* «San Agustín dice que ‘Creyó María, y se hizo realidad en ella lo que creyó’ (Sermón 215, 4). El don de la plenitud de gracia, en la joven de Nazaret, pudo dar fruto porque ella, en su libertad, lo acogió abrazando el proyecto de Dios. El Señor siempre actúa así: nos concede grandes dones, pero nos deja libres para aceptarlos o no. Por eso Agustín añade: ‘Creamos también nosotros para que pueda sernos igualmente provechoso lo hecho realidad [en ella]’ (ibíd.)»
Vídeo completo de la transmisión en directo de Vatican News traducido al español con las palabras del Papa en el Ángelus
* «El milagro que para María sucedió en su concepción, para nosotros se renovó en el Bautismo: lavados del pecado original, hemos sido hechos hijos de Dios, morada suya y templo del Espíritu Santo. Y como María pudo acoger en sí misma a Jesús y darlo a los hombres por una gracia especial, así «el Bautismo permite a Cristo vivir en nosotros y a nosotros vivir unidos a Él»
8 de diciembre de 2025.- (Camino Católico) En la Solemnidad de la Inmaculada Concepción, las decenas de miles de fieles, en la plaza de San Pedro, volvieron a escuchar un mensaje del Papa León XIV que resuena con fuerza en un mundo sediento de sentido: María, concebida sin pecado, es el primer destello de la salvación ofrecida por Dios a la humanidad: «Maravilloso es el «sí» de la Madre del Señor, pero también puede serlo el nuestro, renovado cada día con fidelidad, gratitud, humildad y perseverancia en la oración y en las obras concretas de amor, desde los gestos más extraordinarios hasta las tareas diarias y los servicios más cotidianos, para que Jesús sea conocido, recibido y amado en todas partes, y su salvación llegue a todos».
El Papa en su alocución previa al rezo mariano ha recordado que la Virgen fue «inmune enteramente de la mancha del pecado original», según la definición proclamada por el beato Pío IX en 1854. Pero más allá del aspecto doctrinal, la celebración subraya el significado vital y profundamente humano del dogma: María recibió un corazón totalmente puro para acoger el mayor de los milagros, la llegada de Cristo como luz para un mundo herido. En el vídeo de Vatican News se visualiza y escucha la meditación del Santo Padre traducida al español, cuyo texto completo es el siguiente:
SOLEMNIDAD DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN DE LA BIENAVENTURADA VIRGEN MARÍA
PAPA LEÓN XIV
ÁNGELUS
Plaza de San Pedro
Lunes, 8 de diciembre de 2025
Queridos hermanos y hermanas, ¡feliz fiesta!
Hoy celebramos la solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María. Expresamos nuestra alegría porque el Padre Celestial la quiso «íntegramente inmune de la mancha del pecado original» (cf. Beato Pío IX, Const. ap. Ineffabilis Deus, 8 diciembre 1854), llena de inocencia y santidad para poder confiarle, para nuestra salvación, «a su Hijo único […] amado como a sí mismo» (ibíd.).
El Señor concedió a María la gracia extraordinaria de un corazón totalmente puro, en vista de un milagro aún mayor: la venida al mundo, como hombre, de Cristo Salvador (cf. Lc 1,31-33). La Virgen lo supo, con el asombro propio de los humildes, por el saludo del ángel: «¡Alégrate!, llena de gracia, el Señor está contigo» (v. 28) y con fe respondió su «sí»: «Yo soy la servidora del Señor, que se cumpla en mí lo que has dicho» (v. 38).
Comentando estas palabras, san Agustín dice que «Creyó María, y se hizo realidad en ella lo que creyó» (Sermón 215, 4). El don de la plenitud de gracia, en la joven de Nazaret, pudo dar fruto porque ella, en su libertad, lo acogió abrazando el proyecto de Dios. El Señor siempre actúa así: nos concede grandes dones, pero nos deja libres para aceptarlos o no. Por eso Agustín añade: «Creamos también nosotros para que pueda sernos igualmente provechoso lo hecho realidad [en ella]» (ibíd.). Así, esta fiesta, que nos hace regocijarnos por la belleza inmaculada de la Madre de Dios, nos invita a creer como ella creyó, dando nuestro generoso consentimiento a la misión a la que el Señor nos llama.
El milagro que para María sucedió en su concepción, para nosotros se renovó en el Bautismo: lavados del pecado original, hemos sido hechos hijos de Dios, morada suya y templo del Espíritu Santo. Y como María pudo acoger en sí misma a Jesús y darlo a los hombres por una gracia especial, así «el Bautismo permite a Cristo vivir en nosotros y a nosotros vivir unidos a Él, para colaborar en la Iglesia, cada uno según la propia condición, en la transformación del mundo» (Francisco, Catequesis, 11 abril 2018).
Queridos hermanos, grande es el don de la Inmaculada Concepción, pero también lo es el don del Bautismo que hemos recibido. Maravilloso es el «sí» de la Madre del Señor, pero también puede serlo el nuestro, renovado cada día con fidelidad, gratitud, humildad y perseverancia en la oración y en las obras concretas de amor, desde los gestos más extraordinarios hasta las tareas diarias y los servicios más cotidianos, para que Jesús sea conocido, recibido y amado en todas partes, y su salvación llegue a todos.
Pedimos esto hoy al Padre, por intercesión de la Inmaculada, mientras rezamos juntos con las palabras en las que ella misma, primera de todos, creyó.
Oración del Ángelus:
Angelus Dómini nuntiávit Mariæ.
Et concépit de Spíritu Sancto.
Ave Maria…
Ecce ancílla Dómini.
Fiat mihi secúndum verbum tuum.
Ave Maria…
Et Verbum caro factum est.
Et habitávit in nobis.
Ave Maria…
Ora pro nobis, sancta Dei génetrix.
Ut digni efficiámur promissiónibus Christi.
Orémus.
Grátiam tuam, quǽsumus, Dómine,
méntibus nostris infunde;
ut qui, Ángelo nuntiánte, Christi Fílii tui incarnatiónem cognóvimus, per passiónem eius et crucem, ad resurrectiónis glóriam perducámur. Per eúndem Christum Dóminum nostrum.
Amen.
Gloria Patri… (ter)
Requiem aeternam…
Benedictio Apostolica seu Papalis
Dominus vobiscum.Et cum spiritu tuo.
Sit nomen Benedicat vos omnipotens Deus,
Pa ter, et Fi lius, et Spiritus Sanctus.
Amen.
Después de la oración mariana del Ángelus el Papa ha dicho:
Queridos hermanos y hermanas.
Saludo con afecto a todos ustedes, romanos y peregrinos de Italia y de otras partes del mundo, en particular a los fieles de Molina de Segura, en España, a la Asociación cultural «Firenze in Armonia» y a los «Ragazzi dell’Immacolata». Bendigo de buen grado al grupo de Rocca di Papa y la antorcha con la que encenderán la Estrella de Navidad en la Fortaleza de esa hermosa ciudad.
Dirijo un saludo especial a los miembros de la Acción Católica Italiana, que hoy celebran en las comunidades parroquiales la Jornada de la Adhesión. Les deseo a todos una fructífera actividad formativa y apostólica, para ser testigos creíbles del Evangelio.
A ustedes, queridos romanos y peregrinos, les doy cita esta tarde en la Plaza de España, donde me dirigiré para el tradicional homenaje a la Virgen Inmaculada. A su intercesión confiamos nuestra constante oración por la paz.
Les deseo a todos una feliz fiesta a la luz de nuestra Madre celestial. Hasta pronto.
Papa León XIV
Fotos: Vatican Media, 8-12-2025




