28 de marzo de 2011.- La noticia del inicio del Ramadán aparece con mayor o menor énfasis en nuestros medios, aunque, por supuesto, se habla muchísimo más de las rúas, las máscaras y los jolgorios del carnaval. La Cuaresma católica, en cambio, ha desaparecido del espacio público. En el calendario de las celebraciones mediáticas, la Cuaresma no existe. Sucede con ella lo contrario que con la Semana Santa o con la Navidad, celebraciones que, si bien han perdido su nervio religioso, siguen siendo metas principales del círculo anual. Si la Navidad es la gran excusa para revitalizar el consumo a las puertas del periodo más frío del año, la Semana Santa sirve de pretexto a una pequeña vacación: es la única temporadita turística que se programa al margen del verano. El mensaje religioso que vehiculaba la vieja Semana Santa está relacionado con el núcleo esencial de la fe cristiana. Un Dios que asume la condición humana, sufre en su propia carne las más duras experiencias –desprecio, injusticia, humillación, tortura, dolor extremo y muerte–, pero vence a la muerte y, venciéndola, transmite una visión esperanzada de la existencia. Leer más...
lunes, 28 de marzo de 2011
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