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jueves, 23 de febrero de 2023

Jakub Pielgzym, 23 años, ha peregrinado 3.500 kilómetros a pie por santuarios de Europa confiado en la Providencia: «Quiero rezar y mostrar a todos que Dios existe y nos cuida»

 


* «Caminar es para mí la mejor manera de estar con Dios, de mirarme a mí mismo, de ver dónde está mi alma. Voy en calma y silencio, con una gran paz… Es bueno que la gente vea que se puede vivir sin tantas preocupaciones, y eso me da pie para hablarles de Dios. Ahora puedo agradecerle a Dios todo lo que me da, especialmente lo más sencillo: tener comida, un techo bajo el que dormir…, cosas que habitualmente pasamos por alto en nuestra vida diaria y que damos por descontado. En realidad, no es así, cada día es un milagro»

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viernes, 15 de abril de 2022

Elena Pilar Palomino, escultora, alejada de Dios, le encargaron hacer un San José para Nazaret y allí se convirtió: «Supe que Dios me quería, me confesé y comulgué»

 


* «Me confesé después de la misa en el Santo Sepulcro. Fue un reconocer que en mi situación anterior no tenía a Dios. El sacerdote me conocía bien y eso hacía más fácil. Años después entendería que entregar mis pecados era como dar un regalo a Dios. En ese momento, simplemente, lo viví como una charla de corazón a corazón, reconocerle al Señor: ‘mira, soy un desastre y lo sabes’. El último día, no sé si en una hora santa o en misa, el sacerdote levantó la Sagrada Forma. Yo la miré y Le dije: ‘no creo en Ti; a ver cómo solucionas esto’. ¡Y desde ese momento tengo unas ganas inmensas de estar ante el Señor sacramentado! Cuando volví, a España, descubrí que cerca de donde yo estaba, las Hermanas de Belén, en la Cartuja de Jerez, exponen el Santísimo. Empecé a ir. Ni siquiera sabía que era algo que se hace en la Iglesia: yo sólo lo había visto en la peregrinación. Ahora voy los domingos a misa y el resto de la semana a la exposición del Santísimo. Lo que San José hizo en mi corazón fue enseñarme la importancia de los sacramentos»

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sábado, 15 de enero de 2022

Carlota Valenzuela, 29 años, peregrinará de Finisterre a Jerusalén durante un año en soledad: «Dios es la razón de todo y quiero ponerme a su disposición y del mundo»

 


* «Unos brazos abiertos deseando constantemente que vaya a abrazarlos, eso es Dios para mí y tengo la sensación de que no he visto ni la punta del iceberg… Creo que Dios ha puesto un tesoro (o muchos) en cada uno de nosotros, algo en lo que pensó cuando nos creó, y siento que tengo la responsabilidad de ir descubriéndolo. Pasito a pasito. Vivo la fe con muchísima alegría. Disfruto enormemente de la comunión, la confesión o la adoración, pero mi vida de fe va más allá, descubriendo a Dios diariamente en un paseo, en el trabajo, en unas cañas o en una conversación con mi abuela»

Camino Católico.- Carlota Valenzuela tiene 29 años y una prometedora carrera profesional en una multinacional española como Acciona. Con un doble grado en Derecho y Ciencias Políticas y un MBA en Comercio Exterior, esta granadina ha decidido hacer un alto en su vida para precisamente iniciar un camino, literalmente un largo camino, para tener un encuentro profundo con Dios.

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domingo, 26 de julio de 2020

Papa Francisco escribe a Álvaro Calvente, discapacitado que ha hecho el Camino de Santiago: «El Señor camina siempre a nuestro lado. Gracias por vuestro testimonio y oraciones»

* «No es que hayamos visto a Dios, es que hemos estado con Él. Lo hemos podido palpar a través de ese amor, de esa alegría y de esa fe que tiene Álvaro. Lo que tenemos absolutamente claro es que Dios nos ha mandado a Álvaro para ayudarnos a nosotros, y no al revés. El Señor dijo: “A este matrimonio le hace falta alguien que les cuide”, y nos lo mandó. Y la verdad es que nos hace más bien él a nosotros que nosotros a él. Una de las cosas que nos ha enseñado, por ejemplo, es que no hay nada imposible y que Dios siempre va por delante», dice Ildefonso Calvente, padre del joven

martes, 10 de marzo de 2020

Philippe Naudin, actor discapacitado, que besó la frente del Papa: «La Virgen de Lourdes me curó. Ella me dijo: “Vas a levantarte y caminar, y luego hablarás y darás testimonio”»

