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lunes, 16 de septiembre de 2024

Rosa María Ramírez, embarazada de su hija que iba a morir, rezó al padre Moisés Lira que propició el milagro que le ha proclamado beato y ahora Lissette Sarahi tiene 20 años

 

Lissette Sarahi, que ahora tiene 20 años, sobrevivió por el milagro del beato Moisés Lira Serafín, junto a ella en una fotografía

* «Casualmente, cuando vi un tríptico del padre Moisés Lira Serafín, leí por la parte trasera del mismo que estaba redactado un testimonio de un milagro en una joven atribuido a su intercesión… A partir de ese momento, yo le empecé a rezar durante 9 días consecutivos por medio de la oración de intercesión que ahí en el tríptico venía. Y este caso, fue así. Afortunadamente, con un desenlace hermoso y positivo, pues hoy la bebé es una señorita de 19 años que estudia diseño digital y sigue estando perfectamente saludable. Esta situación me acercó más a Dios que me ha llevado a través de muchas situaciones difíciles; entre ellas, y muy significativa, este problema de salud de mi hija durante mi complicado embarazo. Todo esto me ha llevado con tanto amor a querer conocerle, a amarle, a estar aquí y creer en Él por convicción. Desde entonces, he sentido esa relación con Dios más estrecha. Hoy sé que Él tiene el control de todas las cosas. Dios es mi Padre y mi Madre, y siempre hará y me dará lo que mejor me convenga, porqué Él es todo amor»

Vídeo de Desde la Fe en el que Lissette Sarahi, que ahora tiene 20 años, su madre Rosa María Ramírez y su padre cuentan el milagro del beato Moisés Lira Serafín

Camino Católico.-  El diagnóstico era hidropesia fetal, y los doctores recomendaban el aborto en el quinto mes de embarazo porque es una grave dolencia que a menudo ocasiona la muerte del bebé poco antes o después del parto.  De sobrevivir, es normal que el nacido presente daños de orden cerebral o genético, así como la aparición de patologías complejas. Los papás desafiaron esa recomendación y decidieron pedir la intercesión del hoy beato Moisés Lira Serafín. El Cardenal Marcello Semeraro, Prefecto del Dicasterio de la Causas de los Santos de la Santa Sede, ha beatificado al padre Moisés Lira Serafín, en la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe en México, el sábado 14 de septiembre de 2024. Esta es la historia de Lissette Sarahi, la bebé milagro que hoy tiene 20 años de edad, estudiante de diseño digital, que cuenta su historia junto a sus padres en el vídeo de Desde la Fe.

Rosa María Ramírez, embarazada de Lissette Sarahi, cuando su hija tenía que morir pidió el milagro y rezó una novena


Lissette Sarahi, en el centro de la imagen, junto a sus padres


Al c
onocer el diagnóstico, en el seno de esta familia de San Felipe en Guanajato (México), Rosa María Ramírez Mendoza, que estaba embarazada de Lissette se abrazó a Dios y se apoyó fuertemente en la oración. Sin embargo, llegó a ese punto de una forma curiosa, según cuenta:

“Desde un principio mis oraciones al padre Moisés las hice yo en lo secreto, en lo privado, y nunca involucré a nadie. De hecho, lo di a conocer diez años después, específicamente cuando empezó públicamente el proceso de beatificación del sacerdote. En la actualidad recomiendo vivamente la oración y encomiendo a varias personas a pedir su intercesión ante Dios; aunque creo que, finalmente, cada uno decide a quién recurrir para alcanzar un favor divino.

Dicen que no hay coincidencias en la vida. Fíjese que ahora recuerdo que en mis problemas de la vida que yo consideraba ‘grandes’, nunca me gustaba contarle mis problemas a alguien conocido, ni a mis familiares. Yo buscaba a alguien que no me conociera.

Casualmente, cuando vi un tríptico del padre Moisés Lira Serafin, leí por la parte trasera del mismo que estaba redactado un testimonio de un milagro en una joven atribuido a su intercesión… En mi desesperación y necesidad, pensé, y le dije: ‘Yo no lo conozco, padre; ¡pero, usted la va a ayudar! Hoy pienso que quizá suena mal, o incluso en tono exigente, pero vi que si él abogó por esa persona, ¡por qué no podría hacerlo también conmigo.

