"Las oposiciones me sirvieron para encontrar a Dios"
6 de agosto de 2009.- Aterrizó en la Audiencia Nacional en una época en la que ETA no apartaba su punto de mira de los que allí prestaban servicio, con dolorosísimos resultados: el asesinato de Carmen Tagle, la carta bomba que le estalló en las manos a Fernando de Mateo Lage, la que no le estalló -fue desactivada- a Eduardo Fungairiño… De sus años en la Audiencia -caracterizados por la imparcialidad, la salvaguarda de las garantías procesales y la búsqueda de una respuesta proporcional a la gravedad de los delitos-, se queda con el “testimonio enriquecedor de las víctimas del terrorismo”, cuya fortaleza ha hecho posible encarcelar a los que señalaron los objetivos y a los que los remataron en el suelo. Leer más...
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