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lunes, 24 de noviembre de 2025

Hermana Paulina Porczynska, OP: «Conocí a gente alocada y me convertí en punk, pese a no tener fe fuí con amigas a una peregrinación a la Virgen de Czestochowa, me confesé, volví un año después y soy monja»

La hermana Paulina Porczynska, OP, pasa tiempo con los estudiantes al aire libre./ Foto: Cortesía de la hermana Paulina Porczynska, OP

* «Después de hablar un rato con el sacerdote, me preguntó: ‘¿Quieres confesarte?’, y le dije: ‘No sé si quiero, pero sé que no puedo seguir viviendo así. Además, hace años que no me confieso’. Así que me confesé con él y fue la experiencia más hermosa que he tenido jamás. Han pasado unos veintitrés años desde entonces y todavía no sé cómo expresar con palabras lo que sentí en aquel momento. En ese momento decidí cambiar mi estilo de vida y empezar a orar. Pero al regresar a casa, me di cuenta de que intentar vivir mi antigua vida y estar con Jesús al mismo tiempo era imposible. Tenía que elegir entre Jesús y mi antigua vida, y elegí a Jesús» 

Camino Católico.- Uno o dos encuentros aparentemente fortuitos pueden marcar la diferencia en la vida de una persona. La hermana Paulina Porczynska, OP, maestra de preescolar en la escuela Gahanna St. Matthew the Apostle de Columbus, Estados Unidos, cuenta que un par de conversaciones durante peregrinaciones, hace unos 23 años, la ayudaron a dejar atrás un estilo de vida punk rock y dedicar su vida al servicio de Dios y de los niños.

La hermana Paulina creció en la ciudad polaca de Zary, cerca de la frontera con Alemania, siendo la menor de tres hermanas. Polonia es un país mayoritariamente católico, pero su familia no participaba en actividades de la iglesia.

“Mis padres y mis hermanas mayores no eran creyentes. Nadie me habló de Jesús ni de cómo rezar. Cuando mis hermanas eran adolescentes, simplemente dejaron de ir a la iglesia. Dos o tres años después, yo estaba en séptimo grado y un domingo anuncié que sería la última vez que iría a la iglesia. Nadie se opuso”, relata a Catholic Times.

“En ese momento, las cosas empezaron a ponerse muy locas para mí. Al principio de la secundaria, conocí a gente bastante alocada y me convertí en lo que se podría llamar un punk. Seguí así casi hasta el final de la secundaria.”

Miles de polacos realizan cada verano peregrinaciones a pie al santuario de la Virgen Negra, Nuestra Señora de Czestochowa, patrona de Polonia. Un verano, cuando era adolescente, la hermana Paulina y algunas amigas decidieron hacer la peregrinación a pesar de no ser católicas practicantes.

Miles de polacos en la tradicional peregrinación al santuario de Virgen Negra de Czestochowa (Polonia)

“Caminar desde mi ciudad natal hasta Czestochowa es un viaje de ida y vuelta de aproximadamente 560 Kilómetros y toma dos semanas, con gente caminando, cantando y rezando durante todo el camino”, cuenta la hermana Paulina.

“Es maravilloso verlo. Pero la peregrinación fue un poco difícil para mí porque no oré. No tenía ninguna relación con Jesús. No era feliz y sabía que buscaba algo, pero no sabía qué. Los tres primeros días de la peregrinación fueron muy duros porque no entendía por qué tanta gente sonreía. El jueves de esa semana, de camino al santuario, me enfadé tanto que decidí hablar con un sacerdote franciscano que estaba entre los peregrinos”, comparte.

“Después de hablar un rato con él, me preguntó: «¿Quieres confesarte?», y le dije: «No sé si quiero, pero sé que no puedo seguir viviendo así. Además, hace años que no me confieso». Así que me confesé con él y fue la experiencia más hermosa que he tenido jamás. Han pasado unos veintitrés años desde entonces y todavía no sé cómo expresar con palabras lo que sentí en aquel momento”, asegura.

“En ese momento decidí cambiar mi estilo de vida y empezar a orar. Pero al regresar a casa, me di cuenta de que intentar vivir mi antigua vida y estar con Jesús al mismo tiempo era imposible. Tenía que elegir entre Jesús y mi antigua vida, y elegí a Jesús”, cuenta.

