general de la ONU,
señoras y señores:

Con alegría os presento mi deferente y cordial saludo a todos los que, de diferentes maneras, representáis a los diferentes componentes de la familia humana, reunidos en Roma para concordar soluciones idóneas y afrontar el problema del hambre y de la malnutrición.

He pedido al cardenal Tarcisio Bertone, mi secretario de Estado, que os transmita la particular atención con la que sigo vuestro trabajo y que os asegure que doy una gran importancia a la ardua tarea que os espera. A vosotros se dirige la mirada de millones hombres y mujeres, mientras nuevas insidias amenazan su supervivencia y situaciones preocupantes ponen en peligro la seguridad de sus países. De hecho, la creciente globalización de los mercados no siempre favorece la disponibilidad de alimentos y los sistema productivos con frecuencia están condicionados por límites estructurales, así como por políticas proteccionistas y fenómenos especulativos que dejan a poblaciones enteras al margen de los procesos de desarrollo. A la luz de esta situación, es necesario confirmar con fuerza que el hambre y la malnutrición son inaceptables en un mundo que, en realidad, dispone de niveles de producción, de recursos y de conocimientos suficientes para acabar con estos dramas y con sus consecuencias. El gran desafío de hoy consiste en "globalizar no sólo los intereses económicos y comerciales, sino también las expectativas de solidaridad, en el respeto y en la valoración de la contribución de cada miembro de la sociedad" (Discurso a la fundación Centesimus Annus pro Pontifice, 31 de mayo de 2008).

Hago llegar a la FAO y a su director general mi aprecio y gratitud por haber llamado nuevamente la atención de la comunidad internacional sobre lo que obstaculiza la lucha contra el hambre y por haberla invitado a una acción que, para que sea eficaz, tiene que ser unitaria y coordinada.

Con este espíritu, deseo renovar a las personalidades que participan en esta cumbre el auspicio que formulé durante mi reciente visita a la sede de la ONU: es urgente superar la "paradoja de un consenso multilateral que sigue padeciendo una crisis a causa de su subordinación a las decisiones de unos pocos" (Discurso a la asamblea general de la ONU, 18 de abril de 2008). Además, me permito invitaros a colaborar de manera cada vez más transparente con las organizaciones de la sociedad civil comprometidas en superar la creciente brecha entre riqueza y pobreza. Os exhorto a continuar en esas reformas estructurales que, a nivel nacional, son indispensables para afrontar con éxito los problemas del subdesarrollo, de los que el hambre y la malnutrición son una consecuencia directa. ¡Sé que todo esto es arduo y complejo!

Ahora bien, ¿cómo es posible permanecer insensibles a los llamamientos de quienes, en diferentes continentes, no logran alimentarse suficientemente para vivir? Pobreza y malnutrición no son una mera fatalidad, provocada por situaciones ambientales adversas y por calamidades naturales desastrosas. Por otra parte, las consideraciones de carácter exclusivamente técnico o económico no deben prevalecer sobre los deberes de justicia hacia los que padecen hambre. El derecho a la alimentación "responde principalmente a una motivación ética: 'dar de comer a los hambrientos' (cf. Mt 25,35), que apremia a compartir los bienes materiales como muestra del amor que todos necesitamos [...] Este derecho primario a la alimentación está intrínsecamente vinculado con la tutela y defensa de la vida humana, roca firme e inviolable donde se apoya todo el edificio de los derechos humanos (Discurso al nuevo embajador de Guatemala, 31 de mayo de 2008).

Cada persona tiene derecho a la vida; por eso, es necesario promover de manera eficaz la aplicación de este derecho y ayudar a las poblaciones que sufren por la falta de alimentos a llegar a ser poco a poco capaces de satisfacer las propias exigencias de una alimentación suficiente y sana.

En este momento particular, en el que está amenazada la seguridad alimentaria a causa del encarecimiento de los productos agrícolas, deben elaborarse nuevas estrategias de lucha contra la pobreza y de promoción del desarrollo rural. Esto debe suceder también a través de procesos de reformas estructurales, que permitan afrontar los desafíos de la misma seguridad y de los cambios climáticos; además, es necesario aumentar la disponibilidad de comida, valorando las capacidades de los pequeños agricultores y garantizando su acceso al mercado. Ahora bien, el aumento global de la producción agrícola sólo podrá ser eficaz si va acompañado por la distribución eficaz de esta producción y si se destina primariamente a satisfacer las necesidades esenciales. Se trata de un camino que no es ciertamente fácil, pero que permitiría, entre otras cosas, redescubrir el valor de la familia rural: ésta no se limita a preservar la transmisión, de los padres a los hijos, de los sistemas de cultivo, de conservación y de distribución de los alimentos, sino que es sobre todo un modelo de vida, de educación, de cultura y de religiosidad.

