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* «Jesús es mi Señor y mi Salvador, ese Dios que por ser Todopoderoso que puede parecer distante, pero al mismo tiempo decide hacerse hombre. Es un misterio extraordinario: decidió nacer en ese pequeño pesebre para vivir por mí y morir por mí en la cruz. Es Dios hecho hombre que muere por mí y me salva»
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El 3 de mayo de 2008, a los 29 años, fue ordenaba presbítero por el Cardenal Rouco Varela y cuenta en primera persona cómo conoció la fe y creció en ella con los Scouts de Europa: “Yo lo que quería era ser como mis jefes, ellos eran mi modelo a seguir, y ellos iban a misa, comulgaban, rezaban…”
18 de octubre de 2011.- ( Abraham Cruz / Forum Libertas)Nací -hace ya 29 años- en una familia que no cree en Dios. Mis padres estaban bautizados y se casaron en la Iglesia, pero, en realidad, no tenían fe. Decidieron no bautizarme, y nunca me hablaron de Dios.
Tengo una familia maravillosa, no puedo quejarme, siempre me ha querido y cuidado y, sin saberlo, me educaron con valores muy cristianos. Aún así, hoy veo que, al faltar la fe, vivíamos demasiado encerrados en nosotros mismos. Es lógico: no había nada que nos impulsara a salir de nosotros mismos con gratuidad. [...]
Cuando tenía 9 años nos mudamos a Madrid. Fue un poco difícil llegar a una nueva ciudad, un nuevo barrio, un nuevo colegio... De hecho, apenas hice amigos y pasaba el tiempo perdiéndolo en casa con la tele y el ordenador. Allí tenía a mi hermano, que es tres años menor que yo, y con eso me conformaba.Leer más...
Mensaje en el centenario de la peregrinación de jóvenes franceses a Lourdes y Jambville CIUDAD DEL VATICANO, domingo, 27 abril 2008 (ZENIT.org).- Benedicto XVI ha alentado a los jóvenes a soñar con las grandes cosas que Dios ha pensado para ellos.
Es la propuesta que presenta en un mensaje enviado a los diez mil chicos y chicas de entre 15 y 17 años, que celebran del 22 al 27 de abril, en Lourdes, el centenario del «Frat» (Fraternel), peregrinación de jóvenes de la región de París que se reúne todos los años alternativamente en la ciudad mariana o en Jambville, lugar de encuentro de los scouts.
Con motivo de su estancia en el lugar de las apariciones de la Virgen María a Bernadette Soubirous, hace 150 años, el Papa asegura a los jóvenes que «Cristo os hace dignos de su confianza y desea que podáis realizar vuestros seños más nobles y más elevados de auténtica felicidad».
«Esta felicidad es ante todo un don de Dios que se recibe emprendiendo los caminos inesperados de su voluntad. Estos caminos son exigentes, pero también fuente de alegría profunda», añade en la misiva, dirigida al arzobispo de París al cardenal André Vingt-Trois, presidente de la Conferencia Episcopal Francesa.
«Nuestro "sí" a Dios genera la fuente de la verdadera felicidad: este "sí" libera el propio yo de todo lo que le encierra en sí mismo. Hace que la pobreza de nuestra vida penetre en la riqueza y la fuerza del proyecto de Dios, sin eliminar nuestra libertad ni nuestra responsabilidad».
«Abre nuestro pequeño corazón a las dimensiones de la caridad divina, que son universales. Conforma nuestra vida con la misma vida de Cristo, en la que hemos entrado con nuestro Bautismo», subraya.
Por último, el Papa lanza un llamamiento a los jóvenes reunidos en Lourdes: «que aquellos de entre vosotros que sientan la llamada a seguirle en el sacerdocio o la vida consagrada, siguiendo la línea marcada por numerosos jóvenes que han participado en el "Frat", respondan "sí" a la invitación del Señor a ponerse totalmente al servicio de la Iglesia, en una vida totalmente entregada por el Reino de los Cielos. No quedarán decepcionados».