Camino Católico.- Pablo Pérez es un diacono permanente de Chicago muy especial para cientos de presos a los que atiende espiritualmente en la cárcel de máxima seguridad del condado de Cook. Cariñosamente le llaman “jefe” pues conocen quién es ahora cuando le ven aparecer con alzacuellos pero también quién fue y cómo salió de una vida como jefe de la banda callejera de los Latin Kings.
Los presos se sienten escuchados y comprendidos por un enviado de la Iglesia Católica que les lleva paz, redención y arrepentimiento. Y muchos se están acogiendo a Dios. Es un apostolado perfecto para Pablo Pérez.
Hace 30 años el ahora diácono permanente era el jefe de los Latin Kings de la zona norte de Chicago. Su reputación le precedía y despertaba respeto y miedo. Peleas, ajustes de cuentas, robo de coches, narcotráfico e incluso intentos de asesinato. Este era el historial de Pablo Pérez.
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