30 de octubre de 2010.- (Alba Rosa / Comunidad Siervos de Cristo Vivo) Hace algunos años caí en una terrible depresión, que me hizo creer que me volvería loca en cualquier momento. Yo conocí al Señor Jesús en 1980, cuando sólo tenía 16 años, y aunque me entregué a Él, lo hice sólo por poco tiempo: el matrimonio, el afán del prestigio y del dinero lograron sacar a Jesús de mi corazón; Él pasó a un segundo plano. Así vivimos mi esposo y yo durante 11 años. Apegados a lo material fuimos alejándonos el uno del otro, vivíamos como dos desconocidos en casa. Leer más...
sábado, 30 de octubre de 2010
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