* «Y es tan hermoso saber que Él me ama, pero tan doloroso ver que yo no era capaz de corresponderle. Por eso decidí convertirme en hija de Dios. Sabía que Dios existe. Él me ama. Es mi Padre. Así que quise ser su hija y bautizarme»
Dios es Amor.Hacernos participes de ese Amor no es una cuestión menor. Se necesita tiempo de escucha y de silencio interior.Sólo una escucha diaria y comprometida nos irá conduciendo en nuestro crecimiento personal en el Amor de Dios. Por eso este blog, sencillamente quiere compartir nuestra experiencia cotidiana de escucha de la voluntad de Dios para cada momento de la vida y de aquellos hechos que nos preocupan, conmueven y nos hacen clamar a Dios por mediación de Jesucristo, el Señor.