* «Juzgamos continuamente, condenamos continuamente y difícilmente perdonamos. El Señor nos enseña: “Den”. “Den y se les dará”: sean generosos en el dar. No sean “bolsillos cerrados”; sean generosos en dar a los pobres, a los necesitados y también en dar tantas cosas: consejos, sonrisas a la gente, sonrisas. Siempre dar, dar. “Den y se les dará. Y se les dará una medida buena, llena y desbordante”, porque el Señor será generoso: nosotros damos uno y Él nos dará cien de todo lo que damos. Y ésta es la actitud que brinda el no juzgar, el no condenar y el perdonar. La importancia de la limosna, pero no sólo de la limosna material, sino también de la espiritual; perder el tiempo con otra persona necesitada, visitar a un enfermo, sonreír»
18 de marzo de 2019.- (Camino Católico) No juzguen a los demás, no condenen y perdonen: así se imita la misericordia del Padre. En la Misa de Santa Marta, el Papa Francisco recuerda que “para no equivocarse” en la vida hay que “imitar a Dios”, “caminar ante los ojos del Padre”. Partiendo del Evangelio de Lucas hoy (Lc 6, 36-38), el Pontífice habla ante todo de la misericordia de Dios, capaz de perdonar las acciones más “feas”.
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