* «En el verano de 1978, mi madre me inscribió en una peregrinación de Lourdes organizada por la diócesis de Moulins con la esperanza de obtener un milagro de la Virgen María. Estaba entonces en una silla de ruedas. Allí estuve en Lourdes, a los 7 años. No sabía lo que era un milagro. Solo pensé que la Virgen me iba a dar un regalo. Frente a la cueva, recibí su palabra en  mi corazón de niño… La noche antes de partir, durante la noche, le pedí a una enfermera que me llevara al baño. Allí, dejé mi silla de ruedas y volví a cuatro patas. En el tren de regreso, dije mi primera palabra: “¡Mamá!” Mi madre comenzó a esperar que algún día pudiera hablar y caminar. En la siguiente peregrinación, mi condición mejoró. Hablé y caminé cada vez mejor. El médico del Hospital Universitario Clermont-Ferrand no lo entendía»

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miércoles, 26 de agosto de 2015

«Comidas de María», la obra del escocés Magnus MacFarlane-Barrow que da de comer a un millón de niños en todo el mundo

“En Medjugorje, sentí un sentimiento de profunda alegría distinto a cualquier cosa que hubiese sentido antes. Me sentí exultante. Nuestra Señora había venido a decirnos que Dios existe. La creí con todas las fibras de mi ser. Decidí responder a la invitación de Nuestra Señora en mi vida lo mejor que pude”

domingo, 2 de agosto de 2015

Se enamoró en Lourdes a los 16 años, fue a la Gruta a confiárselo a la Virgen, tiempo después pidió una señal y hoy es sacerdote


"Viví una conversión decisiva hacia Dios tras un largo camino durante un retiro en un monasterio, cuando se me planteó suavemente una terrible cuestión: ¿por qué no monje? Y esa cuestión no se me quitó jamás de la cabeza hasta que no tomé la resolución de considerarla seriamente. Un mes de febrero reservé la semana antes de Pascua para discernir mi vocación con María en ese monasterio en el que había empezado el camino hacia Dios"

lunes, 20 de julio de 2015

Chris Pundsak, joven con parálisis cerebral, promueve la devoción a la Virgen con «Pedalea hasta María», una peregrinación de más de 300 kilómetros

Quiere "conducir a la gente a una más profunda fe en Cristo promoviendo la devoción a la Santísima Virgen María como modelo de vida cristiana... El alma es más fuerte que la mente... ¿Por qué nos levantamos cada mañana? ¿Cuál es nuestra misión? Esta misión no tiene que ver conmigo, tiene que ver con ayudar a los demás"

sábado, 11 de julio de 2015

Jorge de Vicente recorre 1400 km pirenaicos en bicicleta visitando cinco santuarios marianos por dos niños enfermos

En su ruta fue vendiendo "kilómetros solidarios", sorteando sus camisetas y otros objetos simbólicos, por los dos niños que patrocina desde su bicicleta. Diego, de 4 años, es un niño de Magallón (Zaragoza) que padece síndrome de West. Su enfermedad le produce un retraso sicomotor y perjudica su visión. Hugo, de 17 meses, es de Ainzón (Zaragoza). Le diagnosticaron una rara enfermedad denominada Tay Sach que va debilitando sus funciones vitales. Los médicos creen que, como mucho, cumplirá 5 años

martes, 23 de julio de 2013

Facundo Tolaba peregrina durante 18 días a dedo, confiando en la Providencia de Dios, desde Jujuy en Argentina hasta la JMJ de Río de Janeiro

* “Me confesé y después me fui a orar y en una foto que había del Papa Francisco en ese lugar sentí un llamado que me decía vení, vení”
* “Era gracia de Dios sentía hambre y siempre hubo alguien que me daba, era algo raro, fue una providencia de Dios”
* “Cada vez me sentía frustrado lo que hacía era ponerme a rezar llenarme de fe, cargar mi cruz y saber que Dios no me abandonaría. Saber que mi fe y mi sudor me iban a traer hasta acá”
23 de junio de 2013.- (JMJ / Camino Católico) Ante la falta de recursos económicos para viajar a la JMJ Rio 2013, el peregrino Facundo Tolaba, decidió seguir el camino de su fe y peregrinar desde su ciudad natal, Jujuy en Argentina hasta Río de Janeiro a dedo. Facundo decidió peregrinar el día de su cumpleaños. Ese día, el chico le tenía que comunicar al Fraile de su comunidad que por su nivel económico le era imposible viajar a la Jornada Mundial de la Juventud. Leer más...

