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viernes, 4 de octubre de 2024

«Francisco, el Caballero de Asís», película en dibujos animados sobre la vida de San Francisco de Asís


Camino Católico.- «Francisco, el Caballero de Asís» es una película animada para niños que narra la historia de San Francisco de Asís y el inicio de su Orden de Frailes Menores. Era la época de los Caballeros y los Reyes, cuando el Honor y la Gloria se ganaban luchando en los campos de batalla. Ahí vivió Francisco, un joven valiente que quería convertirse en un gran Caballero y conquistar Castillos y riquezas. Todo cambió cuando Francisco decidió luchar por Dios. Ante una misión muy especial, que requirió una gran valentía, Francisco renunció a todo lo que poseía y emprendió jubilosamente la más emocionante e inesperada aventura.

domingo, 12 de marzo de 2023

Homilía del Evangelio del Domingo: Es necesario redescubrir el sentido de eternidad / Por Cardenal Raniero Cantalamessa, OFM Cap.


* «Está claro que no basta con saber que existe la eternidad; se necesita también saber qué hacer para alcanzarla. Preguntarse, como el joven rico del Evangelio: «Maestro, ¿qué debo hacer para tener la vida eterna?». Leopardi, en la poesía El Infinito, habla de un cercado que oculta de la vista el último horizonte. ¿Cuál es para nosotros este cercado, este obstáculo que nos impide mirar hacia el horizonte último, hacia lo eterno? La samaritana, aquel día, comprendió que debía cambiar algo en su vida si deseaba obtener la «vida eterna», porque en poco tiempo la encontramos transformada en una evangelizadora que relata a todos, sin vergüenza, cuanto le ha dicho Jesús»

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domingo, 30 de marzo de 2014

Comentario del Evangelio del Domingo: La fe cristiana no es creer algo, sino en alguien / Por Raniero Cantalamessa, ofmcap.

El ciego de nacimiento: IV Domingo de Cuaresma
I Samuel 16,1b.4a.6-7.10-13; Efesios 5,8-14; Juan 9, 1-41
29 de marzo de 2014.- (Camino católicoLa curación del ciego de nacimiento nos toca de cerca, porque en cierto sentido todos somos... ciegos de nacimiento. El mundo mismo nació ciego. Según lo que nos dice hoy la ciencia, durante millones de años ha habido vida sobre la tierra, pero era una vida en estado ciego, no existía aún el ojo para ver, no existía la vista misma. 

sábado, 17 de septiembre de 2011

sábado, 9 de abril de 2011

El mandato «resucitad muertos» es para todos los cristianos / Autor: Raniero Cantalamessa, OFM Cap.


V Domingo de Cuaresma

Ezequiel 37, 12-14; Romanos 8, 8-11; Juan 11, 1-45


La resurrección del corazón


Los relatos del Evangelio no existen sólo para ser leídos, sino también para ser vividos. La historia de Lázaro se escribió para decirnos esto: hay una resurrección del cuerpo y una resurrección del corazón; si la resurrección del cuerpo ocurrirá «en el último día», la del corazón sucede, o puede hacerlo, cada día.

Éste es el significado de la resurrección de Lázaro, que la liturgia ha querido subrayar con la elección de la primera lectura de Ezequiel sobre los huesos secos. El profeta tiene una visión: contempla una inmensa vega de huesos secos y comprende que representan la moral del pueblo, que está abatida. La gente va diciendo: «Se ha desvanecido nuestra esperanza, todo se ha acabado para nosotros». A ellos se dirige la promesa de Dios: «He aquí que yo abro vuestros sepulcros; os haré salir de vuestras tumbas... Infundiré mi espíritu en vosotros y viviréis». En este caso tampoco se trata de la resurrección final de los cuerpos, sino de la resurrección actual de los corazones a la esperanza. Aquellos cadáveres, se dice, se reanimaron, se pusieron en pié y eran «un enorme, inmenso ejército». Era el pueblo de Israel que volvía a esperar, tras el exilio.

