Camino Católico.- “Santa Teresa de Jesús: un don para la humanidad” es un documental testimonial de una y media de duración realizado por el ‘El Rosario de las 11 p.m.’ en el que se aborda la vida de la santa, sus principales hitos históricos, sus experiencias místicas, su reforma de la Orden del Carmelo, los conventos que fundó por toda España y las obras literarias que nos han llegado.
El documental está narrado desde la perspectiva de sus hijas e hijos espirituales. Todos lo que intervienen en él tienen una profunda vinculación con la Santa, y, de alguna manera, es como conocer a una madre a través del legado humano y espiritual que encontramos en sus hijos.
Por las limitaciones de la producción, está basado en los testimonios y los rostros de quienes comparten la experiencia tan reveladora de la Doctora de la Iglesia: Dios está vivo, puedes tener un encuentro personal con Él y mora en nuestro interior. La relación con Él no es un conjunto de normas morales y de ritos para tranquilizarnos sino que es un apasionante diálogo constante con Alguien que tiene un plan para cada uno de nosotros y se empeña en que lo vivamos para nuestra felicidad, aunque con demasiada frecuencia no coincida con lo que a priori apetecemos.
Son conversaciones llenas de vida, de luz y de riqueza interior, porque si algo caracteriza a la Santa y, a su rastro a través de los siglos, es su vivencia intensa de cada día, hasta encarnar al propio Cristo en nuestro ser por el Espíritu Santo.
Para este recorrido se nos han abierto las puertas de la clausura, de la Universidad de la Mística, y de rincones y hogares donde resuenan vivos hoy los pasos de Santa Teresa.
A lo largo del documental participan cinco monjas carmelitas descalzas, incluida la madre superiora; tres monjes carmelitas descalzos, uno de ellos prior del convento y los otros profesores universitarios. También aparece un sacerdote escritor que frecuentemente busca la intercesión de Santa Teresa. Finalmente, se incluye una catedrática de literatura española, experta en el Siglo de Oro, que confiesa: “Santa Teresa me ha cambiado la vida”.