jueves, 18 de julio de 2013

Alberto Pérez ha peregrinado hasta la JMJ de Rio 2013, 2.147 km a pie, para conseguir un corazón para Renzo, niño de 2 años: “Me movió la fe y el amor hacía Dios”

* Se ha preparado “con el evangelio diario, rezando mucho, teniendo una comunicación diaria y aprendiendo lo que el camino te enseña. En el mundo tan materialista como el que vivimos, traté de prepararme trabajando en los grados de humildad. Eso marcó un antes y un después en mi peregrinación”
* “En medio de la tormenta hice preguntas en voz alta, hablando con Dios le pregunté si realmente me estaba escuchando. Su respuesta fue más agua y más viento. Cuando paró la tormenta mi hermana me mandó un mensaje que la llamase urgente. Y cuando conseguí hablar con ella me dijo que el corazón para Renzo había llegado. Fue un momento muy emocionante”
18 de julio de 2013.- (JMJ / Camino Católico) Con tan solo 27 años el argentino Alberto Pérez, en el centro de la imagen superior, ya tiene recorridos 2.147 quilómetros a pie. Y en tan solo 2 meses. El 9 de mayo de 2013 decidió dejarlo todo, incluso su trabajo, para embarcarse en una peregrinación hasta Rio de Janeiro en un encuentro con él mismo y con la naturaleza. En su camino visitó Corrientes, Misiones, Foz de Iguaçú y São Paulo. Un día después de la llegada a la Ciudad Maravillosa, Alberto visitaba el Comité Organizador Local de la Jornada Mundial de la Juventud para encontrarse con el Arzobispo de Rio de Janeiro, Dom Orani João Tempesta e intercambiar algunas de sus experiencias vividas. Su fuerza, voluntad y su lucha demuestran, una vez más, que casos como el de Alberto deberían ser un ejemplo para el resto de mortales. Leer más...

miércoles, 11 de mayo de 2011

David Brown, periodista de 74 años, peregrina a pie de Galilea a Jerusalén siguiendo las huellas de Jesús

* "Ahora me siento más cercano al Jesús 'hombre', al Jesús que compartió nuestra vida y nos dio su Vida"

11 de mayo de 2011.-Sobre las huellas de Jesús, sobre los pasos de su posible camino, en una peregrinación particular desde Galilea hasta Jerusalén, completamente a pie. Es el objetivo de David Brown, un periodista inglés de 74 años. Hace veinte años, David caminó desde Cafarnaúm hasta Jericó en cuatro días, en un viaje a pie a través del Wadi Qelt. Desde entonces, soñó con hacer el recorrido partiendo desde Nazaret. Y así, dar inicio al camino desde la ciudad de la Anunciación, pasando por la región del Tiberíades, desde el Mar de Galilea, para recordar la vida pública de Jesús.

Después Samaría, Jericó, en cada lugar hacer una pausa, para contemplar y recordar la historia de los textos bíblicos. Y para finalizar, la experiencia del desierto. Una aventura alcanzada, esta vez, sólo en parte. Pero el ánimo de David no decayó. La experiencia apenas concluida es una especie de prueba general, explica, un modo para conocer el camino y adquirir familiaridad con los lugares. El gran desafío de recorrer a pie el camino está a la vuelta de la esquina, para cumplir la meta de los 75 años. Leer más y ver vídeo...

martes, 29 de abril de 2008

5.788 kilómetros a pie: Vivir la pobreza es esperar todo de los demás / Autora: Gisèle Plantec

Entrevista con Edouard y Mathilde Cortès

ROMA, viernes, 25 abril 2008 (ZENIT.org).- «Hemos elegido abandonarnos totalmente en las manos de los hombres y de Dios para ensanchar nuestro corazón. Nos hemos convertido en pobres porque esperábamos todo de los demás». Tras una peregrinación de casi 6.000 kilómetros, de París a Jerusalén, Edouard y Mathilde Cortès están de regreso. Explican por qué eligieron hacer esta peregrinación y cómo la han vivido.

--La decisión de hacer esta peregrinación como mendigos ha interpelado profundamente a la gente. Era vista un poco como «una locura». ¿Se han arrepentido de esta decisión?

