Jornada marcada por tres papas artífices de concordia
BÉRGAMO, martes, 1 enero 2007 (ZENIT.org).- El mensaje de Benedicto XVI para la Jornada Mundial de la Paz, centrado en la familia como comunidad de paz, inspiró el lema de la 40 Marcha por la Paz en Italia.
Junto al actual Papa, otros dos predecesores artífices de concordia fueron recordados en la víspera del Año Nuevo: Juan XXIII y Pablo VI.
Este año, el evento, precedido de un congreso, se celebró en la región de Lombardía y volvió al pueblo natal del beato Juan XXIII, origen también de la primera Marcha, en 1967.
El papa Benedicto, en su mensaje para la jornada del primer día del año expresa su «ardiente deseo de paz, junto con un caluroso mensaje de esperanza a los hombres y mujeres de todo el mundo».
El título de su mensaje, «Familia humana, comunidad de paz», ha inspirado una serie de iniciativas en favor de la que define como «primera forma de comunión entre personas» y ha dado argumento a otras como la Marcha de la Paz.
El Papa amplía el horizonte de su mirada a la «familia humana», «todos los pueblos», citando al Concilio Vaticano II, que «forman una sola comunidad, tienen un único origen» y también «un solo fin último, Dios».
Los organizadores de la 40 Marcha de la Paz en Italia --Conferencia Episcopal, Pax Christi, Caritas y Diócesis de Bérgamo--, dicen sobre el mensaje de Benedicto XVI que «reconocer la unidad de la familia humana es más que nunca providencial en el presente momento histórico, marcado por la crisis de las organizaciones internacionales y la presencia de graves inquietudes en la comunidad internacional».
El congreso de Pax Christi en Brescia, que precedió a la Marcha, del 29 al 31 de diciembre, analizó el tema de la «seguridad», esgrimido en ocasiones como contrapuesto a la «solidaridad».
Los ponentes reflexionaron sobre el equilibrio entre seguridad y justicia, con una relectura de la Populorum Progressio de Pablo VI, en su 40 aniversario. También trataron «la inseguridad de armarse» para estar seguros, y la relación entre seguridad y fraternidad.
La Marcha por la Paz, que partió por primera vez de Sotto il Monte, pueblo natal del beato Juan XXIII, volvió a su origen en su 40 aniversario y recordó a Pablo VI, primer Papa que celebró la Jornada de la Paz.
Ante la propuesta papal, el movimiento Pax Christi, presidido por el obispo Luigi Bettazzi, respondió lanzando un verdadero desafío: marchar en la víspera de la Jornada de la Paz, durante el frío de la noche en la que otros celebran el Fin de Año, meditando en silencio.
Seiscientos valientes hicieron los 23 kilómetros que separan Sotto il Monte de Bérgamo, con una temperatura que helaba la piel pero no el empeño por la paz.
Entre los actos que marcaron las etapas de la caminata, se incluyó una mesa redonda sobre «La familia de Abraham y la bendición de todas las gentes», en la que intervinieron: Shahrzad Houshmand, profesor de Teología Islámica en la Universidad Gregoriana de Roma; Manuela Dviri Vitali Norsa, escritora y periodista comprometida en la reconciliación de los pueblos israelí y palestino; y el padre Pierbattista Pizzaballa, custodio de Tierra Santa.
La manifestación se cerró con una celebración eucarística, presidida por el obispo de Bérgamo, monseñor Roberto Amadei, y un intercambio de augurios para el Año Nuevo.
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