A partir de ese momento, yo le empecé a rezar durante 9 días consecutivos por medio de la oración de intercesión que ahí en el tríptico venía.

Tal vez él haya pensado: ‘A esta mujer le gusta recurrir a quien no conoce’”. Y este caso, fue así. Afortunadamente, con un desenlace hermoso y positivo, pues hoy la bebé es una señorita de 19 años que estudia diseño digital y sigue estando perfectamente saludable.

Y fue algo curioso, porque esa hoja, el tríptico, estuvo durante años en mi casa y nunca le presté tanta atención como esa tarde.

Hoy le pido al padre Moisés Lira Serafín que nos ayude a buscar y conseguir paz interior y personal primero, para que así podamos ver al prójimo como lo que es: nuestro hermano. Y de esta forma poder hacer de nuestro entorno un hogar, un lugar en el que todos se sientan seguros, amados y respetados.

Les diría a las madres cuyos hijos sufren una enfermedad rara o gran dificultad que pese al diagnóstico que reciban, siempre se abandonen en Dios, pues no hay un lugar más seguro para depositar nuestros miedos, preocupaciones y angustias.

A través de los siglos, Dios ha hecho infinitos milagros. La biblia nos narra muchísimos, pero muchas veces nuestra lejanía o poco conocimiento de ese Dios de amor y misericordia nos hace andar como ciegos sin saber adónde ir, pretendiendo confiar únicamente en nuestras propias fuerzas.

Les invitaría a abandonarse siempre en su voluntad. Y si sentimos que no obtenemos la respuesta que esperamos, en muchas ocasiones es porque Él tiene otros planes mejores que, aunque nos cueste creer o aceptar, ¡siempre serán para un bien mayor!.

Definitivamente sí que esta situación me acercó más a Dios. Mis padres me criaron en la religión católica, quizá por tradición. Uno va imitando acciones y costumbres: Pero, Dios me ha llevado a través de muchas situaciones difíciles; entre ellas, y muy significativa, este problema de salud de mi hija durante mi complicado embarazo.

Todo esto me ha llevado con tanto amor a querer conocerle, a amarle, a estar aquí y creer en Él por convicción. Desde entonces, he sentido esa relación con Dios más estrecha, y aunque en ocasiones retrocedo, porque en el momento de las pruebas no es fácil lanzarse en un salto de la fe, siempre recuerdo en especial ese milagro obrado en mi hija.

Hoy sé que Él tiene el control de todas las cosas. Dios es mi Padre y mi Madre, y siempre hará y me dará lo que mejor me convenga, porqué Él es todo amor”.

Rosa María Ramírez Mendoza, madre de Lissette Sarahi

Lissette Sarahi, cuando era pequeña, sanada por intercesión del beato Moisés Lira Serafín

Lissette Sarahi, protagonista de la curación inexplicable: “Me gusta ser consciente de lo sucedido, un milagro. Soy el ejemplo vivo de que Dios existe”

Lissette Sarahi estaba en gestación cuando ocurrió el milagro, pero en algún momento conoció sobre la intercesión del padre Moisés Lira en su vida. Consultada con respecto a lo que pensó cuando supo lo ocurrido, comenta que “realmente fue una conversación normal en mi familia en mi vida desde el principio”.

No obstante, señala: “Tal vez por mi edad tan corta no sabía realmente la magnitud de lo que significaba no estar en este mundo, pero conforme he ido creciendo me doy cuenta de que es algo excepcional”.

Hoy, “me gusta ser consciente de lo sucedido y que el que esté aquí no es solo ‘una coincidencia’. En mi familia desde un principio se sabía que era un milagro y ahora el mundo también lo sabrá gracias a Dios. Soy el ejemplo vivo de que Dios existe. Y decirlo en voz alta es algo fuerte para mi porque yo me siento indigna, porque soy una joven que ha tenido crisis de fe, que he dudado y he dado pasos en falso muchas veces”, subraya Lissette Sarahi.