Al verano siguiente, volvió a hacer la peregrinación. “El mismo día y en el mismo lugar (donde se encontró con el sacerdote el año anterior), estaba frente a la iglesia y supe que algo pasaba en mi interior. Un amigo se acercó y me preguntó: ‘¿Estás bien?’. Le dije: ‘Físicamente me siento bien, pero algo me pasa y no sé qué es’” transparenta.

Santuario de la Virgen de Czestochowa, Polonia

“Me miró fijamente un par de segundos y luego me preguntó: ‘¿Quieres ser monja?’. ‘¿Estás loco?’, le dije. Cuando me preguntó eso, me asusté, pero en el fondo sabía que tenía razón. Era la primera vez que pensaba en ser religiosa y la idea se me quedó grabada para siempre”, asegura.

“Cuando llegué a casa, encontré un director espiritual y le conté lo que había sucedido. Me dijo que mi fe aún no era lo suficientemente fuerte (para entrar en un convento) y me recomendó que obtuviera un título universitario, terminara mis estudios y luego me uniera a una congregación”, dice la hermana Paulina. 

“Empecé a estudiar una carrera en educación infantil y los dos o tres primeros meses fueron bien. Pero Dios me estaba dando muchas señales y sentí en mi interior que me estaba mostrando que este no era el camino. Recuerdo una vez que, después de una clase con él, estaba hablando con un profesor y me dijo: ‘Cuando te miro, creo que serías una gran hermana’. Apenas lo conocía, así que sentí que era una señal, y había otras señales que me decían que estaría realmente ciega si no veía lo que Dios quería de mí”, asegura.

“Cada día, en mi corazón, sentía que no estaba en el lugar correcto. Después de dos años, renuncié a mi voluntad y le dije 'Sí' a Dios”, dice.

Paulina Porczynska confirmó su llamada a ser dominica al contemplar el cuadro en que la Virgen María le hizo entrega del Rosario a Santo Domingo

Por aquel entonces, una monja dominica me invitó a un retiro. La primera noche, estaba rezando frente a un cuadro de la Virgen María entregando el Rosario a Santo Domingo. Miré mi rosario y vi que era del mismo tipo que el del cuadro. En ese momento comprendí que Dios me llamaba no solo a ser religiosa, sino a ser monja dominica”, subraya.

“Tras dos años en la universidad, me tomé un descanso y luego le conté a mi madre mi decisión. No le fue fácil aceptarla, pero lo hizo, y me fui a Cracovia para comenzar mi formación. ¡Ahora, después de 18 años como religiosa dominica, aquí estoy!” 

La hermana Paulina Porczynska, OP, disfruta enseñando a los niños de preescolar en la escuela St. Matthew the Apostle de Gahanna / Foto: Cortesía de la hermana Paulina Porczynska, OP.

La hermana Paulina es miembro de las Hermanas Dominicas, Provincia de la Inmaculada Concepción, que tienen su casa provincial en Justice, Illinois, y prestan servicio allí y en Columbus; Mountain Home, Arkansas y Calgary, Alberta, así como en localidades de Polonia, Bielorrusia, Ucrania, Rusia, Siberia, Italia y Camerún. 

Otras dos integrantes de su congregación sirven en la Diócesis de Columbus y viven en un convento ubicado en el 2575 de la Avenida Livingston Este, en la zona este de Columbus. La Hermana Andrea Andrzejewska, OP, trabaja en la Oficina Diocesana de Escuelas Católicas y la Hermana Marta Gawron, OP, es la directora de educación religiosa en la Iglesia de San Patricio de Columbus.

La hermana Paulina hizo sus primeros votos como religiosa dominica en 2007. En Polonia, fue maestra, trabajó con niños con discapacidades durante cinco años y pasó un año trabajando en una guardería.

Llegó a Estados Unidos y realizó sus votos perpetuos en 2014 y desde entonces ha estado en Columbus, donde trabajó durante dos años como asistente de maestra en la escuela St. Mary en German Village de Columbus y durante los últimos nueve años en el jardín de infancia St. Matthew.

