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martes, 3 de junio de 2008

Por cada enfermo de sida que accede a tratamiento hay 2,5 nuevos infectados

S. BASCO.(ABC) MADRID.

Los datos facilitados por Naciones Unidas sobre la epidemia de sida en el mundo durante 2007 parecen sugerir que el avance de la infección se desacelera. Pero no cabe felicitarse demasiado sólo por ese «detalle», dado que el pasado año se contabilizaron 2,5 millones de nuevos casos, mientras que el número de nuevos enfermos que accedieron al tratamiento fue sólo de un millón de personas más que en 2006. Ante esta realidad descorazonadora, la directora general de la OMS, Margaret Chan, admitió ayer en Ginebra que «todavía estamos corriendo detrás de esta epidemia devastadora y que no perdona».

En su nuevo informe, titulado «Hacia el acceso universal», los organismos de la ONU dedicados a combatir la epidemia -Organización Mundial de la Salud (OMS), Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y Onusida- afirman que sólo un 31 por ciento de los cerca de diez millones de infectados por el sida que no pueden costearse el tratamiento con antirretrovirales tienen acceso gratis a esta medicación.

No obstante estas considerables carencias, cerca de tres millones de enfermos en los países de ingresos bajos e intermedios están recibiendo ya terapias contra la infección a través de los sistemas de salud. «Es un logro notable, pero que no basta», destacó Chan. Y tanto que no basta, porque 6,7 millones de personas en el mundo en desarrollo todavía no tienen acceso a la medicación que puede salvar sus vidas.

Entre las razones apuntadas por la responsable de la OMS para este desfase entre necesidades y disponibilidad de tratamientos figuran las insuficientes infraestructuras de salud en esos países, el diagnóstico tardí
o de la presencia del virus, y un dato fundamental: que hasta el 80 por ciento de los infectados por el virus desconocen que lo están, y esto ocurre especialmente en los países más afectados por la pandemia. Como contrapartida -insuficiente-, uno de los factores que permitieron aumentar la cobertura con terapias en 2007 fue que los precios de estos medicamentos en los países pobres han descendido entre un 30 y un 64 por ciento entre 2004 y 2007. Chan reconoció la dificultad para buscar un equilibrio entre la necesidad de atender a millones de enfermos sin medios y respetar, al mismo tiempo, los derechos de las patentes de las farmacéuticas.

Como conclusión, el informe difundido ayer en la sede de la OMS reconoce que el objetivo de lograr una cobertura universal de los tratamientos contra el sida todavía está lejano.

Índices de cobertura

A finales de 2007, sólo nueve países en desarrollo contaban con una cobertura de al menos el 75 por ciento de las personas que necesitaban tratamientos, entre ellos Brasil, Cuba, Chile y Costa Rica. Otros once países tenían entre un 50 y un 75 por ciento de cobertura, entre ellos Argentina, El Salvador, Panamá y Uruguay. Finalmente, veintiún países en desarrollo presentaban una cobertura apenas superior al 50 por ciento, como ocurre en los casos de Guatemala, Colombia, Ecuador, la República Dominicana, Honduras o Haití.

viernes, 16 de mayo de 2008

Una diócesis de Sri Lanka denuncia el reclutamiento forzado de menores

Según un informe de UNICEF, hay más de cinco mil niños soldados en el país

JAFFNA, (
ZENIT.org).- La Iglesia católica de Sri Lanka ha denunciado las terribles consecuencias de la violencia que divide a la etnia cingalesa de la tamil.

Un informe de la Comisión Justicia y Paz de la diócesis de Jaffna subraya, según informa hoy el diario vaticano «L'Osservatore Romano», que en el curso de los actuales violentos enfrentamientos en su territorio entre el ejército y los guerrilleros del movimiento de los «Tigres por la liberación de la patria Tamil», cada vez más a menudo se implica a los niños reclutados a la fuerza y obligados a combatir por los extremistas o raptados y a veces asesinados por hombres de uniforme.

Según el informe de la diócesis, algunos niños que viven en las zonas del conflicto han sufrido incluso torturas. Otros niños, en cambio, han sido arrebatados de sus casas y hechos desaparecer. A veces los cadáveres de los raptados son encontrados pasado el tiempo en lugares distantes de sus viviendas. Muchas víctimas muestran signos de tortura.

En el documento de la Comisión Justicia y Paz de la diócesis de Jaffna, se subraya también que los bombardeos de la aviación del Gobierno de Colombo no sólo golpean a las bases de los guerrilleros sino a menudo causan numerosas víctimas en zonas densamente habitadas.

El informe lanza la alarma sobre el futuro de una sociedad que define como «enferma mentalmente» a causa de los traumas que el conflicto provoca a las nuevas generaciones. Muchos sacerdotes reciben confidencias de niños y niñas que tienen incluso miedo de participar en los servicios fúnebres de sus coetáneos muertos durante los eventos bélicos. El temor es el de ser considerados colaboradores de la guerrilla sólo por haber mostrado su pésame.

El problema de los niños y adolescentes reclutados por la fuerza en las filas de los guerrilleros no es nuevo en un Sri Lanka despedazado por el conflicto interétnico.
Según un informe del Ministerio de Servicios Sociales del Gobierno de Colombo --informa la agencia Asianews--, los reclutamientos forzados de los jóvenes estudiantes en las filas de los guerrilleros del movimiento de los «Tigres» incide duramente sobre la marcha del año escolar en las zonas turbadas por el conflicto.
El informe cita el caso de Vanni, un centro del norte de Sri Lanka en el que la guerrilla tiene sus fortalezas. De los datos proporcionados por el Ministerio de Colombo resulta que en Vanni sólo el 7-8% de los alumnos de las escuelas públicas lograron el año pasado hacer los exámenes de nivel avanzado.

En el informe se subraya que los «Tigres» han lanzado una campaña de reclutamiento que tiene el objetivo de reclutar a sesenta mil niños arrebatando uno de cada familia en la península de Jaffna.

En consecuencia, cada vez menos estudiantes asisten a la escuela y todavía menos se presentan a los exámenes por miedo a que al salir de casa puedan ser raptados por los guerrilleros.

Según un informe de UNICEF, desde la firma del alto al fuego en 2002 entre ejército y rebeldes han sido reclutados forzadamente más de cinco mil seiscientos niños soldados. Actualmente esta cifra podría resultar muy superior.

Los datos hasta ahora difundidos por UNICEF sobre el fenómeno de los niños soldado están actualizados hasta 2007. De las estadísticas resulta que la edad media de los nuevos reclutas está en torno a los 16 años pero son numerosas las excepciones de chicos y chicas obligados a combatir apenas de doce o trece años. El 60% de los jóvenes reclutas, según UNICEF, está compuesto por varones, mientras que las niñas ascienden al 40%.

Sigue todavía impresa en la memoria de muchos habitantes de Sri Lanka la masacre del 14 de agosto de 2006, cuando la aviación del gobierno de Colombo bombardeó un instituto matando a 61 niñas e hiriendo a otras 150.

El comando militar se defendió de las acusaciones de injustificada masacre sosteniendo que en realidad el instituto era una base de los «Tigres» y que los jóvenes allí presentes eran niños soldado y por esto considerados terroristas.

Un grupo formado por miembros de UNICEF y de la «Sri Lankan Monitoring Mission», que se trasladó al lugar inmediatamente después de la masacre, proporcionó una información diversa. Según su informe, las víctimas «eran niños y niñas llegados de las escuelas cercanas para dos días de prácticas sobre primeros auxilios». Se desconocen todavía los organizadores de aquella trágica reunión.

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Traducido del italiano por Nieves San Martín