Afortunadamente, en la actualidad Lissette Sarahi sigue siendo una joven perfectamente saludable. Como otros chicos de su edad, tiene metas, sueños y anhelos. Actualmente es estudiante de diseño digital y además, con ayuda de su familia, ha continuado estudios de animación, un área competida en la que muestra grandes habilidades.


Actualmente, Lissette tiene 20 años de edad. Foto: Alfredo Márquez / DLF

“Mi sueño realmente radica en dedicarme al arte en general. Quiero ser ilustradora digital. Amo dibujar y espero hacerlo todo lo que me sea posible. Como es evidente, me gusta darme a notar, expresarme a mí misma ya no solo en lo que plasmo en el papel, sino también a través de la personalidad”.

De acuerdo con su madre, el milagro los unió más a Dios, a quien diariamente le agradece en oración por la generosa intervención.


 El sacerdote mexicano Moisés Lira Serafín ha sido proclamado beato

¿Quién es el beato Moisés Lira Serafín?

El padre Moisés Lira Serafín, nacido en Puebla (México) en 1893, tiene una cohorte de devotos entre el pueblo mexicano e hispano: durante años, fue el principal consuelo de enfermos, presos y especialmente de perseguidos, pues en plena revolución anticristiana se dedicaba a llevar la Eucaristía y los sacramentos a los hogares de sus paisanos.

Vivió de lleno parte de la persecución desarrollada entre 1926 y 1929, salvo el tiempo que pasó en Roma. En México dedicaba mucho tiempo al confesionario, donde aconsejaba y orientaba a la vez con exigencia y ternura, dejando actuar a Dios y animando al compromiso apostólico.

En su templo de la Merced fundó un Centro Eucarístico de niños acólitos, una Asociación San Crispín (para zapateros y curtidores), una Congregación Mariana para señoritas y niñas y dos Centros de Catecismo, el Apostolado de la Cruz y la Familia del Espíritu Santo.

En 1934 fundó la congregación de Misioneras de la Caridad de María Inmaculada, que hoy tienen comunidades en Guatemala, Chile, EEUU, Perú, Nicaragua, Kenia y Roma (además de México).

La causa de beatificación del padre Moisés empezó en el año 2000, y en 2013 el Papa Francisco firmó el decreto que reconocía sus virtudes heroicas. Sin embargo, no fue hasta el 14 de diciembre de 2023 que fue reconocido formalmente el milagro que sucedió hace 19 años y que lo ha proclamado beato el 14 de septiembre de 2024.

domingo, 1 de septiembre de 2024

Brenda Lorena García, actriz de escenas peligrosas, es católica en Hollywood: «Dios me curó de muchas heridas, me dio nueva vida y ahora la vivo para Cristo»


Foto: Cortesía de Lorena Brenda García

* «Yo nomás soy un instrumento, y ésa es mi misión: ayudar a que el mundo venga a reconocer a Dios… Yo oro por todos. Pero rezo especialmente cuando estoy en el set, en el trabajo. No solo pido para que Dios los proteja, sino por su conversión. Trato de ya no hablar tanto, si el Espíritu Santo no me llama a hablar. Más bien prefiero vivir el amor, pues es lo que atrae al mundo»

Camino Católico.-  Brenda Lorena García, hija de padres salvadoreños, nació y creció en Los Ángeles, California. Estudió periodismo, y luego una maestría en psicología y consejería. Hoy es actriz de doblaje y lleva la fe católica a los sets de Hollywood. Brenda reconoce que en Hollywood "hay mucho pecado, muchos masones y satánicos que hacen cosas malas y crueles para recibir más poder y dinero, y para manipular a ciertas personas a fin de influir en la cultura de maneras horribles. Por eso el Señor me ha puesto en donde estoy, como a los demás actores católicos, pues si no hay soldados de Dios en esos lugares, ¿quién va a pelear para Él? Él nos escogió para esta batalla" reflexiona en Aleteia entrevistada por Jesús V. Picón.