Además, desde el punto de vista económico, asegura una atención eficaz y amorosa a los más débiles y, en virtud del principio de subsidiariedad, puede asumir un papel directo en la cadena de distribución y comercialización de los productos agrícolas destinados a la alimentación, reduciendo los costes de intermediación y favoreciendo la producción a pequeña escala.

Señoras y señores:

Las dificultades actuales muestran cómo las modernas tecnologías, por sí mismas, no son suficientes para superar la carencia alimentaria, así como tampoco lo son las estadísticas o el envío de ayuda en casos de emergencia. Todo esto tiene ciertamente una gran importancia, sin embargo debe ser completado y orientado por una acción política que, inspirada en los principios de la ley natural que están inscritos en el corazón de los hombres, proteja la dignidad de la persona. De este modo, también se respeta el orden de la creación y se tiene "como criterio de orientación el bien de todos" (mensaje para la Jornada Mundial de la Paz, 1 de enero de 2008, n. 7).

Sólo la tutela de la persona, pues, permite combatir la causa principal del hambre, es decir, esa cerrazón del ser humano hacia sus semejantes que disuelve la solidaridad, justifica los modelos de vida consumista y disgrega el tejido social, preservando e incluso llegando a aumentar el surco de injustos desequilibrios, dejando a un lado las exigencias más profundas del bien. (Cf. Deus Caritas Est, 28).

Por tanto, si se hiciera valer el respeto de la dignidad humana en la mesa de las negociaciones, de las decisiones y de su aplicación, podrían superarse obstáculos que de otro modo son insuperables y se eliminaría, o al menos disminuiría, el desinterés por el bien de los demás. De este modo, sería posible adoptar medidas valientes, que no se rindan ante el hambre y la malnutrición, como si se tratara simplemente de fenómenos endémicos y sin solución. La defensa de la dignidad humana en la acción internacional, también de emergencia, ayudaría además a limitar lo superfluo en la perspectiva de las necesidades de los demás y a administrar de modo justo los frutos de la creación, poniéndolos a disposición de todas las generaciones".

A la luz de estos principios deseo que las delegaciones presentes en esta reunión asuman nuevos compromisos y se propongan llevarlos a cabo con gran determinación. ¡La Iglesia católica, por su parte, desea unirse a este esfuerzo! Con espíritu de colaboración, basándose en la antigua sabiduría, inspirada por el Evangelio, propone un llamamiento firme y sentido, que sigue siendo de gran actualidad para quienes participan en la cumbre: "Da de comer al que está muriéndose de hambre, si no le das de comer, le habrás matado" (Decretum Gratiani, c. 21, d. LXXXVI). Os aseguro que, en este camino, podéis contar con la contribución de la Santa Sede. Ésta, si bien se diferencia de los Estados, se une a ellos en los objetivos más nobles para sellar un compromiso que, por su misma naturaleza, involucra a toda la comunidad internacional: alentar a todo pueblo a compartir las necesidades de los demás pueblos, poniendo en común los bienes de la tierra que el Creador ha destinado a toda la familia humana.

Con estos sentimientos, formulo mis mejores deseos de éxito para la conferencia e invoco la bendición del Altísimo sobre vosotros y sobre cuantos están comprometidos con el auténtico progreso de la persona y de la sociedad.
Vaticano, 2 de junio de 2008
BENEDICTUS PP. XVI

------------------------------------------------

[Traducción del original italiano realizada por Jesús Colina
© Copyright 2008 - Libreria Editrice Vaticana]

jueves, 15 de mayo de 2008

Repetir errores / Autor: Cardenal Ricard Mª CARLES

Un error muy repetido en la historia ha sido querer mejorar la persona, separándola de lo trascendente, de lo divino. En nuestro tiempo, detectamos bastantes manifestaciones que son inhumanas y nos hieren, como violencias, crueldades, abortos, injusticias, hambres, etc. Pero hemos de mirar más adentro. Resulta actual esta frase de Henri Heine: «Esto no es más que la manifestación exterior de una crisis más profunda, totalmente interna, pues ?el pensamiento precede a la acción como el relámpago al trueno?. Los acontecimientos se desarrollan en la realidad del espíritu antes de manifestarse en la realidad exterior, en la historia».