«Me encanta todo de los niños de esa edad», dice. “Son abiertos, cariñosos y alegres. Me recuerdan la belleza y la importancia de las cosas sencillas de la vida diaria. Disfruto preparándolos para el jardín de infancia, pero sobre todo, me encanta enseñarles sobre Jesús. Rezar con ellos, asistir a misa o adorar a Jesús en la Eucaristía son momentos muy especiales para mí. En este servicio, siento que recibo más de lo que doy. Siento el amor de Dios por mí a través de ellos. Me resulta difícil imaginarme haciendo otra cosa.”

martes, 12 de enero de 2016

Rocío Goncet, 32 años, dominica contemplativa: «Yo intento vivir para Dios, y Dios te da las cosas sin más»

«Nuestra misión es la oración, la contemplación y el silencio. Todo eso es como la profecía de que la vida religiosa, que está en medio del mundo, muestra que las cosas se pueden hacer según el Evangelio. La oración forma parte de toda nuestra vida, desde la mañana a la noche. Vivimos exclusivamente para eso, aunque hagamos muchas cosas durante el día»

viernes, 12 de septiembre de 2014

Hermana Araceli Revuelta, la monja-enfermera de 92 años que durante 55 ha atendido a los más necesitados en Bolivia y a quien San José le envió una caja con 60.000 aspirinas

«A veces una tiene circunstancias en la vida. La mía fue tener una familia muy piadosa. Tuve una hermana que cuidé mucho hasta que murió jovencita, luego mi papá murió martirizado por ser católico. Hubo muchas circunstancias que me hicieron reflexionar para escuchar la voz de Dios. Dios me acompaña. No necesito más compañía que Él, mi ángel de la guarda y la Virgen María» 

viernes, 18 de octubre de 2013

Sor María Leticia hacía esgrima y rechazó ir a las olimpiadas de Atlanta para entrar en el convento: «Se me cruzó Dios y ya nada se podía comparar»

* «Fue la primera vez que experimenté que allí dentro, en una iglesia, existía algo, y era algo bueno, que me daba paz. Yo entré y sentí que algo vivía, que había alguien, que era real. La presencia que yo sentí en aquella eucaristía fue fortísima, no se me olvidó, me marcó»
18 de octubre de 2013.- (Mayfeelings Camino CatólicoLa red social Mayfeelings estrena Mayfeelings TV una nueva iniciativa en la que presentarán diferentes testimonios de personas que cuentan cómo era su vida antes y después de encontrarse con Dios. La escritora María Vallejo Nájera, madrina de la red social, será la encargada de presentar los vídeos que están siendo grabados por toda España. María dialogará con los protagonistas, que irán contando su vida marcada por la presencia de Dios. Esta nueva iniciativa pretende «acercar a la sociedad historias de personas que han encontrado la felicidad de la mano de Dios y cómo les ha cambiado su vida este encuentro», aseguran desde Mayfeelings. El objetivo, añaden, es darse cuenta «de cómo la vida es mejor si estamos cerca de Dios».
En el primer capítulo, que se visualiza en el vídeo, Mayfeelings TV presenta a Sor María Leticia, monja del Convento de las Madres Dominicas de Lerma (Burgos), que dejó su exitosa carrera deportiva practicando esgrima  para convertirse en el espadachín de Dios. Sor María, tras muchos éxitos deportivos a nivel regional y nacional, fue llamada para participar en los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996 como integrante del equipo olímpico español. Rechazó su participación para realizar una experiencia con un grupo de monjas de clausura y optar por Dios.

viernes, 11 de enero de 2013

Lauren Franko, la religiosa dominica que cuenta en la revista Marie Claire que dejó la fe y al volver a orar sintió la llamada definitiva de Dios en YouTube

«Una noche, en mi cuarto, comencé a rezar. Pero también quería escuchar mi canción favorita. Tomé los audífonos, me metí a YouTube y puse la canción. Pero en vez de escuchar la canción, escuché las palabras: "¿Quieres casarte conmigo?". Inmediatamente apagué la música y le dije "sí" a Dios. En cierta manera, ya había hecho la decisión, pero esto me lo confirmó»
11 de enero de 2013.-(Juan Antonio Ruiz J., LC / Con Tinta de Esperanza / Camino Católico) «Imagínate que tienes 26 años y vives con otras quince mujeres como tú. No puedes dejar la casa en donde estás, no puedes tener sexo, te levantas a las 5:20 de la mañana y sólo puedes hablar dos veces al día». Así comienza el artículo que la revista de moda Marie Claire de Sudáfrica en su versión de agosto de 2012 dedicó a a la joven Lauren Franko. Aunque, todo hay que decirlo, hoy Lauren ya no usa ese nombre, sino que se hace llamar Hermana María Teresa del Sagrado Corazón. Sí, han deducido bien: Lauren es religiosa.
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