*"Aunque esté enfermo, cualquier niño es un hijo de Dios"
12 de agosto de 2009.- En la cocina de Rosa Pich y José M. Postigo, que viven con sus 16 hijos –dos de ellos murieron- en un piso en el barrio Sarriá, hay una mesa redonda que Rosa copió de sus padres, que a su vez tuvieron 16 hijos, en la que caben todos. En el centro hay una plataforma que gira, donde mamá pone la comida y así cada uno se sirve lo que quiere, mientras cuenta a los demás como ha ido su día. Hay dos baños, uno para los chicos y uno para las chicas, más otro para los padres, y los niños comparten las habitaciones, donde hay también una cama para los amigos invitados que quieren quedarse a dormir. Leer más y ver vídeo...
miércoles, 12 de agosto de 2009
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