Si se destruye en el alma del hombre algo tan básico como la atención a Dios, el valor profundo del prójimo como hijo de Dios, el respeto a las normas de comportamiento grabadas en nuestra conciencia por el mismo Dios, el resultado es la destrucción del auténtico humanismo, de la concepción del auténtico ser del hombre. Demasiadas destrucciones esenciales al hombre para que no se traduzcan en errores que engendran dolor y temor. Palpamos lo cierto que es lo afirmado hace generaciones de que «allí donde no hay Dios, no hay tampoco hombre». No hay «hombre auténtico» si no acepta nada que le trascienda. El humanismo ateo no puede llegar más que a la quiebra. Ante recelos equivocados, pero tan repetidos, hay que insistir en que «Dios no es solamente para el hombre una norma que se impone; es el Absoluto que lo fundamenta, el Amado que le atrae, es Lo Eterno que le prepara el único clima respirable, y es, en fin, esa tercera dimensión en la que el hombre encuentra su profundidad.

Quien Le niega, no ve que Aquel al que rechaza es el que le da toda su fuerza y grandeza. En el límite de sus sueños de emancipación total, no se apercibe del servilismo que le amenaza.
----------------------------------------------
Fuente: La Razón

lunes, 11 de febrero de 2008

Familias dan voz a las víctimas de la violencia en Kenia

Exigen un acuerdo político para propiciar la paz interna

CIUDAD DEL VATICANO, febrero de 2008 (ZENIT.org).- Entre los extensos informes de matanzas y enfrentamientos tribales, que se están generalizando en Kenia, tras las controvertidas elecciones generales, han comenzado a aparecer también historias individuales de sufrimiento y coraje.

Esta nación, en la que normalmente reina la paz, se ha visto azotada por la violencia, el pasado mes de diciembre. El balance provisional es de más de 850 muertos y millares de heridos, mientras más 255.000 personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares.

La Iglesia católica y los miembros de Caritas fueron los primeros en distribuir ayuda en muchas zonas y ahora han empezado a recibir relatos de experiencias individuales de algunos de los keniatas afectados por los disturbios.

Entre las víctimas figuran Linet Atieno Awinda, que se vio obligada, por la fuerza, a abandonar su casa de Mathare (en Nairobi), para acamparse en el barrio de Huruma, delante de la comisaría de policía. «Estaba en mi casa cuando oí algunas personas fuera, que nos dijeron que saliéramos porque iban a quemar la casa. Por eso, nos fuimos, con los niños», nos cuenta Linet.

El lugar que ahora ella llama «casa» lo comparte con otras 44 familias, cuyos miembros son en su mayoría mujeres y niños, y que es un poco más grande que una pista de tenis. Y parece más bien una chatarrería que un hogar, con familias que intentan dormir, comer y cocinar, todos apretados y rodeados de restos de coches abandonados. Por la noche, cuando llueve, buscan refugio dentro de los coches.

Casas quemadas y a la intemperie

Dice Linet: «Ruego a los líderes políticos que consigan la paz, porque somos nosotros los que tenemos que estar aquí fuera, con nuestros hijos a la intemperie, pasando frío, somos nosotros los que sufrimos en la calle. Pero si ellos se ponen de acuerdo para negociar, podremos tener paz».

Christine Ochieng, que tiene tres hijos, nos cuenta su historia, sentada a cielo abierto en Huruma (Nairobi), entre sus únicas pertenencias: un colchón y poca ropa que le han dado.