Trabajó un tiempo en un noticiario de Telemundo, y de ahí pasó al cine, participando como doble de riesgo; es decir, haciendo las escenas de acción. Estuvo en Rápidos y Furiosos 10, Avatar 2, Transformers 5, Ant-Man y la Avispa, El escuadrón suicida de DC Comics, y muchas otras películas. La más reciente es Aarón y el crayón morado, en la que hace todo el doblaje de acción para un personaje infantil llamado Mel, así como una escena en helicóptero sustituyendo a otro niño. Ha sido doble de acción de numerosos infantes y adolescentes, "porque soy de poca estatura". Por ejemplo, dobló por dos años a Jenna Ortega, actriz del film La Familia Adams. 



Foto: Cortesía de Lorena Brenda García

Profesión sin fama y orar por todos 

Para poder realizar sus riesgosas escenas en cinematografía, Brenda debe ejercitarse a diario: "Corro, hago boxeo, muay-thai, jiu-jitsu brasileño y crossfit. Me mantengo saludable, como bien y tomo vitaminas".


Sin embargo, los aplausos no se los lleva Brenda, sino los actores que ella dobla, pero no le afecta: "Yo no quiero ser famosa. Sin embargo, mucha gente sí conoce quién soy, sobre todo en el mundo católico. Yo oro por todos. Pero rezo especialmente cuando estoy en el set, en el trabajo. No solo pido para que Dios los proteja, sino por su conversión. Trato de ya no hablar tanto, si el Espíritu Santo no me llama a hablar. Más bien prefiero vivir el amor, pues es lo que atrae al mundo".

Brenda busca que miren a Jesús o a María en reflejados en ella. "Yo nomás soy un instrumento, y ésa es mi misión: ayudar a que el mundo venga a reconocer a Dios". Y añade: "La Gracia mueva montañas, y ahora mucha gente en Hollywood se está haciendo católica, se están bautizando. Estrellas como Shia LaBeouf, Mark Wahlberg o Rusell Brand se están haciendo católicos; ellos ya conocen lo que es tener mucho dinero y mucha fama, y ya vieron que eso no es la respuesta de la felicidad, sino Dios". 


Foto: Cortesía de Lorena Brenda García

Prueba purificadora 

Brenda siempre ha sido católica: "He amado a Dios desde los tres años. Pero en el pasado, no lo conocía como lo conozco ahora (...) Tuve que pasar por mucho sufrimiento para vivir una re-conversión. Romanos 8, 28 fue realidad en mi vida, porque todo me sirvió para bien. Dios me curó de muchas heridas, y me dio nueva vida, y ahora la vivo para Cristo".

Por ejemplo, cuenta el momento en el que Dios la rescató de una depresión profunda enviándole diversas gracias.

"Estuve a punto de casarme con un muchacho con el que anduve por 7 años. Teníamos casa y todo juntos; yo ya tenía mi vestido de boda, pero en ese tiempo él tuvo un bebé con otra mujer".

El engaño la llevó a depresión por casi dos años, y perdió peso radicalmente: "Ya no quería vivir". Pero Dios la rescató enviándole diversas Gracias: ayuda en la línea telefónica de prevención del suicidio, amigos que le dieron un lugar dónde quedarse para no estar sola, entre muchas otras cosas.

"En esos dos años el Señor me fue cambiando; me abrió los ojos para ver el pecado, pero también lo bueno que cada uno posee; me purificó. Ahora voy a Misa todos los días en la mañana, y rezo la Coronilla de la Divina Misericordia a las tres de la tarde, porque yo quiero vivir para Dios". 

martes, 27 de agosto de 2024

Zbigniew Kowalski, científico y oncólogo: «La vida de Dios murió en mí por adicción al pecado de incredulidad, pero al leer la Biblia Dios me tocó con su amor. En un segundo, pasé de ser ateo a creyente»