--E. y M. Cortès: Partimos a pie, sin dinero, sin teléfono móvil, mendigando la comida y un techo para dormir. Esto es loco, sobre todo en una sociedad en la que se recomienda la máxima seguridad y el mínimo riesgo. Teníamos pequeñas alforjas de cuatro kilos para Mathilde y siete para Edouard. Hemos dejado todo (apartamento, tareas, cuentas de banco...), hemos dejado a nuestras familias y nuestros amigos una semana después de nuestro matrimonio. Hemos querido despojarnos del exceso material en el que vivimos. Incluso de nuestra cuenta bancaria. Hemos elegido abandonarnos totalmente en las manos de los hombres y de Dios para ensanchar nuestro corazón. Nos hemos convertido en pobres porque esperábamos todo de los demás.

En siete meses y medio, hemos vivido con poco y no nos ha faltado nada. Hacerse pobre, llegar a ser pobre, no es un juego. Es una urgencia en nuestra sociedad donde el materialismo es un cáncer de los corazones. Es una necesidad si se quiere ir hacia el otro. Estábamos en una posición de mendigos. Hemos recibido de los hombres 103 acogidas para la noche en las casas y más de 250 comidas en familias. Nuestra supervivencia ha tenido una sola palabra: la confianza.

Por supuesto, también hemos pasado hambre. A menudo hemos dormido fuera, 82 acampadas en plena naturaleza o en lugares abandonados. Más que el pan, hemos mendigado lo que hay en el corazón de los hombres.

--¿Pueden describirnos uno de los momentos más duros de esta peregrinación? ¿Y uno de los más bonitos?

--E. y M. Cortès: 232 días, 5.788 kilómetros, sembrados de alegrías y de pruebas, 14 países atravesados, centenares de personas con las que nos hemos cruzado, esto quiere decir una multitud de bonitos momentos y una miríada de dificultades.

Lo más duro para nosotros no ha sido tener hambre o frío sino ser rechazados. Por ejemplo por un sacerdote católico en Croacia que no quiso venir a vernos y hablar con nosotros sino que, por persona interpuesta, nos mandó dormir lejos de su iglesia. No parecíamos muy «adecuados» sin duda, instalados a dormir ante el porche de la casa de Dios. Otro momento duro: en Siria, sospechosos para los servicios de información, tomados por lo que no éramos, seguidos permanentemente, interrogados todos los días y de hecho en semilibertad y al borde de la paranoia. Lo más difícil fue el miedo de los hombres. Vencer sus temores, he aquí el verdadero desafío. Para esta marcha, para la vida. Era necesario aprender a volver a dar confianza y experimentar que «el amor perfecto ahuyenta el temor».

Los bellos momentos, son descubrir lo extraordinario en lo cotidiano. Una mano que se tiende, una puerta que se abre cuando no hay nada que dar a cambio. Especialmente, ese momento en el que tienes hambre y frío y donde sin que tú pidas nada a nadie, alguno te invita. Esto nos ha sucedido muchas veces, como ese día de bruma en Montenegro tras el paso de una colina, donde fuimos acogidos a desayunar por una familia que estaba a punto de hacer mermelada. Continuamos con cinco kilos de patatas en los sacos. Pero nuestra alegría pesaba más todavía.

O el recuerdo de Marta, una niña serbia de seis años que nos regaló su único juguete: «Tened, esto será para vuestro primer niño». O Ender, un rico tratante de diamantes en Turquía, musulmán practicante, que lavó nuestras ropas después de ocho días de marcha.


--¿Tuvieron la tentación de abandonar? ¿En qué momento? ¿Qué les ayudó a continuar?

--E. y M. Cortès: En varias ocasiones quisimos detener nuestra marcha. Los momentos de desánimo vinieron sistemáticamente tras un golpe duro: discusiones de pareja, rechazos, una agresión en Turquía, la nieve o la lluvia incesante, presiones psicológicas de los servicios de información sirios, tiro de piedras e insultos de niños en Oriente Próximo, la expulsión dos veces de los aduaneros israelíes.

Pero nuestra fuerza era ser dos. Raramente el desánimo nos vino a los dos a la vez. Siempre estaba uno para apoyar al otro. Y cuando hemos flaqueado juntos, Él estaba allí, para apoyar a nuestra pareja.

--¿Qué «lecciones de vida» extraen de esta larga marcha? En principio, a nivel humano. ¿Qué han aprendido a través de los innumerables encuentros que han hecho?

--E. y M. Cortès: Este camino ha sido para nosotros imagen de la vida. Pues se quiera o no, estamos en ruta y hay que marchar. A pesar de la lluvia, el viento, el sol que quema, los guijarros del camino... Avanzar, a pesar de los obstáculos y la fatiga. Avanzar «mar adentro», hacia el ideal. Ideal que tiene la imagen de la línea del horizonte que no se alcanza nunca, en esta tierra. Toda vida humana es aventura. Asumimos sus riesgos porque de ellos depende una eternidad. Fue un viaje de luna de miel para lo mejor y para lo peor. Hemos visto hombres con el corazón duro y cerrado. Hemos visto el poder del mal y la injusticia. Y por primera vez de manera tan viva lo hemos sentido y experimentado en nuestros corazones y nuestras carnes.

