* «El hombre que se ha entregado a tanta pornografía, es casi como si tuviera estos ‘lentes porno’. Ni siquiera puede mirar a la mujer, excepto a través del lente de la lujuria. La castidad es la virtud de la pureza de mi corazón, de mi palabra, de mis ojos, de mi intención, de mi vestimenta, de mi conducta, de toda mi persona. Y el corazón de una mujer puede notar la diferencia. Por eso la curación es necesaria. Deleitamos nuestros ojos con la lujuria con la pornografía, pero lo que nuestros ojos realmente necesitan es contemplar el Cuerpo de Cristo. Rocía tu habitación con agua bendita, lleva una medalla milagrosa, un crucifijo, lleva un Rosario en el bolsillo. Reza. Esto es lo que deberíamos estar haciendo. Lo básico»
La entrevista a Jason Evert de ACI Prensa y EWTN
Camino Católico.- El reconocido autor y conferencista católico estadounidense Jason Evert explica que el único antídoto en contra de la epidemia mundial de adicción a la pornografía es la oración y la castidad, que “te libera para amar y te libera para saber si estás siendo amado auténticamente” y recurrir constantemente a los sacramentos. Recibir la Eucaristía, asegura, es “el mayor antídoto” ante la adicción, porque de allí provienen todas las gracias necesarias para afrontar “este largo viaje”. “Pasa tiempo ante el Santísimo Sacramento, porque deleitamos nuestros ojos con la lujuria con la pornografía, pero lo que nuestros ojos realmente necesitan es contemplar el Cuerpo de Cristo, para comenzar a sanar esos recuerdos”, enfatiza.