* «Viví mi primer Domingo de Ramos después de mucho tiempo, con el sentimiento de volver a casa y con una alegría tremenda… El Señor me quería ya cuando yo era un desastre; nos quiere a todos hasta clavarse en la Cruz. Todos valemos toda su sangre. La única diferencia es que yo ahora soy consciente de ese amor y lo puedo disfrutar, le puedo dar las gracias y puedo intentar corresponder. El camino no es fácil, pero vale la pena»
Camino Católico.- En un video testimonial publicado por el Opus Dei, Gabriela, que trabaja en una boutique de diseño de moda en Valencia, cuenta que está casada y tiene tres hijas. Pasó muchos años alejada de la fe. Pero un buen día, hace ahora ocho años, se encontró con Dios haciendo zapping, en vísperas de la Semana Santa.