Hay hombres de gran corazón. Se cree poco en ellos porque son a menudo discretos o están ocultos. No hablan de caridad, la viven. Con ellos es posible un verdadero encuentro, entre el que acoge y el que recibe. Entonces la alegría se comparte. Surge una armonía y la lengua que era una barrera ya no sirve. Se da un corazón a corazón donde el pobre es tan feliz como el que da. Como si la hospitalidad que practicaban nos humanizara y a ellos con nosotros. Como si lo que daban gratuitamente les trascendiera y a nosotros con ellos.

Hemos ido a la escuela de la sencillez: tomar el tiempo como viene, a la gente por lo que es. Durante siete meses y medio, hemos llevado las mismas ropas, comido lo que se nos daba, bebido con la misma sed agua, alcohol, café, té. Como los metrónomos de la ruta, hemos vivido al tic tac del corazón, dejando la prisa y el tiempo a aquellos para los que la vida es una carrera.

En fin, hemos hecho la experiencia del esfuerzo y del sacrificio. Hemos sobrepasado muy a menudo nuestros límites. Físicamente, psicológicamente, cuando se está al borde, o cuando se cree estarlo, siempre hay una parte de posibilidad en el Hombre. Esto nos invita a la Esperanza. La ascesis no está de moda. Poco importa, la hemos vivido todos los días. Los hedonistas se burlarán, pero hemos descubierto la alegría profunda que hay en prodigarse por más grande que se sea. Un camino de cruz que se acepta es un camino de alegría.

--A nivel espiritual, ustedes partieron con un espíritu de abandono total en Dios. ¿Tienen el sentimiento de que Él les ha acompañado y de que le conocen mejor hoy?

--E. y M. Cortès: Paso a paso, hemos experimentado que el hombre no vive sólo de pan, que no es sólo un ser de carne. Esta marcha ha revelado en nosotros una música interior, el canto del alma. Día tras día, hemos hecho brotar otra riqueza, la de la fe. Con Jesús, nuestros pies rumiaban «donde está tu tesoro, está tu corazón».

Hemos descubierto la fuerza de la oración del pobre: la de un niño que grita su angustia, su cólera a su padre esperando todo de él. «Danos hoy nuestro pan de cada día...». La oración del pobre, del niño que dice «gracias Papá» por esta persona conocida, por estos higos encontrados al borde del camino, por la sombra de un árbol a la hora de una parada, por este fuego que rescalda en el lugar de la acampada.. Peregrinar es aprender a reconocer la presencia divina en nuestras vidas.

Cogíamos cada día el rosario, la mano de la Virgen María. Al hilo de cada padrenuestro y avemaría, se deslizaba una intención especial que nos había sido confiada, sobre todo las que han enviado por mail los lectores de Zenit.
Hemos descubierto la meditación de los pies. Los pasos, por su ritmo lento, dejan al espíritu vagabundear más lejos que todas las bellas fórmulas. Sin grandes discursos ni impulsos místicos. Es la oración del corazón. La que escucha antes de hablar.

Desde hace dos mil años, esta ruta hacia Jerusalén ha sido recorrida por millares de peregrinos, vagabundos o aventureros. Marchamos con ellos, no teniendo el sentimiento de realizar una hazaña sino de formar parte de las ovejas que van hacia su Pastor. Nos hemos mantenido sobre todo por la oración y los pensamientos de nuestras familias, nuestros amigos, de muchos que marchaban en su pensamiento con nosotros. Es una experiencia de comunión más allá de los kilómetros.

Nos ha hecho falta aprender a perdonar a los que nos han rechazado. Sacudir el polvo de sus sandalias, no en un gesto de desdén sino para dejar allí el mal y los rencores. No es algo fácil. El polvo se queda adherido.

Lo más bonito de esta marcha fue tratar de abandonarse en Dios. En este campo, nada se aprende del todo. Cada día, cada instante es necesario renovar la confianza a tu cónyuge, a los otros, a Dios. Esta marcha era nuestro primer paso.

--Estos meses de esfuerzos, de pruebas pero también de alegría, seguramente han hecho madurar su relación de pareja. ¿Tienen la impresión de haber aprendido cosas importantes para lograr su vida de pareja?