* «Abrí la Biblia en el Libro del Génesis, me puse a leer y luego, de repente... Lo escuché. No con los oídos, sino dentro de mí mismo. ¡Fue increíble! Esta voz era fuerte como una campana, decidida, masculina y al mismo tiempo llena de amor. Mis ojos se movían sobre las palabras de la Escritura y la voz las repetía en mí. Cuando me detuve, Él también dejó de hablar, y cuando yo comencé, Él habló de nuevo. Supe que estas palabras fueron dichas por Alguien personalmente a mí. Como si fuera un padre para su hijo amado. Alguien vivo y real, que creó todo el universo, toda la creación, y ahora habla con la pequeña mota en este cosmos como si fuera un niño amado. De repente, tuve algo así como una epifanía. Una luz extraña inundó mi corazón, y en él apareció la alegría, el amor, la paz y la felicidad. Dios me tocó con su amor. Creí y me enamoré de Él como un niño pequeño de su papá. En un instante, me llené de luz, alegría y felicidad. La gracia de Dios me inundó y resucité a la vida»

Camino Católico.- El científico y oncólogo polaco Zbigniew Kowalski nació hace 68 años en el seno de una familia católica que no practicaba la fe. De niño creía en Dios, pero su fe no logró echar raíces. Fue bautizado, recibió su Primera Comunión, y todo se detuvo allí. Después de eso, no hubo sacramentos ni asistencia a misa, la oración diaria era casi inexistente. Dejó de asistir a clases de religión. Decidió manejar su propia vida. "Decidí ser independiente de Dios y de las personas y decidir por mí mismo lo que es bueno y lo que es malo. Me pareció entonces que Él me impedía ser feliz según mi ‘receta de felicidad’", cuenta el evangelizador a Niedziela.

Reconoce que esa particular receta consistía “en ganar tres cosas en la vida: los placeres sensuales, los que resultan de tener bienes materiales y también exaltarse a sí mismo por encima de los demás, es decir, el poder, la propia gloria y fama. Me entregué por completo a estos tres ídolos", comparte.

El camino hacia esta felicidad mundana resultó ser engañoso. Al quitarle lentamente la libertad interior, hizo al hombre esclavo del pecado. "Empecé a sentir que mi vida no tenía sentido. El amor y los restos de la fe murieron en mí. La vida de Dios murió en mí. Me convertí en un zombi, un cadáver andante. Alguien que parece comer, beber, hablar, pero está muerto", recuerda Zbigniew.

En su vida había placeres, estudios, un buen trabajo, dinero, empeño por formar una familia, una carrera profesional, el reconocimiento entre la gente, la fama local. Así que debería estar feliz… después de todo parecía haber triunfado. "Estaba completamente decepcionado. No encontré felicidad, solo placeres efímeros y una constante inquietud del corazón. Caí en el círculo vicioso del pecado. No era una adicción típica a algo, sino una adicción al pecado de la incredulidad, la falta de amor a Dios, la idolatría basada en la adoración de uno mismo y de las propias concupiscencias. Por fuera, todo estaba bien, pero en mi corazón había vacío y muerte".





Resucitado a la vida

A los 30 años, por curiosidad, se topó con la Biblia y nada más empezar a leerla quedó prendado. Escuchó la voz de Dios … "Abrí la Biblia en el Libro del Génesis, me puse a leer y luego, de repente... Lo escuché. No con los oídos, sino dentro de mí mismo. ¡Fue increíble! Esta voz era fuerte como una campana, decidida, masculina y al mismo tiempo llena de amor. Mis ojos se movían sobre las palabras de la Escritura y la voz las repetía en mí. Cuando me detuve, Él también dejó de hablar, y cuando yo comencé, Él habló de nuevo. Supe que estas palabras fueron dichas por Alguien personalmente a mí. Como si fuera un padre para su hijo amado. Alguien vivo y real, que creó todo el universo, toda la creación, y ahora habla con la pequeña mota en este cosmos como si fuera un niño amado. De repente, tuve algo así como una epifanía. Una luz extraña inundó mi corazón, y en él apareció la alegría, el amor, la paz y la felicidad. Dios me tocó con su amor. En un segundo, pasé de ser ateo a creyente. Creí y me enamoré de Él como un niño pequeño de su papá. En un instante, me llené de luz, alegría y felicidad. La gracia de Dios me inundó y resucité a la vida".


