Camino Católico.- Amadou Kizito Togo es un sacerdote de Mali, pero en este país en el que los ataques yihadistas golpean y provocan fuertes tensiones étnicas este párroco es ante todo un símbolo. Pero no sólo por sus palabras u obras sino por su propia historia y vida.
Este sacerdote y párroco de la catedral de Mopti era musulmán e hijo de un imán. Conoció a Cristo siendo adolescente gracias al folleto del hijo de un pastor protestante pero fue en la Iglesia Católica donde vio que estaba su casa. Y una vez en el hogar sintió esta vocación al sacerdocio, un hecho complicado para él al provenir de una familia especialmente musulmana.
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