--E. y M. Cortès: Hemos vivido en modo extremo nuestros primeros meses de matrimonio: 24 horas al día juntos, no es normal. Este viaje ha sido como una alegoría de la vida de pareja: una expedición de larga duración que exige una buena dosis de intrepidez, de confianza y de perseverancia.

En pareja, nada resiste en el camino, ninguna máscara. Fatigas, perezas, orgullos... es tiempo perdido quererlos ahuyentar. Imposible dejarse embaucar, ver al otro como se quisiera que fuese. Así hemos podido hacer un trabajo de verdad sobre cada uno. Y a cambio hemos podido aprender a aceptar al otro tal como es. Sobre todo hemos aprendido que el amor no es sólo un sentimiento. Vivimos hoy de un amor que queremos construir todos los días, como en el camino, con lágrimas o cantando.

Creer que el otro nos comprende naturalmente sin palabras es un error. Lo que va bien sin decirlo, va mejor diciéndolo: ¡es preciso comunicar! Nuestras reacciones frente a los acontecimientos son muy diferentes, lo que implica prestar siempre atención al otro, a lo que se recibe de él. Estas diferencias de percepción no han conducido a menudo a discutir, fuertemente a veces, a causa de incomprensiones. La ocasión para aprender a pedirnos perdón, a recibir y aceptar el perdón del otro.

Los escépticos murmuraban cuando partimos: «Se van a separar antes de llegar», «era necesario partir antes del matrimonio, para ver si la pareja resiste». Muy al contrario, lo que nos ha hecho marchar es el habernos comprometido de por vida. Teníamos un proyecto común, el de alcanzar Jerusalén. Sin proyecto de pareja, se adormece. Lo que nos hizo progresar fue que queremos amarnos. Sin voluntad se acaba por dejarse. Lo que nos hizo avanzar fue nuestro deseo común de la Jerusalén celeste. Los grandes deseos llevan a la Vida.

--Y ahora, ¿qué proyectos tienen?

--E. y M. Cortès: Estamos escribiendo un libro que aparecerá en francés, en la editorial XO, en octubre de 2008 con nuestro cuaderno de ruta y nuestro testimonio. Para mantenerse informados, pueden consultar el sitio: http://www.enchemin.org


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Traducido del francés por Nieves San Martín

domingo, 27 de abril de 2008

El Papa invita a los jóvenes a soñar con las cosas grandes que Dios quiere para ellos

Mensaje en el centenario de la peregrinación de jóvenes franceses a Lourdes y Jambville CIUDAD DEL VATICANO, domingo, 27 abril 2008 (ZENIT.org).- Benedicto XVI ha alentado a los jóvenes a soñar con las grandes cosas que Dios ha pensado para ellos.

Es la propuesta que presenta en un mensaje enviado a los diez mil chicos y chicas de entre 15 y 17 años, que celebran del 22 al 27 de abril, en Lourdes, el centenario del «Frat» (Fraternel), peregrinación de jóvenes de la región de París que se reúne todos los años alternativamente en la ciudad mariana o en Jambville, lugar de encuentro de los scouts.

Con motivo de su estancia en el lugar de las apariciones de la Virgen María a Bernadette Soubirous, hace 150 años, el Papa asegura a los jóvenes que «Cristo os hace dignos de su confianza y desea que podáis realizar vuestros seños más nobles y más elevados de auténtica felicidad».
«Esta felicidad es ante todo un don de Dios que se recibe emprendiendo los caminos inesperados de su voluntad. Estos caminos son exigentes, pero también fuente de alegría profunda», añade en la misiva, dirigida al arzobispo de París al cardenal André Vingt-Trois, presidente de la Conferencia Episcopal Francesa.

«Nuestro "sí" a Dios genera la fuente de la verdadera felicidad: este "sí" libera el propio yo de todo lo que le encierra en sí mismo. Hace que la pobreza de nuestra vida penetre en la riqueza y la fuerza del proyecto de Dios, sin eliminar nuestra libertad ni nuestra responsabilidad».

«Abre nuestro pequeño corazón a las dimensiones de la caridad divina, que son universales. Conforma nuestra vida con la misma vida de Cristo, en la que hemos entrado con nuestro Bautismo», subraya.