Su nombre -Zbigniew-, de origen eslavo, significa en español "el que fue liberado de la ira" y en efecto al recibir el don de la fe es lo que ocurrió en su alma. "En Jesús encontré el sentido y el amor de mi vida. Le confié completamente mi cuerpo y mi alma, mi mente y mi libre albedrío, mi familia y todas las esferas de la vida. Comencé a leer y meditar en las Sagradas Escrituras todos los días. Encontré un libro de oraciones y comencé a recordar oraciones olvidadas hace mucho tiempo. Regresé a la Iglesia y a los sacramentos. He aceptado con alegría la gracia de la fe y sigo colaborando con ella. Trato de multiplicarlo, usando la prescripción de los Hechos de los Apóstoles: permanecer en comunicación cotidiana con Jesús (Hch 2, 42). Desde el momento de mi conversión, mi corazón se aferró a Él. Lo he agarrado y lo he estado sosteniendo hasta el día de hoy", concluye Zbigniew Kowalski.

La historia de Zbigniew Kowalski muestra que "nada es imposible para Dios" y donde el pecado abunda, la gracia desborda aún con mayor abundancia. En 2003 Zbigniew fundó la Comunidad de Evangelización AGUA VIVA en la parroquia de Nuestra Señora Reina de Polonia en Mława, con la que ha realizado más de 60 retiros en Polonia y en el extranjero. Ha proclamado la Buena Nueva a muchos extranjeros, paganos y seguidores de otras religiones. Más de la mitad de ellos aceptaron la gracia de la fe y la conversión, reconociendo a Jesús como su Señor y Salvador.

Maree Ataya «llevaba una vida salvaje de sexo, drogas y rock hasta que dije: `Por favor, Dios, sácame de esta situación. Jesús, quiero entregarte mi vida’. Y tuve un encuentro increíble con Él»


* «Utilizo mi trabajo para evangelizar. Ha sido una verdadera oportunidad de compartir mi fe. Y eso es un regalo para mí, porque mi mayor deseo es ver a nuestros jóvenes encontrar el sentido de la vida. Estaré eternamente agradecida con Dios. Ha habido muchos giros, vueltas y muchos callejones aparentemente sin salida, pero por medio de la fe Dios cambia todo para su gloria y para nuestra bendición»

Camino Católico.-    Como una de las principales suministradoras de publicaciones y artículos católicos en Australia, la Mustard Seed Bookshop es toda una referencia en la archidiócesis de Sídney. Las presentaciones, envíos y clientes son atendidos desde cada mañana por Maree Ataya, una afable mujer nacida en los 70 y entregada por completo a la evangelización juvenil junto con su esposo, Atef. Lo que no todos saben es que Maree no siempre se presentó como la amable librera y hermana en la fe que hoy ven en ella.

Antes, su día a día también se desarrollaba en un local, pero en lugar de una librería diocesana era un pub reconocible por el estruendo de icónicas estrellas de la escena musical como los Midnight Oil o The Angels. Como relató recientemente a la archidiócesis, para ella "todo era sexo, drogas y rock". Y la fe vino a cambiarlo todo.

Un estilo de vida salvaje

Criada en las soleadas playas de Sídney en una familia católica como más pequeña de nueve hermanos, recuerda  que todos fueron criados en la fe, pero conforme pasó el tiempo, la piedad mutó en una precoz vida de excesos. "Nos criaron en la fe, pero a medida que crecimos, mis hermanos y hermanas mayores se volvieron totalmente salvajes", comenta.

Su hermano mayor, "como un padre" para ella, abrió el camino al volverse adicto a la heroína. Para cuando entró en la adolescencia, la familia al completo había abandonado la práctica religiosa. Aunque nunca abandonó por completo la Iglesia, el alcohol, el consumo de drogas ocasionales y "un estilo de vida bastante salvaje" se convirtieron en su nueva norma de vida. Maree "era una niña salvaje de los años 70".


