IX Domingo del Tiempo Ordinario
4 de marzo de 2011.- He de advertirles que convendría que, antes de leer este comentario, leyeran el Sermón del Monte desde el comienzo. Cuando Jesús dice en el texto de este domingo: estas palabras mías, se está refiriendo a todo lo que nos ha dicho en las últimas semanas. De ahí que sea conveniente actualizarlo. Y ya que tienen la Biblia en las manos, sugiero también que, al llegar al texto que estamos comentando, sigan leyendo un versículo más. En él podrán conocer cómo reaccionaron los que escuchaban a Jesús, y eso nos ayudará a reaccionar también nosotros ante su autoridad. De ese modo, así como ellos no se extrañaron de lo que les decía Jesús, tampoco nosotros nos asombraremos en absoluto de que ponga a un mismo nivel sus palabras y la voluntad de Dios. Le reconoceremos, pues, como el revelador del Padre. Leer más...
Interioriza el Evangelio del domingo en vídeo
4 de marzo de 2011.- He de advertirles que convendría que, antes de leer este comentario, leyeran el Sermón del Monte desde el comienzo. Cuando Jesús dice en el texto de este domingo: estas palabras mías, se está refiriendo a todo lo que nos ha dicho en las últimas semanas. De ahí que sea conveniente actualizarlo. Y ya que tienen la Biblia en las manos, sugiero también que, al llegar al texto que estamos comentando, sigan leyendo un versículo más. En él podrán conocer cómo reaccionaron los que escuchaban a Jesús, y eso nos ayudará a reaccionar también nosotros ante su autoridad. De ese modo, así como ellos no se extrañaron de lo que les decía Jesús, tampoco nosotros nos asombraremos en absoluto de que ponga a un mismo nivel sus palabras y la voluntad de Dios. Le reconoceremos, pues, como el revelador del Padre. Leer más...
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