31 de marzo de 2019.- (Camino Católico) La tarde del domingo 31 de marzo, el Papa Francisco celebró la Santa Misa en el estadio deportivo Príncipe Moulay Abdellah en la ciudad de Rabat, en la última jornada de su viaje apostólico a Marruecos, el número 28° de su Pontificado. El color rosa predonimó en la liturgia de este cuarto domingo de Cuaresma, indicando la relajación del rigor penitencial y la alegría que emana ante la proximidad de la Pascua. La Eucaristía celebrada por el Santo Padre ha sido la más numerosa hasta ahora, en este país de mayoría musulmana, en el que los fieles católica representan solo el 0.7%, esto es, unas 25.000 personas. Según los organizadores de la visita, cerca de 10.000 creyentes han participado en la Misa, que se visualiza y escucha en el video.
Celebrando el regreso del hijo pródigo
Por un lado, la alegría con la que el padre recibe al hijo “esperado y añorado” a quien abraza y organiza una fiesta para celebrar su regreso; y por otro, la irritación y la cólera que despierta este gesto en su otro hijo, quien no puede entender el comportamiento compasivo de su progenitor ya que considera que su hermano “no es digno ni merecedor de tal perdón”.
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