«Mi casa fue quemada por la noche --recuerda--. Yo había salido a comprar arroz para mis hijos y cuando volví había mucho ruido y la casa estaba en llamas. Entré corriendo en la casa, buscando a mis hijos, mientras quienes habían prendido el fuego cerraron la puerta detrás de mí. Me quemé las piernas y todo el lado derecho de mi cuerpo. No pedí ayuda porque estaba desconcertada ¡pero conseguir salvar a mis hijos! Cuando salí fuera, me dolía todo, pero entonces vi a otra señora que estaba cojeando y llevaba a su niño enfermo en brazos y la ayudé a llevarlo. Luego los matones me pillaron y me pegaron de nuevo. Mi hijo mayor entendió enseguida lo que pasaba y lo pasó muy mal, pero los dos más pequeños no se dieron cuenta de la gravedad de la situación. Cuando llegamos aquí dormimos a cielo abierto, yo no reconocí a nadie en el campamento, hasta el día siguiente. Una madre que tenía tres colchones me dio uno. Ahora puedo ver a las personas alojadas aquí: algunos están enfermos, otros moralmente destrozados y muchos angustiados».

La Confederación Caritas, cuyos miembros son 162 organizaciones católicas para la ayuda humanitaria y el desarrollo, ha lanzado una petición de ayuda por valor de 2,7 millones de dólares estadounidenses (1,8 millones de euros), a favor de las víctimas de la violencia en el valle del Rift, Nyanza y las provincias occidentales.

Los fondos facilitarán a la población su acceso a la ayuda alimentaria y el agua limpia, así mismo, se ofrecerá alojamiento provisional y artículos varios, como colchonetas, mantas y ropa. En el programa figura también el asesoramiento para adultos y niños, y la asistencia en la mediación entre las comunidades.

Empleados de Cáritas victimas

Algunas organizaciones Caritas ya están realizando operaciones de ayuda, como CRS (Caritas EE.UU.), CAFOD (Caritas Inglaterra & Gales), Trocaire (Caritas Irlanda) y SCIAF (Caritas Escocia), Caritas España, Caritas Italia, que están ofreciendo comida, mantas, mosquiteros, utensilios de cocina, cubiertas de plástico, servicios de asesoramiento a los traumatizados y transporte, en las diócesis de Bungoma, Eldoret, Kericho, Kisii, Mombasa, Nairobi, Nakuru y Ngong.

Gracias a una petición de ayuda, lanzada por la Conferencia Episcopal de Kenia, se han recibido donaciones de alimentos, ropa y mantas, en diócesis no afectadas por la violencia. Sin embargo, los Obispos han denunciado esta semana que la actual inestabilidad está dificultando la distribución de la ayuda, en ciertas zonas. Algunos empleados de Caritas han sido víctimas de los disturbios.

Kinyanjui Kaniaru es un ingeniero que lleva más de 13 años trabajando en CRS (Caritas EE.UU.). Cuando estalló la violencia en la localidad de Eldoret, en el valle del Rift el 29 de diciembre de 2007, el sobrino de Kinyanjui murió trágicamente en los disturbios. Se llamaba Tiras Githinji y sólo tenía 24 años.

Otro empleado de CRS, George Ambayo, procedente de la provincia de Nyanza, en la zona occidental de Kenia, temió por la vida de su mujer, al escuchar que se estaban registrando disturbios en su barrio y que su casa se estaba quemando. Afortunadamente, la había avisado precedentemente, para que escapara, mientras él y sus dos hijos ya estaban en Nyanza, para pasar las vacaciones de Navidades.

Las tensiones registradas en todo el país, que se han ido acumulando en los meses precedentes a las elecciones y la percibida injusticia de las elecciones puso en evidencia viejas hostilidades entre las tribus.

Con hambre y sin paz

El padre Daniele Moschetti, párroco de Korogocho (Nairobi), ha visto con sus propios ojos la desesperación de muchos que intentaron salvar sus hogares. «En los peores momentos, algunos grupos violentos atacaban a la gente por la calle, armados con machetes, piedras y otras armas. La gente tenía miedo de que le quemaran sus propiedades y se defendía. El problema es que la gente que muere, los más afectados por esta situación, son los más pobres, que pierden su propiedad, lo poco que tienen», nos cuenta el párroco.

Otro párroco que además colabora con CAFOD, el padre Paulino Mondo, de Kariobangi (Nairobi), explica que los sufrimientos cotidianos y las necesidades pueden ayudar a unir a las partes en conflicto.

«La distribución de comida es muy importante --asegura--. Mientras haya hambre no podrá haber paz. Dándoles comida también les demostramos que alguien se preocupa por ellos. Ambas tribus en conflicto se ponen en la cola para comer y ven las necesidades que pasan unos y otros, lo poco que tienen, porque ambas tribus están en la misma barca. Esto ayuda mucho para la reconciliación».

