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Según informa la agencia SIR, el Arzobispo de Manfredonia-Vieste-San Giovanni Rotondo, Mons. Domenico d’Ambrosio, explica que el gesto de la exhumación "se ha un gesto de
oración y de alabanza para dar gracias a Dios por habernos donado en su siervo fiel una ulterior manifestación del misterio de la cruz". El reconocimiento canónico realizado para la exhumación, explica el Prelado "responde a la histórica responsabilidad de garantizar, a través de procedimientos adecuados, una prolongada conservación del cuerpo de nuestro santo para permitir también a las generaciones que vendrán la posibilidad de venerar y custodiar sus reliquias".
Para garantizar las mejores condiciones de conservación, los restos mortales de San Pío de Pietrelcina estarán en una urna que será colocada en la cripta en la que este fraile capuchino estuvo sepultado durante 40 años; para ser venerado por los fieles.
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