De todo esto deducimos algo que sabemos por experiencia: que se puede estar muertos... incluso antes de morir, mientras aún estamos en esta vida. Y no hablo sólo de la muerte del alma a causa del pecado; hablo también de aquel estado de total ausencia de energía, de esperanza, de deseo de luchar y de vivir que no se puede llamar con nombre más indicado que éste: muerte del corazón.

A todos aquellos que por las razones más diversas (fracaso matrimonial, traición del cónyuge, perdición o enfermedad de un hijo, ruinas económicas, crisis depresivas, incapacidad de salir del alcoholismo, de la droga) se encuentran en esta situación, la historia de Lázaro debería llegar como repique de campanas en la mañana de Pascua.

¿Quién puede darnos esta resurrección del corazón? Para ciertos males, bien sabemos que no hay remedio que valga. Las palabras de aliento abandonan el terreno que encuentran. También en casa de Marta y María había «judíos llegados para consolarlas», pero su presencia no había cambiado nada. Es necesario «mandar a llamar a Jesús», como hicieron las hermanas de Lázaro. Invocarle, como hacen las personas sepultadas por una avalancha o bajo los escombros de un terremoto, que llaman con sus gemidos la atención de los rescatadores.

Frecuentemente las personas que se hallan en esta situación no son capaces de hacer nada, ni siquiera de orar. Están como Lázaro en la tumba. Se necesita que otros hagan algo por ellos. En labios de Jesús encontramos una vez este mandamiento dirigido a sus discípulos: «Curad enfermos, resucitad muertos» (Mt 10,8). ¿Qué quería decir Jesús? ¿Que debemos resucitar físicamente a los muertos? Si así fuera, en la historia se cuentan con los dedos de una mano los santos que pusieron en práctica ese mandato de Jesús. No; Jesús se refería, también y sobre todo, a los muertos de corazón, los muertos espirituales. Hablando del hijo pródigo, el padre dice: «Estaba muerto y ha vuelto a la vida» (Lc 15, 32). Y no se trataba ciertamente de muerte física, si había regresado a casa.

Aquel mandato: «Resucitad muertos», se dirige por lo tanto a todos los discípulos de Cristo. ¡También a nosotros! Entre las obras de misericordia que aprendimos de niños, hay una que dice: «enterrar a los muertos»; ahora sabemos que existe también la de «resucitar a los muertos».


La Resurrección de Lázaro - V Domingo de Cuaresma
Para ver los videos hacer click sobre las imagenes





El evangelio para niños

jueves, 8 de julio de 2010

Juan Manuel Cotelo, director de ‘La última cima’: “Dios no hace selección de personal”

* El cineasta asegura que ir a ver esta película es “arriesgarte a descubrir una sorpresa”; ¿qué hay más revolucionario hoy en día que hablar bien de un sacerdote?
* Del testimonio de vida del sacerdote Pablo Dominguez, protagonista del documental, explica que “en su muerte no hay nada extraordinario, muchos mueren en la montaña así”. Lo que ilustra cómo fue su vida es que “el día en que nos dejó sólo había 1€ en su cuenta corriente”. Con su dinero realizó innombrables donaciones como pagar el alquiler de un bar para una pareja en el paro, o la carrera de teología de un padre de familia
8 de julio de 2010.-
Juan Manuel Cotelo (Madrid, 1966) es el director de La última cima. La película-documental que ha levantado una gran expectación en España sorprendiendo por su contenido. Cotelo aborda la vida de Pablo, un sacerdote que falleció trágicamente en un accidente de alpinismo en el Moncayo el pasado febrero de 2009. Licenciado en Periodismo por la Universidad de Navarra, comenzó trabajando en televisión como redactor de una agencia de noticias. Ha sido actor en la películas Torremolinos 73 (2004), de Pablo Berger; y en series de televisión como Compañeros (1998–2002), Javier ya no vive solo (2002), 7 vidas (2001–2004), Hospital Central (2005) y El comisario (2006). Además del reportaje-entrevista-testimonio espiritual profundo de Juan Manuel Cotelo, publicamos ´dos vídeos: el inicio de la "Última Cima" y un trailer de la pelicula. Leer más y ver vídeos...