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viernes, 13 de junio de 2008

Brian Kolodiejchukl: «Madre Teresa no quería brillar»

-"Ella quería llevar Dios a los «agujeros negros» donde están los más pobres"
-"La Madre Teresa no podía pasarse ni un solo día sin la misa y sin recibir la comunión. Le daba una enorme importancia a la adoración del Santísimo Sacramento, mínimo una hora al día"

Publicamos una nueva entrevista editada por el diario La Razón, al padre Brian Kolodiejchukl, postulador de la causa de canozizzación de la Madre Teresa de Calcuta. Hemos incidido en los últimos días en este tema por la importancia del testimonio de la vida espiritual de la fundadora de las Misioneras de la Caridad, que sin duda sirve de luz para el camino de cuantos deseen seguir a Cristo. En las respuestas de hoy el padre Brian Kolodiejchukl aporta nuevas revelaciones sobre el día a día de Madre Teresa de Calcuta. La entrevista se realizó con motivo de la presentación por parte de la Editorial Planeta del libro sobre las cartas privadas de «La Santa de Calcuta»

Luisa Moreno
MADRID-El padre Brian Kolodiejchukl conoció a la Madre Teresa en 1977 y trabajó con ella hasta su muerte en 1997. Actualmente es el postulador de su causa de canonización y acaba de presentar en Madrid la versión en español de su libro «Ven, sé mi luz» (editorial Planeta).

-¿Qué pensaría la Madre Teresa si viera sus cartas publicadas?
-Si estuviera viva, estaría horririzada. Ella misma repitió varias veces que por favor se destruyeran todas sus cartas. Sin embargo, estoy convencido que ahora, viéndolo todo desde arriba, ella estaría de acuerdo. Su lucha espiritual, forma parte de su carisma y puede ayudar a regresar a la práctica de la fe a muchas personas.


-¿Podría considerarse a la Madre Teresa como la patrona de los que están buscando a Dios?
Efectivamente. También podría ser la patrona de los que no ven a Dios.

-¿Viene reflejado en sus cartas cómo se apoyaba la Madre Teresa en los sacramentos y en la oración?
-La Madre Teresa no podía pasarse ni un solo día sin la misa y sin recibir la comunión. Le daba una enorme importancia a la adoración del Santísimo Sacramento, mínimo una hora al día. Las 4 horas de oración diarías son lo que dan la fuerza y la capacidad a las hermanas para hacer lo que hacen.

-Algunos sólo resaltan la labor social de la Madre Teresa. ¿ Cuál sería su diferencia con una ONG?
-Las ONG hacen las cosas por algo. Nosotros lo hacemos por alguien. La intención de la Madre era ser compañía, amor, presencia del amor de Dios para la gente. Ella quería llevar Dios a los «agujeros negros» donde están los más pobres de los pobres. Ella no quería brillar, sino que brillara Dios a través de ella.

-¿Qué es lo que está resultando más complicado del proceso de canonización de la Madre Teresa?
-Conseguir demostrar un milagro por su intercesión. Nos presentaron un caso claro de una curación inexplicable médicamente. Sin embargo cuando lo investigaron formalmente, el enfermo explicó que también había pedido su ayuda al Padre Pío, con lo que no quedó demostrada la exclusiva intercesión de la Madre Teresa. Necesitamos que la gente le pida únicamente a ella.

-¿Cómo puede ayudar este libro a un no creyente?
-Ella es una prueba latente de que aún cuando no se tiene un sentimiento, se puede seguir siendo fiel. Si ibas a Calcuta, no te explicaba nada, simplemente te ponía a hacer cosas y entonces entendías.

-¿No tiene miedo de que puedan ser manipuladas las cartas?
-Estoy convencido de que al leer el libro se entenderá mejor el significado de la prueba, que no crisis de fe, de la Madre Teresa. Cuando más nos amos Jesús es cuando estaba en la Cruz. No hay contradicción entre la vida externa de la Madre Teresa y su vida interna.

-¿Se podría decir entonces tenía sed de Dios?
-Por supuesto. Y esa sed de Dios la veía también en los países más desarrollados. Por eso abrío tantas casas en los países ricos, por todos los que sentían abandono. «Lo importante es cómo das el plato de lentejas, no lo que les das de comer» repetía ella a menudo.

