Canten al Señor un canto nuevo,
cante al Señor toda la tierra;
canten al Señor, bendigan su Nombre,
día tras día, proclamen su victoria.
Anuncien su gloria entre las naciones,
y sus maravillas entre los pueblos.
Porque el Señor es grande
y muy digno de alabanza,
más temible que todos los dioses.
Los dioses de los pueblos
no son más que apariencia,
pero el Señor hizo el cielo;
en su presencia hay esplendor y majestad,
en su Santuario, poder y hermosura.
Aclamen al Señor, familias de los pueblos,
aclamen la gloria y el poder del Señor;
aclamen la gloria del nombre del Señor.
Entren en sus atrios trayendo una ofrenda,
adoren al Señor al manifestarse su santidad:
¡que toda la tierra tiemble ante él!
Digan entre las naciones: "¡El Señor reina!
El mundo está firme y no vacilará.
El Señor juzgará a los pueblos con rectitud".
Alégrese el cielo y exulte la tierra,
resuene el mar y todo lo que hay en él;
regocíjese el campo con todos sus frutos,
griten de gozo los árboles del bosque.
Griten de gozo delante del Señor,
porque él viene a gobernar la tierra:
él gobernará al mundo con justicia,
y a los pueblos con su verdad.
Salmo 95
Si somos de la familia de Jesús porque escuchamos sus Palabras de Vida y las ponemos en práctica tendríamos que tener un gozo que superara todo conocimiento ante la inmensidad de nuestra eterna existencia. Cada cosa que hagamos que sea para alabar a nuestro Padre Celestial. No hagamos de nuestros actos dioses para que nos admiren por nuestras apariencias.
La alegría consiste en saber que cuando cumplimos el mandamiento del Amor disminuye nuestro corazón terrenal y aumenta el eterno, el que vivirá para siempre en la misericordia de Dios.
La familia es el lugar de crecimiento emocional, sicológico y espiritual, pero siempre que nos señale el Camino, la Verdad y la Vida que esta en Cristo Jesús. En medio de su familia humana creció el Mesías. A los doce años se perdió en el templo para ocuparse de las cosas de su Padre del Cielo. Allí fue encontrado predicando a los doctores de la ley.
Seguramente si escuchas la Palabra de Dios y la pones en práctica, muchos de tu familia humana no comprenderán como no dedicas más tiempo a las urgentes necesidades cotidianas que te reclaman. Sin tiempo para el Señor en tu agenda diaria es seguro que nada fructificará. Ten la seguridad que a más penetres en el corazón de Dios, más amor y paz podrás aportar a tu familia, a tus amigos y a tus enemigos.
Un año se va y otro llega. Andamos siempre prisioneros de las cuentas mundanas y no apreciamos que estamos llamados a vivir toda la eternidad. ¿Cuántos siglos son la eternidad? Infinitos. No existe número que describa lo que no tiene fin. Aprovechemos para escribir con la gracia de Dios en cada momento un cántico nuevo en las cosas y detalles más pequeños de nuestra vida. Cada grano de mostaza del Amor del Padre sembrado en nuestro corazón crecerá como un inmenso árbol donde morar y alimentarse todos los que quieren tener Vida en Abundancia.
No olvidemos que las matemáticas para Dios tienen fórmulas muy distintas a las nuestras. en 2 Pe 3, 8, 18, se nos advierte que: "Mas una cosa no podéis ignorar, queridos: que ante el Señor un día es como mil años y, mil años, como un día." "Creced, pues, en la gracia y en el conocimiento de nuestro Señor y Salvador, Jesucristo. A él la gloria ahora y hasta el día de la eternidad. Amén."
Por eso nos ponemos ante la Santísima Trinidad hoy y cada día de nuestra vida para Orar:
Señor mi Dios, dueño del tiempo y de la eternidad, tuyo es el hoy y el mañana, el pasado y el futuro. Al terminar este año quiero darte gracias por todo aquello que he recibido de Ti.
Gracias por la vida y el amor, por las flores, el aire y el sol, por la alegría y el dolor, por cuanto fue posible y por lo que no pudo ser.
Te ofrezco cuanto hice en este año, el trabajo que pude realizar y las cosas que pasaron por mis manos y lo que con ellas pude construir.
Te presento a las personas que a lo largo de estos meses amé, las amistades nuevas y los antiguos amores, los más cercanos a mí y los que están más lejos, los que me dieron su mano y aquellos a los que pude ayudar, con los que compartí la vida, el trabajo, el dolor y la alegría.
Pero también Señor, hoy quiero pedirte perdón. Perdón por el tiempo perdido, por el dinero mal gastado, por la palabra inútil y el amor desperdiciado.
Perdón por las obras vacías y por el trabajo mal hecho, y perdón por vivir sin entusiasmo.
También perdón por la oración que poco a poco fui aplazando y que ahora vengo a presentarte, por todos mis olvidos, descuidos y silencios. Nuevamente te pido perdón.
Iniciamos un nuevo año. Detengo mi vida ante el nuevo calendario aún sin estrenar y te presento estos días que sólo "TÚ" sabes si llegaré a vivirlos.
Hoy te pido para mí y los míos: la paz y la alegría, la fuerza y la prudencia, la humildad y la sabiduría.
Quiero vivir cada día con optimismo y bondad llevando a todas partes un corazón lleno de comprensión y paz.
Cierra Tú mis oídos a toda falsedad y mis labios a palabras mentirosas, egoístas o hirientes.
Abre en cambio mi ser a todo lo que es bueno, que mi espíritu se llene sólo de bendiciones y las derrame a cada paso que doy.
Y cólmame también a mí de bondad y de alegría para que cuantos conviven conmigo o se acerquen a mí encuentren en mi vida un poquito de TI.
Danos un año feliz y enséñanos a repartir felicidad.Tu Amor nos inunde de tu presencia y nos haga sostener nuestros ojos fijos en TI.
Amén.
Nadie como San Pablo resume nuestros deseos para todos aquellos que pueblan la tierra y especialmente para quienes nos bendicen paseando, leyendo, meditando, compartiendo y orando en este espacio virtual:
"Estad siempre alegres en el Señor; os lo repito, estad alegres.
Que vuestra mesura sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca.
No os inquietéis por cosa alguna; antes bien, en toda ocasión, presentad a Dios vuestras peticiones, mediante la oración y la súplica, acompañadas de la acción de gracias. Y la paz de Dios, que supera todo conocimiento, custodiará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús." (Flp 4, 4-7)
"Que El, el Señor de la paz, os conceda la paz siempre y en todos los órdenes. El Señor sea con todos vosotros." (2 Tes 3, 16)
Que tengáis Vida ahora y siempre!!! Felices infinitos años!!!!
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