Por último, el Papa lanza un llamamiento a los jóvenes reunidos en Lourdes: «que aquellos de entre vosotros que sientan la llamada a seguirle en el sacerdocio o la vida consagrada, siguiendo la línea marcada por numerosos jóvenes que han participado en el "Frat", respondan "sí" a la invitación del Señor a ponerse totalmente al servicio de la Iglesia, en una vida totalmente entregada por el Reino de los Cielos. No quedarán decepcionados».

sábado, 9 de febrero de 2008

Más de 70,000 fieles colmaron Lourdes por 150º de Apariciones


LOURDES, 12 Feb. 08(ACI).- Más de 70.000 fieles colmaron este lunes las inmediaciones del Santuario de Nuestra Señora de Lourdes en Massabielle (Francia), para participar de una Misa internacional que conmemoró el 150º de la aparición de la Virgen a la campesina Santa Bernadette Soubirous.

El Cardenal Bernard Panafieu, Arzobispo metropolitano de Marsella, junto a 25 obispos y de 800 sacerdotes presidió la Misa en el prado frente a la gruta de Massabielle, donde Bernadette vio a la Virgen que se reveló como “La Inmaculada Concepción” el 11 de febrero de 1858.
Las decenas de miles de peregrinos pudieron seguir la celebración en pantallas gigantes ubicadas junto a los celebrantes, así como a orillas de río Gave y cerca de la Basílica de Nuestra Señora del Rosario, siguiendo la Misa a través de los altavoces.
Aunque la liturgia se celebró principalmente en francés, se incluyeron lecturas y peticiones en diversos idiomas, incluyendo el inglés, español, alemán, italiano, portugués y polaco.
Después de la emotiva celebración Eucarística, seguida de la oración del Ángelus, las campanas de todas las iglesias de la ciudad fueron echadas al vuelo.
Las festividades por los 150 años de Lourdes comenzaron el 8 de diciembre de 2007 y culminarán el 8 de diciembre de 2008. Uno de los puntos culminantes del jubileo sería la visita a Lourdes del Papa Benedicto XVI, que se realizaría probablemente en septiembre.
Acceso mundial vía Internet
Para los fieles del mundo que desean seguir el jubileo de las apariciones, el Santuario de Lourdes ha puesto a disposición una página web en diversos idiomas, incluyendo el español, donde pueden escribirse intenciones de oración para que sean depositadas a los pies de la Virgen en la famosa Gruta.El sitio oficial del 150º aniversario de las apariciones:

Solemnidad de la dedicación de la Basílica de Montserrat / Autor: P. Abad Josep M. Soler

"Ningún proyecto contingente puede pretender tener la exclusividad de representar el Evangelio "

Publicamos la homilia del Abad del Monasterio de Montserrat, Josep M. Soler, peronunciada el domingo 3 de febrero, en la cual se disiente del documento publicado por el episcopado español ante las elecciones.

Homilía del P. Abad Josep M. Soler
3 de febrero de 2008
Is 56, 1-6; Heb 12, 18-19; Lc 2, 22-40


Cuando el peregrino ha subido la montaña -como vosotros hoy, queridos hermanos y hermanas- y llega a la plaza de Santa María, contempla la fachada de nuestro monasterio y en lo alto se encuentra con una frase latina: "Urbs Jerusalem Beata, dicta pacis visio"; es decir: "Ciudad santa de Jerusalén, llamada «visión de paz»". Esta frase corresponde a la liturgia de la dedicación de una iglesia; por lo tanto, a la liturgia del aniversario de la dedicación de esta basílica de Montserrat.

El peregrino que viene a visitar a Santa María en este santuario suyo es invitado, pues, a entrar en la basílica como si entrara en Jerusalén. De hecho, la experiencia de los peregrinos al llegar a este lugar es parecida a la descrita en el salmo: ¡Qué alegría! ...Ya están pisando nuestros pies tus umbrales, Jerusalén (Ps 121, 1-2). La referencia a la "ciudad santa de Jerusalén" de la frase de nuestra fachada, tiene que ser entendida con un triple significado. Por una parte, evoca la Jerusalén bíblica, la capital histórica del pueblo de Israel, en la cual estaba el templo que hacía presente la gloria de Dios. Allí, los peregrinos subían, y suben todavía hoy, llenos de alegría para alabar el nombre del Señor, deseando la paz dentro de sus muros (cf. Ps 121, 4.8). La Jerusalén de la tierra, sin embargo, no es la definitiva. Hay otra Jerusalén, la del cielo, donde está la plenitud de la paz y de la luz sin ocaso porque la llena de claridad la gloria de Dios, Jesucristo es la lámpara que la ilumina (cf. Ap 21, 23). Es a esta Jerusalén sin oscuridad, ni luto, ni llanto, ni muerte porque Dios estará con ellos y enjugará las lágrimas de los ojos (cf. Ap 21, 4), a la que apunta la frase de nuestra fachada. Entre las dos realidades, entre los dos significados de la frase, hay otro. La Jerusalén futura es anticipada, en favor de los que hacemos camino hacia ella, en los lugares donde se reúne la comunidad cristiana para escuchar la Palabra de Dios y celebrar los sacramentos; es decir, en las iglesias. En esta basílica, también.