-La Madre Teresa, ¿una santa de nuestro tiempo?
-Ella misma decía que de ser santa, sería una madre ausente del cielo para traer la luz a las almas. Sobre todo para aquellos que se sienten no amados (que es el mal más característico de nuestro tiempo). Ella nos recuerda lo que el amor es caridad y que hay que ser fiel, independientemente de lo que esté sintiendo.

sábado, 7 de junio de 2008

La Madre Teresa de Calcuta llegó “a amar la oscuridad”

El padre Kolodiejchuk en la presentación de “Las cartas privadas”

MADRID, (ZENIT.org-Veritas).- El postulador para la Causa de beatificación de Madre Teresa, padre Brian Kolodiejchuk, M.C., presentó este miércoles en Madrid el libro "Ven sé mi luz. Las cartas privadas de 'la santa de Calcuta'" (Planeta-Testimonio).

La correspondencia privada de Madre Teresa permite reconstruir "el lado más espiritual" y menos conocido del trabajo que hizo famosa a esta humilde albanesa, según explicó el postulador de su causa, que pudo acceder a las cartas que ahora se publican al iniciarse su proceso de beatificación.

Una de las sorpresas que deparaba esta documentación permanecía oculta a la mayoría de las personas tras la sonrisa permanente de Madre Teresa, y fue sin embargo esencial en su vocación. Se trata de la oscuridad interior que experimentó sobre todo a partir de los años 60, pero que comenzó a sentir mucho antes, alrededor de 1937, cuando era todavía misionera de Loreto, antes de fundar su propia Congregación (Misioneras de la Caridad).

Sin embargo, Madre Teresa pudo armonizar la "alegría por hacer día tras día lo que Dios le pedía" con el "desconsuelo y la soledad". Según el padre Kolodiejchuk, "sonreír" fue su elección. En una de sus cartas, Madre Teresa escribe: "cuando veo a alguien triste, pienso siempre que le está negando algo a Jesús".

Además, la religiosa llegó a "amar la oscuridad", como confiesa en una carta al padre Neuner: "Por primera vez en estos once años-he llegado a amar la oscuridad.-Pues ahora creo que es una parte, una muy, muy pequeña parte de la oscuridad y del dolor de Jesús en la tierra. Usted me ha enseñado a aceptarla como un "lado espiritual de "su obra"" (...) Hoy sentí realmente una profunda alegría-porque Jesús ya no puede sufrir de nuevo la agonía-sino que Él quiere sufrirla en mí-Más que nunca me entrego a Él.-Sí- más que nunca estaré a su disposición".

El padre Kolodiejchuk confesó que tuvo que leer "varias veces las cartas" hasta entender de qué se trataba verdaderamente su "oscuridad"; incluso muchas hermanas que convivían cerca de ella, "no tenían ni idea de lo que pasaba en su interior".

Al ver la ingente obra que Madre Teresa realizó (sobre todo después de su "inspiración" en 1946, cuando recibe "la llamada dentro de la llamada" para trabajar entre los más pobres de los pobres) lo más fácil es pensar que lo hacía apoyada en el consuelo que experimentaba en Dios. Sin embargo, según el postulador de su causa, lo que hizo "heroica" su vida, fue precisamente la fidelidad a Dios a pesar de esta falta de consuelo.

Para Madre Teresa, "la pobreza más grande en el mundo de hoy" era "no sentirse amado", por eso comprendió que experimentar el abandono de su Amado como algo real, le acercaba a sus pobres y la identificaba con el sufrimiento de Jesucristo en el Huerto de Getsemaní y en la Cruz, cuando pregunta al Padre: "¿Por qué me has abandonado?"

Según el padre Kolodiejchuk, la experiencia de Madre Teresa es similar a la de otros santos y más que "crisis" de fe (que hace referencia a algo "más existencial e intelectual" ), lo que atravesó la Madre fue una "prueba de fe" hasta alcanzar, como dijo uno de sus confesores, "una fe pura y desnuda, sin sentir nada".

Además, el postulador de la Causa de Madre Teresa ve en esta actitud un ejemplo para los creyentes, que deben saber que "la fe no siempre es fácil" y "tenemos que luchar".

A pesar del deseo de Madre Teresa de que sus escritos fueran destruidos, finalmente han visto la luz, porque la Iglesia considera que aunque se trató de una experiencia "personal", no ha sido una experiencia "privada", porque no fue sólo para ella. Los Misioneros y Misioneras de la Caridad heredaron el "carisma" de Madre Teresa, que consiste no sólo en compartir la pobreza material, sino también "la espiritual".

El postulador de la Causa de beatificación de la religiosa concluyó que el amor que vivió Madre Teresa no es sólo "para admirar", sino que "es posible imitarlo empezando a nuestro alrededor".