Maree, en su etapa de `vida salvaje´

De jueves a domingo, el pub era su hogar. Pero cuando acababan las noches de exceso, "estar borracha o drogada" no era impedimento para entrar a la parroquia, en la misma calle que el bar. "Era sincera, estaba buscando y le pedía a Dios que me ayudara", comenta. En una de esas ocasiones, recuerda, "me acerqué a Él y le dije: `Por favor, Dios, sácame de esta situación´".

El encuentro con Jesús y la llamada a evangelizar

Poco después conoció "casualmente" a un joven que se preparaba para el sacerdocio y le invitó a un evento con miles de jóvenes católicos. Al ir, quedó impactada, viendo como "a algunas chicas les brillaba el rostro y había algo diferente en ellas".

Y entonces rezó de nuevo: "Jesús, quiero entregarte mi vida".

Lo siguiente que recuerda son las palabras de uno de los ponentes evangelizadores, como si fuese la respuesta que esperaba. "Todo lo que tienes que hacer es clamar a Dios para que te salve y te ayude".

Y así lo hizo, quedando completamente rendida a su redescubierta fe, empezando a ser consciente de que ese paso supondría "cambiar, dejar ir a mis amigos, mi estilo de vida y mi ego".

"Tuve un encuentro increíble con Dios. ¡Nadie me había dicho nunca que podía encontrarme con Él! Sentí una alegría increíble e inexplicable porque era como si me quisiera de todas formas, sin importar lo que pasara. Jesús cambió totalmente mi vida", menciona.

Cuando despertó al día siguiente, recuerda que "todo era más brillante" y lo veía todo "como si tuviera ojos nuevos", comparando su experiencia a la de una "luna de miel, como si me hubiese enamorado". Con la fuerza del converso, fue consciente de que "muchos jóvenes no sabían que Jesús quiere que le encontremos, empoderarnos y cambiarnos" y sintió un llamado a dedicar su vida a evangelizar.

Su nueva fe la llevó a unirse al incipiente Youth Mission Team, un vigoroso apostolado radicado en Australia próximo a cumplir 40 años de misión. Entonces eran los años 80, cuando también conoció a Atef Ataya, su actual esposo, con quien tuvo tres hijos y con el que siempre compartió su pasión por evangelizar.

“Como madre, fui parte de la comunidad escolar y solía invitar a la gente a los eventos que organizábamos. Dirigí un grupo de oración de mujeres en la parroquia y teníamos varios programas a los que también animaba a venir", menciona.


Maree, en el centro, con su marido Atef y sus hijos

Pasadas las décadas, su compromiso evangelizador persiste. Actualmente lo desarrolla desde la Mustard Seed Bookshop, una de las librerías católicas más relevantes del país adscrita a la archidiócesis de Sídney y regentada por su marido, donde se ofrecen recursos para profundizar en el discipulado de los católicos y la evangelización.

"Utilizo mi trabajo para evangelizar. Ha sido una verdadera oportunidad de compartir mi fe. Y eso es un regalo para mí, porque mi mayor deseo es ver a nuestros jóvenes encontrar el sentido de la vida. Me encanta trabajar aquí, sinceramente, siento que he encontrado mi lugar", detalla.

Concretamente dedica sus esfuerzos a los que, como lo fue ella, son considerados "niños salvajes" y espera que, "como Iglesia, abramos espacio para las personas que regresan a nuestra fe".

"Estaré eternamente agradecida con Dios. Ha habido muchos giros, vueltas y muchos callejones aparentemente sin salida, pero por medio de la fe Dios cambia todo para su gloria y para nuestra bendición", concluye.

