* «La esperanza es vivir sabiendo que no podemos hacer el nido aquí: la vida del cristiano está «en tensión hacia». Si un cristiano pierde esta perspectiva, su vida se vuelve estática y las cosas que no se mueven se corrompen. Pensemos en el agua: cuando el agua está quieta, no corre, no se mueve, se corrompe. Al cristiano que no es capaz de estar en tensión hacia la otra orilla, le falta algo: terminará corrupto. Para él, la vida cristiana será una doctrina filosófica, la vivirá así, dirá que es fe pero sin esperanza no lo es»
29 de octubre de 2019.- ( Camino Católico) Para ser hombres de esperanza no debemos apegarnos a nada y vivir, en cambio, «en tensión hacia el encuentro con el Señor”. Sí, puesto que si perdemos esta perspectiva, la vida se vuelve estática y las cosas que no se mueven se corrompen. Lo dijo el Santo Padre esta mañana en su homilía de la Misa celebrada en la Capilla de la Casa de Santa Marta, que centró en la esperanza cristiana.
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