Directores y empleados de algunos miembros de Caritas, que han sido testigos de la destrucción de la guerra, en muchos rincones del mundo, han exhortado esta semana al Gobierno y la población de Kenia, para que apoyen el diálogo y el cese de la violencia. Los Directores Ejecutivos de las Caritas de Rwanda, la República Democrática del Congo, Líbano y Camboya, entre otros, firmaron una declaración conjunta.

Precedentemente, el presidente de Caritas Internationalis, el cardenal Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga, y el presidente de Caritas África, el arzobispo Cyprian Kizito Lwanga, hicieron un llamamiento para que ambas partes en conflicto se empeñaran en poner fin a la violencia.

Dicha petición la hicieron tras el asesinado de un sacerdote católico en el valle del Rift. El padre Michael Kamau Ithondeka, de 41 años, fue asesinado el pasado 24 de enero, en un control ilegal en la carretera de Nakuru-Eldama Ravine Road, a manos de jóvenes armados. El padre Kamau era vicerrector del Seminario de San Matías, de Tindinyo.

jueves, 7 de febrero de 2008

El cardenal Zen cuenta cómo la limosna le salvó del hambre

El obispo de Hong Kong exhorta a ser generosos con los pobres

HONG KONG, (ZENIT.org).- La carta pastoral del cardenal Joseph Zen para la Cuaresma se hace eco del llamamiento de Benedicto XVI a la limosna cuaresmal y relata cómo un donante salvó a su propia familia del hambre.

La carta del obispo de Hong Kong, de 1 de febrero, cuenta los detalles de una experiencia que el joven Joseph Zen vivió de niño.

«Fue cuando Shanghai había sido invadido --recuerda el cardenal--. Mi padre había tenido un derrame cerebral y estaba enfermo. Éramos siete de familia y cinco de nosotros en edad escolar, todos con necesidad de ser alimentados. Un frío día de invierno estaba nevando, así que nos quedamos todos en la cama para estar calientes. Estábamos hambrientos y sólo podíamos pensar: "¿Tendremos arroz para comer hoy?"».

«Mi padre miró al reloj y me dijo que me levantara. [...] Mi madre dijo: "Está nevando. Las suelas de tus zapatos de plástico están rotas. Si te mojas, cogerás un resfriado. Quédate en casa a rezar"».

«Pero mi padre dijo: "Tú vas a Misa cada día. No la pierdas hoy. Quiera Dios darnos nuestro pan de cada día". Por supuesto, mi padre tuvo las de ganar -recuerda el cardenal de 76 años, nacido en Shanghai--. Apreté los dientes y corrí a la iglesia y ayudé en la Misa como acostumbraba. Cuando me disponía a volver corriendo a casa, un hombre anciano vino corriendo detrás de mí. Era Zhou Chi Yao a quien todos conocíamos».

El cardenal Zen explica que su padre y Zhou iban a Misa todos los días: «Aunque se saludaban mutuamente con un breve gesto de cabeza, llegaron a ser buenos hermanos en el Señor».

El hombre anciano dijo al joven Joseph Zen: «Amiguito, ¿no eres el hijo de Zen En Giou?».

«Sí», respondió el muchacho.

«Gracias a Dios que corrí detrás de ti --dijo Zhou--.¿Cómo está tu padre? Hace mucho tiempo que no viene a la iglesia».

El cardenal recuerda en la carta de Cuaresma: «Le hablé de la situación de mi familia. [...] Me llevó a su casa y cogió un fajo de dinero, lo contó, lo envolvió y me lo dio. Dijo: ‘Ten mucho cuidado y lleva esto a tu padre'».

Con ese dinero, explica el cardenal Zen, su familia tuvo dinero suficiente para comprar alimentos durante varios meses.

«La mano izquierda de Zhou no sabía lo que su derecha estaba haciendo», escribe el cardenal aludiendo a la exhortación de Cristo en el Evangelio. El obispo de Hong Kong urge a los católicos a seguir el ejemplo dado por el anciano Zhou.

«No deberíamos preocuparnos por la falta de medios financieros --exhortó el cardenal--. Podemos quedarnos tranquilos si hacemos lo que podemos. Jesús alabó abiertamente a la viuda por dar dos monedas de poco valor».

--------------------------------------------
Traducido del inglés por Nieves San Martín