* «Muchos cristianos tienen el corazón como un camino y no saben quién viene y va, van y vienen, porque no saben cómo examinar lo que sucede en su interior. Por eso recomiendo, todos los días, que se tomen un tiempo antes de irse a la cama o al mediodía -cuando quieran- y se pregunten: ¿qué ha pasado hoy en mi corazón? ¿Qué tenía ganas de hacer, de pensar? ¿Cuál espíritu se ha movido en mi corazón? El Espíritu de Dios, el don de Dios, el Espíritu Santo que me lleva siempre al encuentro con el Señor o el espíritu del mundo que me aleja suave, lentamente del Señor; es un deslizamiento lento, lento, lento. Roguemos al Espíritu Santo que nos haga permanecer en el Señor y nos dé la gracia de distinguir los espíritus, es decir, lo que se mueve en nuestro interior»
7 de enero de 2020.- (Camino Católico) La vida cristiana es permanecer en Dios, siguiendo al Espíritu Santo y no al espíritu del mundo que lleva a la corrupción, a no distinguir el bien del mal. El Papa Francisco reanuda las celebraciones matutinas en la Casa de Santa Marta y en su homilía comenta el pasaje de la primera carta de San Juan Apóstol, primera lectura de la liturgia del día, en la que el evangelista retoma el consejo de Jesús a sus discípulos: «Permanezcan en Dios».