Por eso, el peregrino de Montserrat, una vez ha atravesado los arcos de entrada al recinto y ha tomado conciencia de que en la basílica encontrará la gloria de Dios en la Palabra proclamada y en la celebración de los sacramentos, es invitado por una
inscripción que hay en el centro del atrio a alimentarse de Jesucristo, el hijo de la Virgen María, con el fin de poder continuar su camino de la vida hacia la Jerusalén del cielo. Hacerse peregrino de Santa María es tomar conciencia de que toda la vida es una peregrinación para encontrarse con su Hijo divino en la plenitud de la ciudad de la paz.

La salvación que, según el evangelio que hemos escuchado, Jesús llevó a la casa de Zaqueo y que motivó su conversión y su compromiso hacia los otros, se hace realidad, también, en esta basílica. El Señor entró el día de la dedicación, hoy hace 416 años, y aquí anuncia día tras día su Evangelio. Aquí se deja encontrar por los que lo buscan sinceramente, aunque su vida no haya sido muy digna. Aquí les ofrece la posibilidad de conversión y el perdón, junto con la alegría profunda de la salvación; les da la gracia para tener un trato justo, equitativo y lleno de amor a los otros. Aquí él se hace presente en la mesa eucarística para ser alimento en nuestro camino, a veces pesado pero siempre sostenido por él y animado por la mirada serena de la Imagen Morena de su Madre.

El camino de la vida, lo hacemos junto con mucha otra gente, y son numerosos los que no comparten nuestra fe. En la escuela de la Iglesia, iluminada por el magisterio del concilio Vaticano II, hemos aprendido que los cristianos, respetando las
conciencias de las personas y la autonomía de la comunidad política, tenemos que ser, al estilo de Jesús, servidores de la sociedad de la cual formamos parte. Sabemos que ningún proyecto contingente, de carácter sociológico o político, puede pretender tener la exclusividad de representar el Evangelio. En nuestra sociedad plural, los miembros de la Iglesia no podemos pretender tener ningún monopolio; tenemos que proponer de una manera serena, atrayente y esperanzada, sin imposiciones, la luz que nos viene del Evangelio sobre la persona humana y la convivencia en sociedad. Lo tenemos que hacer a través del diálogo y de la misericordia, y no de la confrontación. Este diálogo tiene que partir de la convicción profunda de la propia identidad cristiana y tiene que aceptar respetuosamente a los otros que no tienen en la Iglesia su hogar espiritual (cf. Obispos de Cataluña, "Creer en el Evangelio...", n. 7), con voluntad de convivencia y de construir juntos una sociedad más humana, más justa, más respetuosa de la dignidad y de los derechos de cada persona; eso nos pide trabajar por la paz con todos los medios éticamente legítimos. Estas convicciones nos tienen que guiar en nuestro camino de la ciudad terrenal a la ciudad del cielo.

Hoy, nosotros -los peregrinos de Montserrat y los que participáis en esta celebración por medio de la radio y la televisión- somos invitados, no sólo a vivir en esta basílica la alabanza y la plegaria como anticipación de la Jerusalén celestial, sino también a descubrir nuestro misterio interior de bautizados. No sólo la basílica es un templo. También lo es el cristiano. Lo diremos en el canto que acompañará la comunión, repitiendo unas palabras de san Pablo: sois templos de Dios y el Espíritu de Dios habita en vosotros. El templo de Dios es santo: ese templo sois vosotros (1Cor 3, 16-17). A partir de estas palabras entendemos mejor el significado de esta basílica y de todas las iglesias y capillas del mundo. La gloria de Dios está presente en esos lugares y Jesucristo actuando junto con el Espíritu Santo para que nosotros seamos templos de Dios y el Espíritu habite en nuestro interior. Ésta es, por gracia, nuestra dignidad. Y a esta dignidad misma es llamada la humanidad entera. Por eso cada persona es sagrada y merece el mayor respeto.

Peregrinos de Santa María como somos, celebramos con gozo y con agradecimiento el aniversario de la dedicación de esta basílica, casa solariega de nuestro pueblo, y acogemos la salvación que nos es ofrecida.