(VERITAS) El próximo domingo, 27 de abril, la Iglesia celebra la Jornada de las Vocaciones Nativas, este año bajo el lema “Vocaciones Nativas, Responsabilidad de Todos”. La Obra Pontificia de San Pedro Apóstol llama la atención en esta Jornada a toda la comunidad cristiana para que preste su ayuda -a través de las aportaciones económicas y la oración-, al cuidado y florecimiento de las vocaciones en países de misión.
En este contexto, Veritas ha hablado con Rynako Inagaki -“Maria Inmaculda” según el nombre que adoptó al bautizarse-, una japonesa que debe su fe católica y su vocación religiosa a los misioneros españoles en Japón. Actualmente, está en el Noviciado que las Esclavas de Cristo Rey tienen en Madrid. Está previsto que haga profesión de sus votos temporales el próximo 8 de diciembre, en la fiesta de la Inmaculada (que es también la de su cumpleaños, y en cuya coincidencia, como ella misma explica, encontró un signo de la predilección de Dios).
La hermana María Jesús, su madre de novicia, dijo que Rynako es “la única vocación de Japón” que tienen, y la considera “un regalo de Dios, una esperanza”. La madre de novicias afirma que “estamos llamados a abrir caminos por todo el mundo y ella puede ser una puerta para Oriente”.
Durante la entrevista con Veritas, Rynako ha relatado cómo conoció en Japón el catolicismo, a través de las misioneras, y cómo se despertó en ella la vocación religiosa: “Yo era alumna y me preguntaba para qué habían venido a un país tan lejano y dedicaban su vida a enseñar a los niños. Me respondía que por amor de Dios”.
Respecto a su deseo de volver a Japón como misionera, una vez que sea religiosa, respondió que su “deseo principal es seguir la voluntad de Dios a través de las madres superioras”, y añadió que está “dispuesta a todo”. Sin embargo confesó que personalmente considera que “España es mi lugar de misión (lo veo como un intercambio con las misioneras que yo veía en mi país cuando era pequeña). Además, los profetas no predican en sus tierras sino en países extranjeros”.
Finalmente, Rynako tiene “muchas esperanzas” de que su país sea católico algún día: “Hasta la generación de mis padres, más o menos, la gente pensaba que la felicidad consistía en ser más ricos, ahora están desencantados y empiezan a darse cuenta de que la felicidad no es eso, sino otra cosa. Es una época de búsqueda (…) Los analistas creen que este siglo será el siglo de la Religión en Japón. Hay mucha esperanza. La educación es muy importante para que se pueda conocer el catolicismo en Japón”.
La novicia concluyó la entrevista con un mensaje para los jóvenes: “Me gustaría transmitirles mi alegría, que la única felicidad es estar con el Señor; otras “felicidades” nos engañan mucho (el éxito, la fama, el dinero…) El hombre no puede satisfacer su corazón hasta que encuentra el mayor amor. Ir a la fuente del amor es lo más importante”.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario