domingo, 6 de octubre de 2024
Santa Faustina y la Divina Misericordia – Película de Dibujos animados
miércoles, 10 de abril de 2024
Bryan Thatcher, médico, se moría por dentro, tenía problemas matrimoniales, fue a la Basílica de Guadalupe y «¡con el mensaje de la Divina Misericordia vi que Dios me ama!»
* «Hubo tantas oportunidades perdidas para ayudar espiritualmente a los moribundos cuando practicaba la medicina, pero me consuela saber que mis oraciones los ayudan ahora. Como doctores es muy importante poner un énfasis católico en nuestro trabajo, que es incluso más importante que el tratamiento físico que damos. Los pacientes no son cuerpos con un montón de partes para estudiar, para jugar; los pacientes tienen mente, cuerpo y alma, y fueron creados para estar con Dios y alabarlo en el cielo por la eternidad»
domingo, 7 de abril de 2024
viernes, 2 de septiembre de 2022
lunes, 25 de abril de 2022
Palabra de Vida 25/4/2022: «Proclamad el Evangelio a toda la creación» / Por P. Jesús Higueras
Camino Católico.- Espacio «Palabra de Vida» de 13 TV del 25 de abril del 2022, lunes de la 2ª semana de Pascua, San Marcos, evangelista, presentado por el padre Jesús Higueras en el que se comenta el evangelio del día.
Evangelio: San Marcos 16, 15-20:
En aquel tiempo, se apareció Jesús a los once y les dijo:
«ld al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación.
El que crea y sea bautizado se salvará; el que no crea será condenado.
A los que crean, les acompañarán estos signos: echarán demonios en mi nombre, hablarán lenguas nuevas, cogerán serpientes en sus manos y, si beben un veneno mortal, no les hará daño. Impondrán las manos a los enfermos y quedarán sanos».
Después de hablarles, el Señor Jesús fue llevado al cielo y se sentó a la derecha de Dios.
Ellos se fueron a predicar por todas partes, y el Señor cooperaba confirmando la palabra con las señales que los acompañaban.
domingo, 24 de abril de 2022
Papa en homilía del Domingo de la Divina Misericordia, 24-4-2022: «La alegría de Dios nace del perdón y deja la paz de Jesús de la que nos hace testigos, levanta sin humillar»
* «Cada uno de nosotros hemos recibido en el Bautismo el Espíritu Santo para ser hombres y mujeres de reconciliación. Si experimentamos la alegría de ser liberados del peso de nuestros pecados y de nuestros errores; si sabemos en primera persona qué significa renacer, después de una experiencia que parecía no tener salida, entonces se hace necesario compartir el pan de la misericordia con los que están a nuestro lado. Sintámonos llamados a esto. Y preguntémonos: yo, aquí donde vivo, yo en la familia, yo en el trabajo, en mi comunidad, ¿promuevo la comunión, soy artífice de reconciliación? ¿Me comprometo a calmar los conflictos, a llevar perdón donde hay odio, paz donde hay rencor? ¿O yo caigo en el mudo de las habladurías que siempre mata? Jesús busca que seamos ante el mundo testigos de estas palabras suyas: ¡La paz esté con ustedes! He recibido la paz la doy a otro»
Video completo de la transmisión en directo de En ti confío con la homilía del Papa traducida al español
* «La misericordia de Dios, en nuestras crisis y en nuestros cansancios, a menudo nos pone en contacto con los sufrimientos del prójimo. Pensábamos que éramos nosotros los que estábamos en la cúspide del sufrimiento, en el culmen de una situación difícil, y descubrimos aquí, permaneciendo en silencio, que alguien está pasando momentos peores. Y, si nos hacemos cargo de las llagas del prójimo y en ellas derramamos misericordia, renace en nosotros una esperanza nueva, que consuela en la fatiga. Preguntémonos entonces si en este último tiempo hemos tocado las llagas de alguien que sufra en el cuerpo o en el espíritu; si hemos llevado paz a un cuerpo herido o a un espíritu quebrantado; si hemos dedicado un poco de tiempo a escuchar, acompañar y consolar. Cuando lo hacemos, encontramos a Jesús, que desde los ojos de quienes son probados por la vida, nos mira con misericordia y nos dice: ¡La paz esté con ustedes!»
Papa Francisco en Regina Coeli, 24-4-2022: «En las crisis Jesús desea volver con nosotros, espera que lo invoquemos, protestemos, como Tomás, llevándole nuestra incredulidad»
* «Las crisis no son un pecado, son un camino, no debemos temerlas. Muchas veces nos hacen humildes, porque nos despojan de la idea de tener razón, de ser mejores que los demás. Las crisis nos ayudan a reconocer nuestra necesidad: reavivan nuestra necesidad de Dios y nos permiten así volver al Señor, tocar sus llagas, volver a experimentar su amor, como la primera vez. Queridos hermanos y hermanas, es mejor una fe imperfecta pero humilde, que siempre vuelve a Jesús, que una fe fuerte pero presuntuosa, que nos hace orgullosos y arrogantes. ¡Cuidado con estos!»
Video completo de la transmisión en directo de Vatican News traducido al español con las palabras del Papa en el Regina Coeli
* «Es triste que en estos días, que son los más santos y solemnes para todos los cristianos, se escuche más el estruendo mortal de las armas que el sonido de las campanas que anuncian la Resurrección; y es triste que las armas sustituyan cada vez más a la palabra. Renuevo mi llamamiento a una tregua pascual, una señal mínima y tangible de deseo de paz. Que se detenga el ataque, para ayudar al sufrimiento de la población agotada; hay que parar, en obediencia a las palabras del Resucitado, que el día de Pascua repite a sus discípulos: «¡La paz esté con vosotros!» (Lc 24:36; Jn 20:19.21). Pido a todos que aumenten sus oraciones por la paz y que tengan el coraje de decir, de manifestar que la paz es posible. Líderes políticos, por favor, escuchen la voz del pueblo, que quiere la paz, no una escalada del conflicto»
Homilía del P. Javier Martín y lecturas de la Misa de hoy, Domingo de la Divina Misericordia, 24-4-2022
24 de abril de 2022.- (Camino Católico).- Homilía del P. Javier Martín FM y lecturas de la misa de hoy, Domingo de la Divina Misericordia, emitida por Magníficat TV.
Santa Misa de hoy, Domingo de la Divina Misericordia, 24-4-2022
24 de abril de 2022.- (Camino Católico).- Celebración de la Santa Misa de hoy, Domingo de la Divina Misericordia, emitida por Magníficat TV, presidida por el P. Javier Martín FM.
Palabra de Vida 24/4/2022: «A los ocho días, llegó Jesús» / Por P. Jesús Higueras
Camino Católico.- Espacio «Palabra de Vida» de 13 TV del 24 de abril del 2022, Domingo de la 2ª semana de Pascua o de la Divina Misericordia, presentado por el padre Jesús Higueras en el que se comenta el evangelio del día.
Evangelio: San Juan 20, 19-31:
Al anochecer de aquel día, el primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo:
«Paz a vosotros».
Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Jesús repitió:
«Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo».
Y, dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo:
«Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos».
Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. Y los otros discípulos le decían:
«Hemos visto al Señor».
Pero él les contestó:
«Si no veo en sus manos la señal de los clavos, si no meto el dedo en el agujero de los clavos y no meto la mano en su costado, no lo creo».
A los ocho días, estaban otra vez dentro los discípulos y Tomás con ellos. Llegó Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio y dijo:
«Paz a vosotros».
Luego dijo a Tomás:
«Trae tu dedo, aquí tienes mis manos; trae tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente».
Contestó Tomás:
«¡Señor mío y Dios mío!».
Jesús le dijo:
«¿Porque me has visto has creído? Dichosos los que crean sin haber visto».
Muchos otros signos, que no están escritos en este libro, hizo Jesús a la vista de los discípulos. Éstos se han escrito para que creáis que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que, creyendo, tengáis vida en su nombre.
domingo, 28 de abril de 2019
domingo, 22 de abril de 2012
Testimonio de la escritora María Vallejo-Nágera: "Seducida por la Divina Misericordia"
domingo, 1 de mayo de 2011
Evangelio II Domingo de Pascua, o de la Divina Misericordia: Señor mío y Dios mío / Por Amadeo Rodríguez Magro, obispo de Plasencia
1 de mayo de 2011.- Las escenas que nos narra el evangelista san Juan se pueden perfectamente trasladar a nuestra situación. Me refiero, por ejemplo, al día en que se reúnen los apóstoles, el primero de la semana. Se trata del mismo día en que nos reunimos los cristianos, semana a semana, para celebrar juntos, en el Día del Señor, la resurrección de Jesucristo. El Resucitado, además, se aparece con el mismo ritmo con que nosotros nos reunimos en su nombre para celebrar la Eucaristía dominical: cada ocho días. En efecto, también nosotros reconocemos cada domingo la presencia del Resucitado que nos ofrece su alegría y su paz y nos da el Espíritu Santo, que renueva a la Iglesia con el perdón de los pecados. Leer más...
Interioriza el Evangelio del domingo en vídeo
domingo, 19 de abril de 2009
Jesús aseguró a Santa Faustina que derramaría “un mar de gracias” en la fiesta de hoy: la Divina Misericordia
Le dijo que cuidaría especialmente a quien difundiera esta devoción
(Sonsoles Calavera / Alba)Incluso le habló de la limpieza que daría a las almas la celebración de esta fiesta: “Deseo conceder el perdón total a las almas que se acerquen a la confesión y reciban la Santa Comunión el día de la fiesta de mi misericordia”. Por estas revelaciones a Santa Faustina, se instituyó la fiesta, en la que se puede ganar indulgencia plenaria. El Papa Juan Pablo II, muy fiel a esta devoción, anunció durante la canonización de Sor Faustina, el 30 de abril de 2.000: “En todo el mundo, el segundo domingo de Pascua, recibirá el nombre de domingo de la Divina Misericordia. Una invitación perenne para el mundo cristiano a afrontar, con confianza en la benevolencia divina, las dificultades y las pruebas que esperan al genero humano en los años venideros“. Y la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos publicó el 23 de mayo de 2000 un decreto sobre la celebración de la fiesta que dice que “se concede indulgencia plenaria, con las condiciones habituales (confesión sacramental, comunión eucarística y oración por las intenciones del Sumo Pontífice), al fiel que, en el domingo segundo de Pascua, llamado Domingo de la Divina Misericordia, en cualquier iglesia u oratorio, con espíritu totalmente alejado del afecto a todo pecado, incluso venial, participe en actos de piedad realizados en honor de la Misericordia Divina, o al menos rece, en presencia del Santísimo Sacramento de la Eucaristía, públicamente expuesto o conservado en el Sagrario, el Padrenuestro y el Credo, añadiendo una invocación piadosa al Señor Jesús misericordioso, por ejemplo: “Jesús misericordioso, en ti confío”.
La Fiesta de la Divina Misericordia tiene como fin principal hacer llegar a los corazones de cada persona un mensaje: que Dios es misericordioso y nos ama a todos: “Cuanto más grande es el pecador, tanto más grande es el derecho que tiene a mi misericordia”, dijo Jesús. Y aclaró que esta devoción es la llave para la paz: “La Humanidad no conseguirá la paz hasta que no se dirija con confianza a mi misericordia”.
La transmisora del mensaje
Santa Faustina, la tercera de diez hermanos, entró a los 20 años en la congregación ‘Madre de Dios de la Misericordia’ de Cracovia, donde vivió hasta su fallecimiento, a los 33 años, en 1938, cumpliendo los deberes de cocinera, jardinera y portera. Allí tuvo muchos encuentros sobrenaturales -apariciones- de Jesús y la Virgen María.
Jesús aseguró a Santa Faustina que premiaría espléndidamente a las almas que difundieran esta devoción: “A aquellos que proclamen mi gran Misericordia, yo mismo los defenderé en la hora de la muerte como mi gloria, aunque los pecados de las almas fuesen negros como la noche”, le dijo.
Santa Faustina escribió un diario donde se reflejan las revelaciones que tuvo, y los deseos y avisos del Señor para toda la Humanidad. Entre ellos le pidió que pintara la imagen de Jesús con unos rayos saliendo de su corazón y con la inscripción: “Jesús, en Ti confío”. “Deseo que esta imagen sea venerada en tu capilla, y en el mundo entero”, le pidió. “Ambos rayos brotaron de las entrañas más profundas de mi misericordia, cuando mi corazón agonizante fue abierto en la cruz por la lanza. Estos rayos protegen a las almas de la indignación de mi padre”, le dijo Jesús a Santa Faustina.
Además de la fiesta de hoy, hay diversas formas de vivir esta devoción, como el rosario de la Divina Misericordia o la hora de la Misericordia Divna, que consiste en rezar todos los días la siguiente oración a las tres de la tarde: “Expiraste, Jesús, pero tu muerte hizo brotar un manantial de vida para las almas, y el océano de tu Misericordia inundó al mundo entero. ¡Oh!, fuente de vida, insondable Misericordia Divina, inunda al mundo entero, derramando sobre nosotros hasta tu última gota de sangre”.
miércoles, 26 de marzo de 2008
Juan Pablo II y Faustina Kowalska, apóstoles de la Divina Misericordia / Autor:Benedicto XVI
Publicamos la intervención que pronunció Benedicto XVI este domingo al rezar la oración mariana del Regina Caeli junto a miles de peregrinos congregados en el patio de la residencia pontificia de Castel Gandolfo.
* * *
Queridos hermanos y hermanas:
Durante el Jubileo del año 2000, el querido siervo de Dios Juan Pablo II estableció que en toda la Iglesia el domingo después de Pascua, además de domingo in Albis, fuera denominado domingo de la Divina Misericordia. Lo hizo en concomitancia con la canonización de Faustina Kowalska, humilde religiosa polaca, nacida en 1905 y fallecida en 1938, celosa mensajera de Jesús misericordioso.
La misericordia es en realidad el núcleo central del mensaje evangélico, es el nombre mismo de Dios, el rostro con el que Él se ha revelado en la antigua Alianza y plenamente en Jesucristo, encarnación del Amor creador y redentor. Este amor de misericordia ilumina también el rostro de la Iglesia, y se manifiesta ya sea a través de los sacramentos, en particular el de la Reconciliación, ya sea con obras de caridad, comunitarias e individuales.
Todo lo que dice y hace la Iglesia manifiesta la misericordia que Dios siente por el hombre. Cuando la Iglesia tiene que recordar una verdad descuidada, o un bien traicionado, lo hace siempre movida por el amor misericordioso, para que los hombres tengan vida y la tengan en abundancia (Cf. Juan 10, 10). De la misericordia divina, que pacifica los corazones, surge, además, la auténtica paz en el mundo, la paz entre los pueblos, culturas y religiones.
Al igual que sor Faustina, Juan Pablo II se convirtió a su vez en apóstol de la Divina Misericordia. En la noche del inolvidable sábado 2 de abril de 20005, cuando cerró los ojos a este mundo, se celebraba precisamente la vigilia del segundo domingo de Pascua, y muchos observaron la singular coincidencia, que unía en sí la dimensión mariana --primer sábado del mes-- y la de la Divina Misericordia.
De hecho, su largo y multiforme pontificado encuentra aquí su núcleo central; toda su misión al servicio de la verdad sobre Dios y sobre el hombre y de la paz en el mundo se resume en este anuncio, como él mismo dijo en Cracovia-Lagiewniki en 2002, al inaugurar el gran Santuario de la Divina Misericordia: «Fuera de la misericordia de Dios no hay otra fuete de esperanza para los seres humanos». Su mensaje, como el de santa Faustina, presenta el rostro de Cristo, revelación suprema de la Misericordia de Dios. Contemplar constantemente ese Rostro: esta es la herencia que nos ha dejado, que acogemos con alegría y hacemos nuestra.
Sobre la Divina Misericordia se reflexionará de manera especial en los próximos días, con motivo del primer Congreso Apostólico Mundial de la Divina Misericordia, que tendrá lugar en Roma y se inaugurará con la santa misa que, si Dios quiere, presidiré en la mañana del miércoles 2 de abril en el tercer aniversario del fallecimiento del siervo de Dios, Juan Pablo II. Pongamos el Congreso bajo la celestial protección de María santísima, Mater Misericordiae. Le encomendamos la gran causa de la paz en el mundo para que la Misericordia de Dios realice lo que es imposible hacer únicamente con las fuerzas humanas, e infunda la valentía del diálogo y de la reconciliación.
[Al final de la oración mariana el Papa saludó a los peregrinos en varios idiomas. En italiano dijo:]
Ante todo, dirijo un cordial saludo a los numerosos peregrinos que en este momento están reunidos en la plaza de San Pedro, de manera especial a quienes han participado en la santa misa celebrada en la iglesia del Espíritu Santo de Saxia por el cardenal Tarcisio Bertone, con motivo de la fiesta de la Divina Misericordia. Queridos hermanos y hermanas: que la intercesión de santa Faustina y del siervo de Dios Juan Pablo II os ayuden a ser auténticos testigos del amor misericordioso. Como ejemplo a imitar, me complace indicar hoy a la madre Celestina Donati, fundadora de la Congregación de las Hijas Pobres de San José de Calasanz, que será proclamada beata hoy en Florencia.
[En español, dijo:]
Saludo con afecto a los peregrinos de lengua española. Queridos hermanos: En este domingo dedicado a la Divina Misericordia, agradezcamos a Dios Padre el amor que nos ha manifestado en la muerte y resurrección de su propio Hijo, y pidamos a la Virgen María que interceda por nosotros para que sepamos reconocer en Cristo resucitado la fuente de la esperanza y de la alegría verdadera. Feliz domingo.
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[Traducción del original italiano realizada por Jesús Colina
© Copyright 2008 - Libreria Editrice Vaticana]