Las ofensas a la castidad / Autora: Diana García
(Almas) Algunas de las formas de lesionar nuestra sexualidad y de no practicar la sexualidad son: lujuria, masturbación, fornicación, pornografía y prostitución. Leer más...
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miércoles, 3 de septiembre de 2008
martes, 20 de mayo de 2008
Las ofensas a la castidad / Autora: Diana García
Algunas de las formas de lesionar nuestra sexualidad y de no practicar la sexualidad son:
1. Lujuria. Es el placer [1], porque la lujuria no se entrega, ni se da; solamente está preparada para recibir placer sexual, es decir, se busca el placer por sí mismo y no como una consecuencia; separando las finalidades de las relaciones sexuales de procreación y unión.
2. Masturbación. Se entiende por masturbación la excitación de los órganos genitales a fin de obtener un placer venéreo. [2] El fenómeno de la masturbación es un fenómeno común, estadísticamente común, que no es lo mismo que norma o correspondientemente a la naturaleza humana [3].
3. Fornicación [4]. La fornicación es la unión carnal entre un hombre y una mujer fuera del matrimonio. Es decir, cuando hay relaciones prematrimoniales o aquellas parejas que viven en unión libre.
4. Pornografía. Ahora todos lo medios de comunicación (televisión, teatro, prensa y cine) nos ofrecen abiertamente escenas pornográficas, son escenas comunes que podemos ver en cualquier lugar y a cualquier hora. Pero no por esta razón es algo normal y bueno para la persona.
5. Prostitución. La prostitución es la relación sexual en la que media el dinero como motivo y se realiza con más de una persona.[5] Atentando contra la dignidad de la persona que se prostituye, puesto que queda reducida a placer venéreo que se saca de ella.[6]
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[1] PIEPER, Josef; Las virtudes fundamentales; Ediciones Rialp; Madrid; 1980; p. 241.
[2] Catecismo de la Iglesia Católica; no. 2352
[3] TREVIJANO, Pedro; Madurez y sexualidad; Ediciones Sígueme; Salamanca; 1994; p. 106
[4] Catecismo de la Iglesia Católica; no. 2353
[5] TREVIJANO, Pedro; Madurez y sexualidad; Ediciones Sígueme; Salamanca; 1994; p. 163.
[6] Catecismo de la Iglesia Católica; no. 2354
Fuente: almas.com.mx
1. Lujuria. Es el placer [1], porque la lujuria no se entrega, ni se da; solamente está preparada para recibir placer sexual, es decir, se busca el placer por sí mismo y no como una consecuencia; separando las finalidades de las relaciones sexuales de procreación y unión.
2. Masturbación. Se entiende por masturbación la excitación de los órganos genitales a fin de obtener un placer venéreo. [2] El fenómeno de la masturbación es un fenómeno común, estadísticamente común, que no es lo mismo que norma o correspondientemente a la naturaleza humana [3].
3. Fornicación [4]. La fornicación es la unión carnal entre un hombre y una mujer fuera del matrimonio. Es decir, cuando hay relaciones prematrimoniales o aquellas parejas que viven en unión libre.
4. Pornografía. Ahora todos lo medios de comunicación (televisión, teatro, prensa y cine) nos ofrecen abiertamente escenas pornográficas, son escenas comunes que podemos ver en cualquier lugar y a cualquier hora. Pero no por esta razón es algo normal y bueno para la persona.
5. Prostitución. La prostitución es la relación sexual en la que media el dinero como motivo y se realiza con más de una persona.[5] Atentando contra la dignidad de la persona que se prostituye, puesto que queda reducida a placer venéreo que se saca de ella.[6]
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[1] PIEPER, Josef; Las virtudes fundamentales; Ediciones Rialp; Madrid; 1980; p. 241.
[2] Catecismo de la Iglesia Católica; no. 2352
[3] TREVIJANO, Pedro; Madurez y sexualidad; Ediciones Sígueme; Salamanca; 1994; p. 106
[4] Catecismo de la Iglesia Católica; no. 2353
[5] TREVIJANO, Pedro; Madurez y sexualidad; Ediciones Sígueme; Salamanca; 1994; p. 163.
[6] Catecismo de la Iglesia Católica; no. 2354
Fuente: almas.com.mx
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