Se puede escuchar su historia en inglés, en el siguiente vídeo: 

lunes, 26 de agosto de 2024

Belkız era musulmana, a los 15 años se hizo atea hasta que Cristo la convirtió al catolicismo: «No elegí a Dios, Él me eligió a mí. Lo que más me impresiona es el amor infinito del Señor Jesús por nosotros»


* «He ganado mucho en mi camino de fe a través de la Biblia: ‘Amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y templanza’ (Gal 5,22-23). ‘Dios nos ofrece a todos un tesoro. Todo lo que tenemos que hacer es aceptarlo. Y Dios demuestra su amor por nosotros en esto: mientras aún éramos pecadores, Cristo murió por nosotros’ (Rom 5,8)»

Camino Católico.-  Nacida hace 61 años en una familia musulmana en Turquía, Belkız fue la primera hija después de dos hijos varones. De niña, iba a la mezquita y leía el Corán en árabe, pero dice que no lo entendía. Después de leer libros de filosofía materialista en su juventud, se volvió atea a los 15 años.

Belkız (cuyo apellido se omite por razones de privacidad) le explica a ACI Mena —agencia de noticias en árabe de EWTN News—, que después de graduarse de la universidad se convirtió en profesora de literatura y leía libros constantemente. A los 28 años, leyó el libro de Turan Dursun Esto es religión. (Dursun, un ex musulmán chiíta y erudito que se convirtió en ateo, fue asesinado debido a lo que escribió sobre el islam y la religión. Su libro critica los libros religiosos, principalmente el Corán).

Belkız no podía creer lo que leía, así que compró un Corán en turco y lo leyó. Luego, con la Biblia sucedió lo siguiente: compró una en la Feria del Libro de Esmirna y fue invitada a ver una película en una iglesia protestante sobre la vida de Jesús basada en el Evangelio de Lucas.

Ver la película cambió por completo su forma de pensar sobre Dios. La historia bíblica que más la conmovió fue la oración del publicano y el fariseo en el Templo. Aquí vio su propio pecado. Porque, al igual que el fariseo, estaba tan segura de su propia rectitud que experimentó su primera vergüenza ante Dios. “Ama a tus enemigos” se convirtió en su guía. Al final de la película, Belkız oró con todo su corazón: "Señor, por favor entra en mi vida, dejo mi vida en tus manos, haz conmigo lo que quieras".

Después de eso, fue a la iglesia protestante todos los domingos, leía la Biblia regularmente y siempre asistía a las reuniones de oración. Fue bautizada y vivió feliz en una relación viva con Dios.

Luego, un domingo durante un servicio en la iglesia en 2005, una persona joven que estaba tomando pan y vino en la mesa del Señor tomó el pan, puso la corteza en su boca y apretó el interior del pan en la palma de su mano. Cuando Belkız vio esto, se sintió incómoda porque sintió como si el cuerpo del Señor hubiera sido herido. Habló con un amigo protestante al respecto. Este último le indicó que estaba bien porque “realmente no es el cuerpo del Señor, lo hacemos en memoria; los católicos realmente creen que es el cuerpo de Cristo”.

Después de eso, buscó la Iglesia Católica y ha sido católica desde entonces.


Después de tomar clases de Catecismo, fue confirmada como católica el 25 de abril de 2011 y cambió la religión en su certificado de nacimiento de musulmana a cristiana.

“No elegí a Dios, Él me eligió a mí. Lo que más me impresiona del cristianismo es el amor infinito del Señor Jesús por nosotros. He encontrado a mi mejor amigo y a mi amante más hermoso”, contó Belkız.  

Cuando se le preguntó si tenía miedo de la persecución como cristiana, sonrió: “Cuando Jesús fue traicionado, su discípulo Pedro negó a Jesús tres veces. Porque tenía miedo. Pero el mismo Pedro, después de recibir el Espíritu Santo, difundió el Evangelio desde Jerusalén hasta Italia y cuando iba a ser crucificado, dijo: ‘No soy digno de morir, Señor’, y fue crucificado [al revés]”.

Belkız también asegura que “he ganado mucho en mi camino de fe a través de la Biblia: ‘Amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y templanza’ (Gal 5,22-23). ‘Dios nos ofrece a todos un tesoro. Todo lo que tenemos que hacer es aceptarlo. Y Dios demuestra su amor por nosotros en esto: mientras aún éramos pecadores, Cristo murió por nosotros’ (Rom 5,8)”, agrega Belkız.